Neuquén y Río Negro, de notable sinergia, vivirán un escenario similar estas elecciones nacionales: los partidos provinciales llevarán sus candidatos con lista corta y le anexarán un condimento extra al debate entre la continuidad de Juntos por el Cambio o la vuelta del peronismo con el Frente de Todos. Por un lado, el Movimiento Popular Neuquino (MPN), con dos candidatos. Del otro, Juntos Somos Río Negro (JSRN), con nómina única y un empujón de la Casa Rosada. Ambos partidos provinciales intentarán arrebatarles bancas a las fuerzas nacionales. Un similar destino sufrieron los candidatos del peronismo, que tenían el Senado en su radar, pero por orden de Cristina Fernández de Kirchner fueron degradados en las listas.
El MPN tendrá dos nóminas, una de ellas con más proyección. El conductor del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa, Guillermo Pereyra, dueño de una banca en el Senado, busca renovar mandato. Enfrente está Hugo Rauque, un empresario gastronómico que logró reunir los avales para competir. Reconocido admirador de Jorge Sapag, un viejo rival -hoy aliado- de Pereyra, este ex concejal capitalino sabe que tendrá una tarea titánica, “pero no imposible”. Según pudo averiguar este portal, Rauque logró atravesar la burocracia del MPN para reunir a los desencantados. Contra “los mismos nombres de siempre”, anotó su candidatura y va por la hazaña.
“Somos un partido provincial que defiende los intereses de los neuquinos de la voracidad del centralismo porteño, que hoy tiene la mirada puesta sobre Neuquén porque somos una provincia rica en recursos”, se quejó el sindicalista, de intensa campaña estos días. Pereyra, este proceso electoral, se juega algo más que una banca: pone a prueba su capacidad de liderazgo -una vez más- en el partido que integra.
Guillermo Pereyra, un peso pesado del MPN.
En el oficialismo nacional neuquino se presenta Horacio “Pechi” Quiroga, actual intendente de Neuquén. Sin importarle la derrota de marzo, en la que quedó golpeado por un cómodo tercer puesto y el respaldo al hoy gobernador Omar Gutiérrez, aceptó la propuesta de la Casa Rosada para competir. Lo secunda una emepeísta, Lucila Crexell, que deja su banca este año. Distanciada de la provincia, prefirió abrirse paso a la convocatoria del macrismo.
En frente tendrán a un viejo conocido como Oscar Parrilli, hombre de extrema confianza de CFK. Letra P describió la estrategia de Parrilli para desplazar a Darío Martínez, castigado por la derrota de marzo, cuando compitió como vicegobernador. Su acuerdo, describieron desde el equipo de trabajo del diputado, era ser segundo de Ramón Rioseco para luego ir a la Cámara alta.
En el tramo de diputados, entonces, Martínez competirá con el quiroguista Francisco Sánchez y Ricardo Corradi Diez (MPN). Sumado a los candidatos de Consenso Federal, la Izquierda y otros espacios, se debatirán por dos lugares en Diputados que abandonan Leandro López (PRO) y Alberto Ciampini (FpV-PJ).
“Seguimos con reuniones, hay equipos trabajando todo el tiempo. En estos días viajamos a la cordillera para continuar con la campaña”, le asegura Sánchez a Letra P. El concejal, que dio el salto en esta elección, advierte un escenario de polarización que relega al MPN.
Alberto Weretilneck, socio político del candidato a vicepresidente Miguel Ángel Pichetto, busca revertir la mala experiencia de 2017, cuando bajó su candidato por el bajo caudal en las primarias de medio término. Al principio, los funcionarios pergeñaban un minucioso plan para ganarle a la polarización, pero la presión de Pichetto con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, hizo mella: Juntos por el Cambio no llevará candidatos en el tramo de senadores.
La jugada, que detonó la columna vertebral del radicalismo en la provincia, le allanó al camino a este gobernador aliado al presidente Mauricio Macri, quien nunca se mostró como un opositor, al igual que su par neuquino.
En diputados, Weretilneck anotó a su ministro de Gobierno, Luis Di Giácomo. Este funcionario e histórico armador de JSRN competirá con el intendente de General Roca, Martin Soria, degradado luego de su caída en las elecciones provinciales de abril.
Apuntalados en la victoria de Arabela Carreras, los funcionarios rionegrinos encararon una campaña que de a poco toma temperatura. Si bien todo depende de la pelea por la presidencia, en ambas provincias hay una estrategia diferente.
El peronismo rionegrino sufre los mismos problemas que el neuquino. El camporista Martín Doñate logró que excluyan a Soria y se presentará junto a Silvina García Larraburu, senadora de San Carlos de Bariloche que se alejó de Pichetto para recalar en Unidad Ciudadana.