Listas de precandidatos, una elección interna presidencial, posibilidad de adherir una boleta a múltiples candidatos a cargos ejecutivos y ampliación del frente Cambiemos. Esta lista de reclamos dejará por escrito la Unión Cívica Radical (UCR) en el marco de la Convención Nacional de este lunes en el complejo Parque Norte. Pero para que prospere ese pliego de condiciones y eso permita sostener la coalición electoral, se definió un un grupo de seis referentes que negociarán con el PRO de Mauricio Macri.
Como adelantó Letra P, la cúpula del radicalismo barajaba para esa faena a tres delegados, función para la que sonaban, por ese entonces, el presidente del partido, Alfredo Cornejo, el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, y el ex ministro Enrique "Coti" Nosiglia, quien finalmente no estará en la asamblea radical porque se encuentra de viaje junto a su familia con motivo de su cumpleaños número 70, como también adelantó este medio.
Sin embargo, en las negociaciones del fin de semana se resolvió ampliar esa mesa y conformar un sexteto: además de Cornejo y Morales, estarán el ex senador Ernesto Sanz; el gobernador de Corrientes, Gustavo Valdés; el ex titular de la UCR porteña Emiliano Yacobitti y la diputada provincial de la séptima sección bonaerense Alejandra Lordén.
Este grupo de dirigentes negociará con el PRO los términos que reclama la UCR para continuar la alianza con el macrismo y la Coalición Cívica de Elisa Carrió. El G-6 busca exhibir amplitud al interior del mundo radical a la hora de debatir la estrategia y la política electoral del partido para las próximas elecciones presidenciales. A pesar de que hay un preacuerdo, bajo un documento de consenso que empezó a correr vía WhatsApp en horas de la mañana, se espera una jornada de largo debate.
Cornejo impulsa la ampliación de Cambiemos y propuso abiertamente que el candidato presidencial se dirima en las PASO de agosto, como también sugiere el armado de "Coti" Nosiglia, que estará representado por Yacobitti en la mesa de los seis. A su vez, el ex titular del radicalismo porteño expresa los intereses de Martín Lousteau, que podría ser el candidato de consenso de la UCR si se mantiene la estrategia de las internas presidenciales. No obstante, el PRO sondea al economista como compañero de fórmula de Macri. Morales, de buen vínculo con la Casa Rosada, también se sumó al reclamo de ampliar la coalición, aunque prefiere ir a las elecciones con un candidato único.
El G-6 contará con un ala que busca bajar la tensión con el oficialismo: en ella se agrupan Sanz, el gobernador Valdés y la legisladora Lordén, que forma parte del sector que lidera el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Salvador, que hace una semana logró que la Convención bonaerense convalidara la alianza con el PRO y con Carrió.
Más allá de las discusiones, la totalidad del G-6 sostendrá la permanencia de Cambiemos y sus distintos caciques aseguran que se impondrá esa moción en la Convención Nacional.
Por estas horas, ese grupo de seis dirigentes tendrá la tarea de imponer las exigencias del radicalismo en la agenda electoral de la coalición oficialista. Si alguno de ellos no integrara la nómina final de delegados, sería reemplazado por otro dirigente del mismo espacio e intereses dentro del partido.