BIO. Periodista, historiador, escritor y docente. Reconocido en el mundo periodístico, publicó varios libros. En 2015, tras cumplir funciones en el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, superó en las urnas al entonces intendente de Tres de Febrero, Hugo Curto, y ahora se prepara para jugar por un segunda mandato. “Me fui acostumbrando”, dice sobre el cambio de rol de entrevistador a entrevistado. Se define como un defensor del municipalismo y advierte que entre sus objetivos está acompañar cambios de rango institucional que promuevan las autonomías de los gobiernos locales.
El cierre de listas, una suerte de campana de largada de la campaña, es el primer tema que se instala en la charla con Letra P. “La gobernadora contempló todas las realidades que hay en la provincia, todas las necesidades del frente en términos de los socios e inclusive, a último momento, apareció un diálogo con el sector peronista que vino de la mano del senador Pichetto, que es muy bienvenido, en el sentido de que enriquece”, indicó el jefe comunal.
-¿Hubo sorpresas con esas incorporaciones?
-No, muchas de esas personas yo ya las conocía. No es extraño para nosotros, porque se trata de dirigentes del peronismo clásico de la provincia que han trabajado con Emilio (Monzó), con (Rogelio) Frigerio. Me parece que eso fue sano, porque le dio una nueva etapa de ampliación y crecimiento (a la alianza), más allá de que no hubo tiempo de profundizarlo demasiado porque lo de Pichetto se dio sobre el cierre de listas.
-Recién mencionó a Monzó, un dirigente que fue desplazado por Vidal en la provincia. ¿Qué fue lo que pasó?
-No estoy en el detalle de lo que pasó y no quiero comentar cosas que no conozco. Además, tengo una valoración especial por la gobernadora y por(Federico) Salvai, que están haciendo una tarea casi patriótica, y también por Emilio. Veo con agrado que estén Silvia (Lospennato) y Sebastián (García De Luca) en la lista de candidatos a diputados nacionales (NdR: ambos son monzoistas).
-¿Cree que Monzó va a tener un lugar en esta nueva etapa de Juntos por el Cambio?
-A mí me gustaría que Emilio continuara en el equipo. Más, en esta nueva etapa con la incorporación de Pichetto, que habla de una mirada integradora a sectores de un peronismo republicano y de gestión. Ojalá los que conducen el espacio, el Presidente, Vidal y hasta Horacio Rodríguez Larreta, con quien sé que Emilio tiene un excelente diálogo, encuentren la manera de integrar a Monzó, porque le suma al proyecto. Por supuesto, siendo respetuosos de los liderazgos, porque en la provincia la que lidera es la gobernadora.
-Existe una gran distancia entre Vidal y Monzó...
-Es lógico. Hay discusiones y, lejos de esconderse, acá se viven naturalmente, porque no hay pensamiento único ni autoritarismo. Lo que hay es conducción y quien no entienda que quien gobierna la provincia es la conductora natural del proyecto le pifia también. Es clave reconocer esos liderazgos y, en el marco de un trabajo en equipo, de una sana discusión, encontrar el lugar mejor para que cada uno pueda aportar.
-¿Como en el caso de Pichetto? ¿Su incorporación le suma al oficialismo?
-La sensación que generó en la gente es positiva. Primero, por el perfil de Pichetto, demócrata y republicano. Y, por otro lado, porque va configurando cada vez más la división entre dos propuestas de la Argentina: la del estatismo, el populismo, el autoritarismo, que ya nos gobernó, y una propuesta transversal a los partidos políticos, donde un sector del peronismo republicano está en el nuevo Cambiemos, que se llama Juntos por el Cambio, y otra parte con (Roberto ) Lavagna y el gobernador de Salta, (Juan Manuel) Urtubey.
-¿Hubiera sido mejor si lograban incorporar al oficialismo a Lavagna y a Urtubey?
-Depende. El senador Pichetto expresa un poco eso, colaborar en la construcción de la Argentina democrática y de crecimiento con inclusión, de trabajo y no de planes. Creo que hay gente dentro del espacio que hoy conduce Lavagna que piensa en esa línea también, por ejemplo, Graciela Camaño, que decidió no acompañar a (Sergio) Massa en la vuelta al kircherismo. Son personas con las que podemos dialogar aún en la diversidad. Yo recibí en este despacho a Urtubey y tuvimos muchas coincidencias. Ahora, la realidad es que les cuesta conformar las listas, que no tienen personas de referencia en una provincia como la nuestra, que se les achicó la avenida del medio. No veo una tercera opción, por más que sea respetable desde lo democrático que se presenten y pidan el voto como corresponde.
-Hay un margen grande de indecisos y muchos de ellos manifiestan desilusión con este gobierno.
-Porque en el sentido económico con la inflación no llegamos al objetivo que nos propusimos y eso hace más lento el tránsito hacia la baja de la pobreza. Es una realidad que tenemos que asumir para mejorar y hay que decírselo a la gente con humildad y pedir otra oportunidad en pos de todo lo que se está haciendo. Cuando nos dicen desde la oposición que “no comemos cemento” yo digo que en los indicadores de pobreza la dimensión de la infraestructura no pesa, que Tres de Febrero va a llegar a tener este año el 100 por ciento del agua potable, que hay obras que están modificando en lo estructural las condiciones de vida de los más pobres. Cuando la macro economía respire, vamos a transitar la Argentina que queremos.
-¿Y en su municipio? Usted apuesta a un nuevo mandato, pero con algunas variantes en su construcción.
-Sí, armamos una buena lista. Los que están renuevan e incorporamos nuevas personas, como María Ángeles Berardi, la directora del Instituto Pío XII, la institución más grande de todo el municipio, que hace más de 30 años que está en la educación y se asombró mucho cuando le hice el ofrecimiento. Ella va en el cuarto lugar de la lista. También sumamos a Sofía Echagüe, directora del centro de atención al vecino de Ciudadela, que es una de las regiones más olvidadas de esta comuna. Cuando llegamos había un déficit de gestión importante y lo que busqué fue lograr el equilibrio entre barrios para ir desarrollando una tarea que integrase a todos. Por eso las incorporaciones en la lista.
-¿Y sus adversarios? El peronismo lleva al diputado Juan Debandi como candidato, con la postulación a concejal en primer término del ex ministro de Salud Alejandro Collia. Es una apuesta a cierta renovación.
-No hay renovación del peronismo de Tres de Febrero mas allá de los nombres. No veo una renovación en esa candidatura porque no es un tema de edades sino de prácticas políticas y de visión del municipio. Por ejemplo, ahora juntan firmas en las esquinas para tener un hospital veterinario y políticas de género, cuando nunca tuvieron políticas sobre el derecho animal ni castración ni sobre la mujer durante el anterior gobierno. Entonces, es buscar el pelo en el huevo cuando en realidad estamos subsanando errores de ellos.
"No hay renovación del peronismo de Tres de Febrero mas allá de los nombres, no veo una renovación en esa candidatura (de Juan Debandi) porque no es un tema de edades sino de prácticas políticas y de visión del municipio"
-El peronismo muestra como dato clave para recuperar el municipio que logró la unidad…
-No veo ninguna unidad porque otros dos dirigentes, como Octavio Arguello y Raúl Torres, históricos del peronismo de Tres de Febrero, presentaron listas propias. Entonces no hay unidad, no de todos, solo de dos o tres dirigentes.
-¿Cómos será su campaña formal?
-Vamos a trabajar como siempre lo hicimos con la cercanía con la gente, con el vecino. En su momento fueron timbreos, pero hay muchas maneras
-¿El timbreo quedó relegado?
-Acá timbreamos casi todos los días, pero a nivel nacional el timbreo fue una forma de representar fácticamente en el territorio esa manera de hacer política horizontal y creo que esa batalla se ganó. Hoy quedaría fuera de foco un acto en un club, con un escenario alto y el pueblo abajo, movilizado en micros. Hubo un cambio cultural que produjo el PRO y Cambiemos en su manera de hacer política, que es más horizontal, entre iguales, que reconoce cómo vive la gente que interactúa también de manera digital, por las redes y por WhatsApp. Por eso, la idea de timbreo se va reformulando de manera permanente en una llamada movilización que nos gusta hacer para llegar con el mensaje. Ojalá en cada manzana haya dos o tres familias que promuevan la voz del cambio. Además, tenemos una campaña bien organizada donde vamos a contar primero lo que se hizo, después lo que vamos a hacer y llegar con nuestra voz a donde hay que llegar para lograr el objetivo de continuar con el cambio.
-En mayo pasado, la Policía mató a Diego Cagliero en una persecución por un supuesto robo. La madre denunció gatillo fácil y en ese momento usted reivindicó la actuación de la fuerza de seguridad.
-Hubo un llamado al 911 que disparó el protocolo habitual por un hecho en un supermercado. Yo lo que hice fue informar sobre esa situación en base al parte policial, desconociendo los pormenores y los nombres de las personas del hecho. Fui cauto en ese sentido, solo informé de la actuación en el seguimiento de cámaras. Con el fallecimiento de Diego empezó un período de análisis de lo que pasó. La fiscal se hizo presente en el lugar, secuestró las armas y puso bajo análisis toda la situación, incluido el accionar policial. Entonces hice dos cosas pertinentes. Una, transmitirle al gobierno y al ministro de Seguridad la inquietud de la familia. (Cristian) Ritondo los recibió y tomó una medida pertinente que fue separar preventivamente a los policías que estuvieron en el hecho. También me reuní varias veces con Adriana la mamá de Diego y estamos acompañando a S,ofía, su novia que está embarazada y en septiembre va a tener a su bebé. La acompañamos y contenemos para que salga todo bien y en paralelo aguardamos la actuación de la justicia para que se sepa la verdad de lo que pasó.
-¿Van por el voto de los desilusionados?
-Sí, tenemos que orientarnos más a las personas que han sufrido pero siguen con esperanzas, que saben que las cosas se consiguen con esfuerzo. Nosotros respetamos al votante kirchnerista, pero no vamos a intentar convencerlo porque no hay posibilidad de que cambie su visión ni su decisión de voto.
-Usted tiene una representante del distrito en el Senado bonaerense que es, además, su esposa, Daniela Reich.
-Sí, ella trabaja en el ámbito público desde antes que yo. Su aporte empezó siendo más técnico, como trabajadora social, y luego también más político. Comenzó con María Eugenia en la Ciudad y después continúo con Carolina (Stanley). Después vino a la provincia en el ámbito de la inclusión social y las políticas de género. Ya tenía su camino armado cuando yo me embarqué como intendente aunque, claro, esa decisión genera una nueva dinámica en la relación que tenemos con la gobernadora.
-¿Podríamos decir que Reich es más vidalista que valenzuelista?
-(Ríe) No la quiero calificar, pero la gobernadora tiene los temas de género como política de Estado y en este avance le encargó a Daniela la coordinación de los temas desde todos los aspectos y particularmente en el rol de la mujer profesional, la mujer empresaria, la mujer en las pymes.
-¿El ingreso de Reich a la lista de la Primera sección en 2017 respondió a su pedido?
-En ese caso, confluyeron las dos cosas para que fuera senadora: yo emití mi opinión en mi rol de intendente tratando de contribuir con esa propuesta y a la vez ella ya integraba el equipo del área social de Vidal. Fueron ambas cosas, pero está claro el rol actual de Daniela como encargada de coordinar los temas de género.