La decisión de los de espacios sindicales alternativos y de los opositores a la conducción de la CGT de discutir su inclusión en las listas por separado provocó la multiplicación de ámbitos de negociación que tienen una dificultad en común: el cuello de botella generado por el acuerdo con el massismo, que redujo la chances de todos los sectores.
En este escenario y dispuestos a hacer valer "la oposición al neoliberalismo en las calles", la central obrera que conduce Hugo Yasky pechea por estas horas la inclusión de sus dirigentes, aunque con una expectativa más moderada en comparación a las demandas de sus aliados sectoriales como son la Corriente Federal de los Trabajadores y los gremios que orbitan al rededor de Hugo Moyano.
Desde principio de año y al calor de la siempre renovada pelea docente en la provincia de Buenos Aires, Yasky comenzó a mencionar a Roberto Baradel como uno de los dirigentes que deberían representar a los trabajadores en algún ámbito legislativo.
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Las conquistas salariales arrancadas este año a María Eugenia Vidal relanzaron la visibilidad del dirigente docente que ahora está al tope de las demandas electorales de la central alternativa para ser incluido en los puestos expectantes de las listas de candidatos a diputados bonaerenses del frente peronista.
La CTA de Yasky tiene excelente relación con el candidato a la gobernación, Axel Kicillof, que de hecho integra una "mesa política" de la central donde, junto a otros dirigentes ajenos al mundo gremial, analizan periódicamente la coyuntura política. Esta semana, sin ir más lejos, la cúpula de la central mantuvo en La Plata una reunión a puertas cerradas con el candidato, que expresó su respaldo y su compromiso para concretar la candidatura.
Otro de los distritos donde la central reclaman ver reflejado su compromiso es la ciudad de Buenos Aires. ATE Capital y el gremio docente adherido a la CTA son puntales de la mesa sindical peronista portreña, uno de los espacios que mantuvo el mayor enfrentamiento frente al ajuste de los gobiernos de Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta, respectivamente.
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Con Daniel "Tano" Catalano volcado de lleno a la disputa por la conducción nacional del gremio de los estatales, el dirigente elegido para integrar la lista de legisladores proteños es Emiliano Bisaro. Hombre de máxima confianza de Catalano y director de la Fundación Germán Abdala, Bisaro ya integró en 2017 la lista de candidatos a diputados porteños en el puesto 10. Fuentes de ATE Capital señalaron que, en esa oportunidad, esa ubicación fue aceptada "para respetar la unidad", pero advierten que "sería un error que, en función de la amplitud, no se reconozca a los que durante cuatro años trabajamos para frenar el avance macrista".
Otro de los nombres que suenan para incorporarse al armado de unidad es el dirigente de la Unión de Trabajadores de la Educación (UTE) Eduardo López, la principal cara visible de la pelea docente en la ciudad de Buenos Aires.