Superada la prueba de la recorrida por el territorio más hostil al kirchnerismo, Córdoba, Alberto Fernández desembarcará esta semana en la provincia de Santa Fe. Lo hará de la mano del gobernador electo, Omar Perotti, a la búsqueda del voto de más difícil para su espacio, en las zonas agropecuarias de Reconquista y Rafaela, y en la capital provincial, mientras ya planea la segunda vuelta al distrito que gobierna Juan Schiaretti.
Fernández viajará a Santa Fe el jueves y allí se encontrará con Perotti para recorrer primero la ciudad de Reconquista, ubicada al nordestes de la provincia, y luego trasladarse al centro oeste para visitar Rafaela, cuna del gobernador electo. Por la noche, el candidato a presidente y Perotti viajarán a Santa Fe y allí estarán todo el viernes, hasta el acto de cierre.
En la ciudad capital, Fernández firmará un acta de compromiso con la provincia que incluye tres promesas centrales: la realización de obras, sobre todo en las áreas agropecuarias, que fueron afectadas por las inundaciones, la devolución de los fondos de coparticipación que la Nación le debe al distrito y el sostenimiento de la presencia de los agentes de fuerzas federales que aportan en la lucha contra la inseguridad.
Fernández llegará a Santa Fe con el objetivo de buscar votos en las zonas más difíciles para el kirchnerismo, con el objetivo de captar el apoyo de las economías regionales, muy golpeadas por la crisis económica, y del sector agropecuario y la industria, en muchos casos asociada al campo. Para más adelante, dejará la visita a los distritos más afines, como Rosario, donde el peronismo tiene un perfil más kirchnerista y quedó muy cerca de ganar la intendencia.
Perotti, un hombre más ligado al campo, será el socio fundamental del candidato presidencial en su desembarco santafesino y su guía en los distritos más complejos. En el departamento de Castellanos, cuya cabecera es Rafaela, Mauricio Macri le sacó 20 puntos de diferencia a Daniel Scioli en las elecciones generales de 2015. En General Obligado, donde está Reconquista, el peronista se impuso por solo dos puntos. En la capital provincial estuvieron prácticamente empatados. El gobernador electo hará ahora su aporte para tratar de potenciar allí al Frente de Todos.
No fue fácil para Fernández garantizarse la participación de Perotti en la campaña. Aunque mantienen una buena relación personal y se reunieron en varias oportunidades, tras las elecciones santafesinas, el gobernador electo pretendía mantenerse lo más afuera posible de la disputa nacional. De hecho, recién hizo explícito su apoyo al binomio presidencial diez días después de su consagración como gobernador. Para involucrarse, el rafaelino le pidió al candidato presidencial que le permitiera organizar las recorridas por Santa Fe con un perfil similar al que tuvo su campaña provincial. Fernández acordó y Perotti diseñó una agenda que tuvo su aprobación.
De las conversaciones entre Fernández y el rafaelino participó también cordobés Carlos Caserio, compañero de Perotti en el bloque Justicialista y el responsable del primer desembarco territorial del candidato presidencial en Córdoba. Los detalles se cerraron en una cena que mantuvieron los tres en la casa de Fernández.
El candidato presidencial volverá a Córdoba antes de las primarias del 11 de agosto, pero esta vez será para recorrer distritos aún más esquivos a la boleta del Frente de Todos. Si bien aún la agenda no está cerrada y la visita no tiene fecha cierta, quienes conversan con Fernández creen que sus próximos destinos en la provincia deberían ser la segunda ciudad, Río Cuarto, el este y el sudeste, donde están Bell Ville y Marcos Juárez, cuna y bastión de Cambiemos. Allí buscará hablarle al campo, fundamentalmente a los chacareros y pequeños productores.