Abandono electoral

Ahogo financiero y pronóstico de derrota, claves del renunciamiento de Weretilneck

La trama secreta de cómo el Gobernador de Río Negro bajó su lista. Viajes a la Rosada sirvieron para acordar la salida. La posibilidad de un frente para 2019.

Cuando anunció, a finales de agosto, que la Central atómica no se iba a construir en Río Negro, en la Casa Rosada se anotó al gobernador Alberto Weretilneck como uno de los principales rivales a vencer en octubre. A pesar de que Juntos Somos Río Negro (JSRN) apenas llegó al tercer puesto, en Cambiemos esperaban de forma especial el segundo tramo electoral. Pero, como detalló un comunicado que circuló este lunes, eso no sucederá.

 

Los rumores de un acuerdo para los próximos años, al igual que la compleja situación financiera, justifican la decisión de bajar la lista. Junto a uno de sus intendentes, Weretilneck explicó que en el partido que conduce había dos grandes posturas: una de continuar, y otra de bajarse ante un posible golpe de knockout. Como se sabe, Weretilneck es quien digita y decide todo en un sistema de personalismo puro. “La provincialización está costando muchísimo. A partir de distintas situaciones, la división del país es cada día más fuerte. A los partidos provinciales, nos cuesta cada día más”, insistió desde Allen junto a la leal Sabina Costa.

 

Lo cierto es que el abandono se gestó tras viajes relámpago a Buenos Aires. En una oportunidad, mientras recorría Cipolletti y General Roca, un llamado lo obligó a tomar un vuelo para dialogar en la Casa Rosada con el ministro del Interior, Obra Pública y Vivienda, Rogelio Frigerio. En las reuniones se planteó avanzar en un “entendimiento”, según pudo saber este medio. "Son temas de Estado", respondían a Letra P voceros de la cartera. Por entonces, se especulaba sobre aquel diálogo y una posible acción por el caso de la desaparición forzada de Santiago Maldonado.

 

Las exigencias financieras (sobre el cierre de la última semana negociaron un poco más 463 millones en Letras del Tesoro, alcanzando 4.000 millones de títulos públicos en manos de inversores), al igual que las chances de un "papelón" en octubre, generaron el escenario para tomar esta decisión extrema que se justificó a través de un comunicado que funcionarios de alto rango viralizaron. 

 

 

FINAL. Fabián Gatti, un ferviente antikirchnerista que supo manejar la Policía de Río Negro y de fundamental cargo en el directorio del Banco Patagonia -actual agente financiero de la provincia-, reconocía en su entorno que la situación de JSRN era muy compleja, y aseguraba que lo mejor era bajar la candidatura. Además, el notable ascenso del Frente para la Victoria (FpV), enrolado detrás del intendente Martín Soria (General Roca), la bajísima performance de JSRN y la endeble situación financiera de Río Negro, lo condicionaron a Weretilneck a la buena predisposición de la Rosada. Por eso ya se habla de un gran acuerdo, que le dará gobernabilidad y un respaldo para frenar al peronismo.   

 

La Unión Cívica Radical (UCR), que también entra en juego, es uno de los mayores escollos. En una interminable crisis tras la pérdida del poder en la provincia (duró casi tres décadas), logró levantarse de la mala elección en 2015 para la Gobernación e imponer a Lorena Matzen como candidata. Ahora, el jefe de campaña y diputado nacional Sergio Wisky, que deberá atravesar el filtro por la mala relación que existe con Weretilneck, tiene que amoldarse a lo que el enviado de Frigerio se ocupó desde las sombras. Con anterior paso en Chubut, el coordinador del Ministerio del Interior para Río Negro, Juan Martín, oficia de vocero y trabaja para quitarle intendentes al partido provincial. Esta semana, una mala jugada salió a la luz cuando suspendieron al jefe comunal de Villa Regina, Daniel Fioretti, por una serie de irregularidades.

 

“Es el desgaste lo que se estudiaba”, asegura a Letra P una alta fuente del Gobierno rionegrino. “Ese desgaste se analizó, pero, en los números de las encuestas no llegó (el candidato, Fabián) Gatti, y se polarizó el escenario nacional. No tenía sentido presentarse”, remarca alguien que camina a diario los pasillos de la Gobernación.

 

COSTO. El principal temor es la “lectura externa” que se le puede dar a la decisión de renunciar. Dentro de Juntos, se sabe que no jugar en octubre puede leerse como negociación con el macrismo para frenar el impulso del FpV. Según pudo averiguar este medio, el vicegobernador Pedro Pesatti mantenía su postura de continuar hasta último momento, pero, como admiten desde su entorno, acató la decisión de Weretilneck. También, el titular del Poder Legislativo reconoce que salir a pelear una elección más -y perderla-, ante un escenario de polarización, era un error. Para Pesatti, todas las decisiones eran malas. 

 

Atado a la Nación para que respalde el avance del Plan Castello, un proyecto con objetivos de infraestructura sustentado en financiamiento externo, uno de los anuncios más ambiciosos de cara al final de su segundo mandato, Weretilneck ahora se transforma en un espectador.

 

 

 

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