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Quórum propio y Pacto Fiscal, los primeros desafíos que enfrentará Magario como presidenta del Senado

Los intendentes quieren dar marcha atrás con el acuerdo impositivo que les impuso Vidal y los trabajadores del Bapro, derogar la reforma previsional. Cómo le garantizará mayoría a Kicillof.

Verónica (Magario) no es (Daniel) Salvador”. La frase se repite tanto en el entorno de la intendenta de La Matanza como en la Legislatura bonaerense. También lo dicen en La Cámpora. Distintos sectores que conforman el Frente de Todos coinciden en que la candidata a vicegobernadora y virtual presidenta del Senado provincial, en caso de que el peronismo gane la elección, llevará adelante una tarea diametralmente opuesta a la que mostró, desde un rol un tanto secundario, el actual vicegobernador de María Eugenia Vidal. Magario ya tiene algunos pedidos en puerta que podrá saciar –o deberá enfrentar- en caso de convertirse en la presidenta de la Cámara alta local: garantizar acuerdos legislativos y revisar leyes de la gestión de vidalista anotados en la hoja de ruta de los intendentes.

 

 

Es casi axiomático: la derrota electoral genera una implosión de los espacios políticos. Le pasó al Frente para la Victoria post 2015 y hay señales que la alianza Cambiemos se empantana hacia el mismo camino. En este escenario tácito, Magario buscará conseguir que, como mínimo, tres opositores se sienten en sus bancas para iniciar las sesiones. Hay algunos senadores a los que apuntar para alcanzar esta condición. Por caso, el espacio que responde a Emilio Monzó retendrá una banca por dos años más en la Cámara Alta.

 

También esperan que la UCR ayude a la “gobernabilidad”. “Nosotros vamos a tener un buen bloque, pero van a estar ‘los desterrados’ con los que va a haber que sentarse  a hablar”, le dijo una fuente legislativa del Frente de Todos a Letra P.

 

REPERFILANDO. Además de la negociación numérica, Magario podría atender, siempre en acuerdo con Kicillof, a la revisión de algunas leyes que puso a rodar la gestión Vidal. Durante el mandato de Cambiemos, el kirchnerismo se opuso a la ley de responsabilidad fiscal municipal, una herramienta que obligó a los municipios a bajar los déficit de sus gestiones. Además, en caso de necesitar asistencia financiera de parte de la Provincia, las comunas debieron adherir al llamado Pacto Fiscal.

 

Muchos intendentes peronistas –incluso la propia Magario- denunciaron un sometimiento hacia el gobierno central a cargo de Vidal. Esa ley podría modificarse, más aún cuando algunos intendentes llegarán a la Legislatura como senadores.

 

Otro ítem que va a tomar temperatura si Kicillof es gobernador y Magario vice será la ley que modificó el régimen jubilatorio de los empleados del Banco Provincia (Bapro). Desde el gremio La Bancaria le vienen advirtiendo al candidato de Todos la “inconstitucionalidad” de la norma, ya que la Legislatura “tiene prohibido por la Constitución determinar los fines de la ganancia que tenga el Banco Provincia y esta ley determina que, con las ganancias, el banco se haga cargo del déficit de la Caja de jubilaciones”, le dijo a Letra P el Secretario Gremial de la Comisión Gremial Interna del Banco Provincia, Santiago Etchemendi.

 

Con impronta propia, en caso de convertirse en vicegobernadora, Magario tendrá un perfil alto en la conducción del Senado bonaerense. Similar, aseguran, al que supo tener otro vicegobernador matancero: Alberto Balestrini. A priori, la relación con Kicillof será en sintonía, sin doble comando, pero con un margen muchísimo mayor que el que Salvador tiene con Vidal. “Primero hay que llegar a octubre y, si eso pasa, Axel va a ser el gobernador, pero la va a necesitar a Verónica”, le remarcaron desde el entorno de la intendenta de La Matanza a este medio.  

 

Gisela Scaglia va a fondo por la conducción del PRO Santa Fe.
Alex Wahnish, el rabino de Javier Milei. 

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