“Si no tiene costo fiscal, no tiene que ver con nosotros”, contestan en Hacienda cuando se consulta si Nicolás Dujovne, el superministro, estaba al tanto de la decisión de la Secretaría de Comercio y el Ministerio de Producción y Trabajo de avanzar hacia un congelamiento de precios hasta las elecciones de octubre. En la previa a la cena del CIPPEC, el funcionario se prestó amablemente a responder preguntas de los medios. Allí negó que se trate de “un acuerdo de precios” y siguió la línea presidencial de que este tipo de iniciativas van al fracaso.
Precios Cuidados. Macri, después de despreciarlo, ahora lo valora antes que el congelamiento.
Esta propuesta arriesgada, de meterse con los precios para garantizar paz inflacionaria por seis meses, volvió a abrir una grieta en un gabinete con más diferencias que consensos en cuanto a la marcha de la economía. El Precios Congelados dentro de Precios Cuidados es un pleno del jefe de Producción, Dante Sica, una apuesta a una última bala que lo consagre en un escenario para él complejo. Un contexto en el que tiene más restricciones de movimiento que posibilidades reales de pulsear por soluciones “progresistas” ante la crisis. Pero Dujovne, los ojos de Macri y Marcos Peña en el plan económico, está lejos de respaldar intervenciones sobre los precios. Por eso decidió correrse y no asumir el riesgo político de una pelota al fleje.
Sica se juega un pleno a que no falle el nuevo acuerdo.
Cuando se enteró de los congelamientos, Macri les avisó que lo único que estaría dispuesto a hacer sería renovar Precios Cuidados con nuevos productos y más ofertas. Y ordenó “trabajar para sacar de la agenda la idea de que estamos haciendo controles de precios”. El reclamo vino con un reto fuerte a los que dejaron trascender una iniciativa peligrosa cuando aún no tiene definición precisa. Tan fuerte fue el sacudón que el Presidente le pidió a Sica que se ponga, en persona, al frente del tema en todos los niveles.
Hasta ahora, el ministro venía en charlas directas con los dueños de algunas empresas, pidiéndoles colaboración para llegar bien a las elecciones, mientras que era el secretario de Comercio, Ignacio Werner, quien se ocupaba de contactar a los gerentes operativos para cerrar el acuerdo.
Lo que sí preocupa en Hacienda es que este tipo de convenios marcan algo que un altísimo funcionario de la Casa Rosada le dijo a un importante empresario: “La verdad, no sabemos qué hacer con la inflación”.
A favor de los que pensaron el esquema, hay que decir que entendieron, luego de hablar con empresarios productores, que el sistema podría beneficiar a ambas partes y generar un shock en el consumo. Sumado a la promoción de descuentos de hasta 15% que ANSES dispuso para sus más de 17 millones de beneficiarios. En su contra, en tanto, queda la desprolijidad en la comunicación interna del programa. Salvo un pope del retail, el resto de los supermercados se enteraron por la prensa. En la cena de CIPPEC, Macri le puso un poco más de pimienta al tema cuando criticó a los CEOs y los señaló por estar remarcando precios. Una serie de incongruencias y actos descoordinados en un Gobierno que parece necesitar cohesión y coherencia para buscar la reelección.