Barones sin fronteras | Nota I

El sello Passaglia

El peso territorial del apellido que conduce San Nicolás es la carta segura del oficialismo, hoy alineado con Vidal. Don Ismael, un ultra pragmático que trasciende las referencias partidarias.

La conducción municipal de San Nicolás no tiene partido político, tiene apellido: Passaglia. Aunque la familia está al frente del gobierno distrital desde 2011, la incursión política de Ismael Passaglia es tan histórica como camaleónica. Coronado en el máximo cargo distrital de la mano del PJ, los últimos años lo encontraron jugando para el macrismo, acercamiento que ensayó en 2009. Camino a las urnas, con su sello moldea la candidatura a intendente de su hijo Manuel, protagonismo que deberá sortear las diferencias internas de Cambiemos y el armado de la oposición.

 

 

El salto del médico a la tropa vidalista sucedió luego de la grave inundación de La Emilia y vino a engrosar el poder territorial de la gobernadora en la provincia. Además, sumó un nuevo cambio en la sinuosa vida política de un histórico del peronismo que, a lo largo de su carrera política, ganó el respaldo del electorado independientemente del partido con el que jugara.

 

 

MOVIMIENTOS. El esquema político original del ahora funcionario vidalista mechó su profesión de médico con su afiliación al Partido Justicialista.

 

Mucho antes de ganar su primera elección como intendente de San Nicolás, Ismael Passaglia tejió acuerdos que le posibilitaron escalar posiciones y un lugar de liderazgo en la estructura partidaria del peronismo.

 

Durante el gobierno de Antonio Cafiero, fue convocado por su coterráneo Ginés González García para que lo acompañara en el Ministerio de Salud. En su territorio, tiempo después, alcanzaría una banca en el Concejo Deliberante por el justicialismo y más tarde, en plena crisis y caos social de 2001, un lugar en la Cámara de Diputados bonaerense por el PJ.

 

En 2002, el entonces gobernador Felipe Solá lo designó titular de la cartera sanitaria de la provincia, lugar que en 2005 abandonó cuando, tras revalidar su mandato como legislador por el Frente para la Victoria, asumió como presidente de la Cámara baja.

 

 

 

La resolución 125, la medida del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner que modificaba las retenciones impositivas de los cereales, alejó al entonces diputado nacional Solá del FpV. Próspero productor sojero, Passaglia siguió sus pasos y, como el ex gobernador, se incorporó a Unión PRO, la alianza que formaron Francisco de Narváez y Mauricio Macri para enfrentar al kirchnerismo. Con este espacio, el médico logró renovar su escaño en el Legislatura bonaerense liderando la boleta. De las cuatro secciones en las que se elegían diputados, la Segunda fue la única en la que aquella coalición ganó.  

 

Sin embargo, después de esa experiencia Passaglia volvió al kirchnerismo para jugar la pulseada por el sillón municipal. Sin lugar en el FpV, lo hizo por la colectora Frente Social. En 2011, el entonces intendente Marcelo Carignani resignaba su lugar en busca de un escaño en el Senado provincial. En su reemplazo, respaldó a un familiar del entonces diputado nacional y ex presidente del PJ bonaerense José María Díaz Bancalari, Gustavo Díaz Bancalari. La medición de las urnas fue favorable al ex ministro, quien superó a su adversario interno por amplia diferencia.

 

Pese a los coqueteos con Sergio Massa en 2013, cuando el tigrense abandonó las filas del FpV, la validación de su mandato como intendente la buscó en 2015 llamando a votar por Daniel Scioli y Aníbal Fernández. El cambio de color político a nivel nacional y provincial allanó el camino para que Passaglia abandonara nuevamente las filas del kirchnerismo.

 

 

 

2015 Y DESPUÉS. Con la boleta del Frente para la Victoria consiguió el 55,15% del respaldo, guarismos que posibilitaron el derecho a incorporar 6 representantes al Concejo Deliberante.

 

El liderazgo que rápidamente comenzó a construir María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires fue la zanahoria de su salto.

 

La formalización del pase fue en abril de 2017 cuando el Concejo Deliberante aprobó la licencia a su cargo de intendente. En su reemplazo asumió su hijo, el entonces concejal Manuel Passaglia. Su salida del municipio le permitió asumir como titular del Instituto de la Vivienda bonaerense.

 

 

 

En aquel momento, la apertura de Vidal a referentes del peronismo no fue abrazada por los socios radicales, opositores locales históricos de los que como Passaglia pegaron el salto al oficialismo. En San Nicolás, el PJ local presentó notas a la sede provincial para que el partido lo expulse. El radicalismo, por su parte, tardó tiempo en admitirlo como parte de la tropa de Cambiemos.

 

El cambio de signo político posibilitó que el passaglismo engrose el Concejo Deliberante al sumar al bloque oficialista las dos bancadas que en 2015 había logrado Cambiemos, de la mano del candidato PRO Adolfo Suárez Erdaire, un ex funcionario de la administración municipal.

 

El salto de Passaglia no fue en soledad. Su arribo al Instituto de la Vivienda fue parte de las negociaciones en las que también empezaron a jugar sus hijos. Manuel lo reemplazó en el municipio; Santiago fue anotado para que liderada la lista seccional en 2017.

 

 

 

EL FUTURO DEL PASSAGLISMO. “No veo otro candidato que Manuel Passaglia. Si bien no camina mucho, se lo está instalando desde el apellido y desde la cartelería pública”, dijo a Letra P un dirigente vidalista de la Segunda.

 

De perfil bajo, el intendente busca posicionarse en un distrito donde sigue siendo “el hijo de” y donde su ejercicio es comparado con el de su padre. “Ismael va y viene. Trabaja mucho acá y tiene un despacho cercano al del actual intendente”, señalaron desde San Nicolás al referirse a la intromisión del médico en las decisiones del municipio.

 

En declaraciones periodísticas, el jefe comunal interino no ocultó el peso de su padre a la hora de las definiciones políticas. “Es algo que vamos a charlar en equipo, pero las veces que nos hemos sentado con Ismael (Passaglia) a hablar de las candidaturas, los dos llegamos a un acuerdo de que acá en Argentina todas las semanas son distintas y pasa mucha agua debajo del puente”, sostuvo al portal local Vía San Nicolás ante la posibilidad de buscar un mandato legítimo. En esa línea, no descartó que su padre vuelva a medirse en el municipio: “Está también para que sea Ismael o cualquiera del equipo que nos viene acompañando”, dijo.

 

 

 

Fuentes cercanas al passaglismo destacan que el doble comando no ha impedido a Manuel tomar decisiones. “Cambiaron muchas cosas. Con Ismael uno iba a las 7 de la mañana y te atendía. Hoy no se atiende a nadie sin audiencia que no son inmediatas”, destacaron en San Nicolás. Y agregaron que en los dos años que el joven lleva de gestión corrió a la mayor parte de los secretarios heredados de la gestión del ahora funcionario vidalista: “Primero el padre se sacudió lo que quedaba de peronismo en su equipo y después el hijo se sacudió lo que quedaba de su padre”, relataron.

 

Pese al hermetismo, en San Nicolás evalúan que el intendente buscará la reelección en una ronda donde el objetivo, además, será conservar las 13 bancas que ostentan en el Concejo Deliberante, dado que pone en juego ocho.

 

Aunque los Passaglia se muestran muy cercanos al Gobierno nacional y provincial, hay quienes aseguran que su pertenencia a Cambiemos está atada al devenir económico y social. “Passaglia juega con el que le conviene”, describió un opositor no descartando la posibilidad de que vuelva a las filas del peronismo si el oficialismo no crece en las encuestas.

 

 

 

De cara al armado seccional, en Cambiemos consideran que a diferencia de 2017 Passaglia “no tiene posibilidades” de negociar lugares para los propios. “Todas las reparticiones están a su cargo, en las legislativas se privilegió a su hijo. Este año van a querer jugar los otros espacios y lo que se defina en la seccional no va a pasar por la municipalidad”, destacaron.

 

LOS SOCIOS. En San Nicolás el frente Cambiemos está integrado por el passaglismo, la Coalición Cívica, la Unión Cívica Radical y el PRO.

 

El acuerdo entre Vidal y Passaglia no acercó posiciones entre la dirigencia local, pese a que en el Concejo Deliberante el bloque está integrado por representantes de la distintas fuerzas.

 

“Tenemos contacto no muy fluido con el oficialismo. En estas fechas va a comenzar a haber mayor diálogo”, dijo a Letra P el concejal radical Julio Pasqualín y resaltó que si bien están “armando” su lista partidaria definirán “las candidaturas en función de acuerdos”.

 

 

 

La negociación con el radicalismo estará centrado no sólo en el plano local sino también en el orden seccional. En las filas de los boina blanca buscará la reelección del senador Marcelo Dileo. “No tenemos inconveniente de que ellos (por la familia Passaglia) tengan la birome en el orden local, pero queremos que se nos respete nuestro lugar en la sección”, dijo en confianza un dirigente radical de la Segunda.

 

Las negociaciones parecen tensarse con los representantes de la Coalición Cívica. En 2017, los precandidatos nicoleños referenciados con Elisa Carrió no lograron que la Justicia habilitara su boleta acompañando el tramo provincial y nacional. “Nos proscribieron”, denunciaron en aquel momento, y destacaron su histórico enfrentamiento con Passaglia, dirigente denunciado e investigado por la diputada Carrió.

 

“Mantenemos la misma posición que en 2017. Queremos que se nos habilite una interna para competir con el passaglismo, queremos las mismas condiciones”, dijo a Letra P Alicia Delaude, quien en la elección anterior ocupó el segundo lugar en la nómina de precandidatos a concejales de la CC – ARI, identificada como línea interna 4.

 

En esa línea, no ocultó sus diferencias con el oficialismo pese a su pertenencia frentista. “Tenemos una diferencia abismal, es una cuestión de principios y valores. Es nuestro límite”, destacó.

 

 

 

Aunque adverso interno, el representante del PRO local es más cauto a la hora de arrojar definiciones electoralistas. Adolfo Suárez Erdaire, hombre  que responde al diputado Matías Ranzini y al ministro de Seguridad Cristian Ritondo, no oculta sus diferencias con el passaglismo, gestión a la que perteneció hasta 2014 luego de ocupar varias secretarías municipales.

 

“Yo tengo una forma muy particular de trabajar a diferencia del intendente: mi teléfono lo tiene todo el mundo, lo doy públicamente para que la gente me llame en cualquier horario”, destacó el último candidato a intendente del macrismo y ató su definición electoral a la “estrategia” que decidan sus “referentes”.

 

“Con Passaglia tenemos muchas diferencias, pero no me molestó que la gobernadora le haya abierto la puerta porque creo que era un momento para ampliar el espacio”, señaló ante el juego frentista que unió al oficialismo local y provincial.

 

 

 

LA OPOSICIÓN. Como en el oficialismo, no hay muchas variantes en los nombres que aparecen como posibles postulantes del massismo y del kirchnerismo.

 

El Frente Renovador apunta a alcanzar una performance electoral similar a la de 2017 para poder retener las cuatro bancas que tiene en el Concejo Deliberante, dado que pone en juego dos lugares.

 

Entre los nombres que se mencionan como posibles candidatos a intendentes vuelve a sonar el diputado Lisandro Bonelli, principal referente del Frente Renovador en el distrito. Además, en San Nicolás se menciona que los concejales Luciano Pastocchi y Florencia Vázquez también buscan un lugar.

 

“Estamos viéndonos con todos, reuniéndonos con referentes de distintos sectores y partidos políticos. Al no estar definido el escenario electoral a nivel nacional y provincial, en el orden local no hay nada todavía”, dijo a Letra P Pastocchi. Y agregó “que la realidad es que hay muchos que tenemos ganas, pero lo que es seguro es que no va a haber interna, va a haber un solo candidato”.

 

 

 

En el bloque de Unidad Ciudadana apuestan a sumar bancas en la próxima ronda electoral. Las tres que tienen en el Concejo Deliberante las consiguieron en 2017. Si consiguen los mismos puntos que en aquella elección duplicarán el número de representantes. Con Passaglia jugando en Cambiemos, en el peronismo habrá lugar para otros dirigentes que quedaban a la sombra de su candidatura.

 

En el kirchnerismo aparece la ex senadora Cecilia Comerio como la carta principal. También un sector menciona a la concejala Muriel Engelbrecht con chances de poder competir. En 2017, este espacio tuvo dos candidatos: Gabriel Maurino y Germán Ignacio Jaime, que ganó la PASO.

 

 

 

“En el Concejo Deliberante tenemos un bloque minoritario, pero a nivel local estamos constituidos por distintos espacios políticos, sociales y sindicales”, indicó Jaime a este portal. Y agregó que “el desafío no solo fue integrar dirigentes sino vecinos con responsabilidades institucionales, referentes de la cultura. Y esto generó una base de lo que se viene”. 

 

“En San Nicolás los intendentes han sido peronismo, la construcción es peronismo. Passaglia le mintió al electorado y a los compañeros. Privilegió a sus hijos antes que a la construcción política, porque su construcción es personal”, lanzó el concejal que respalda a Comerio y agregó que “la estrategia es el apellido, pero eso puede provocar un desgaste”. Además, mencionó las investigaciones por corrupción que tienen a la familia en el centro de la escena y la falta de contacto con los vecinos.

 

 

 

Entre las anotadas como postulantes a competir con Passaglia también está Paola Enrico, referente del Frente Mujeres del Movimiento Evita. “La compañera va a ser nuestra precandidata a intendenta en San Nicolás”, dijo el dirigente Fernando “Chino” Navarro que la acompañó en el acto de lanzamiento.  

 

A menos de dos meses del cierre de listas, en San Nicolás son muchos los nombres en danza, pero pocas las precisiones. Sólo en el oficialismo hay una carta segura: sin importar el sello, el apellido será Passaglia.

 

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