La gobernadora María Eugenia Vidal se salteó su habitual reunión de gabinete de los miércoles para concentrar a su equipo por dos días en el complejo estatal de Chapadmalal, ciudad de Mar del Plata. Será un nuevo encuentro con modalidad de retiro (por el aislamiento de 48 horas en una zona alejada del ruido), y tendrá como núcleo central la futura campaña electoral y el hecho de ser, además, el último año de la primera gestión de Cambiemos en la provincia. El encuentro comienza formalmente el viernes por la mañana y hasta el sábado al mediodía, aunque todo el gabinete se instala en el lugar el jueves por la tarde o noche para evitar viaje de madrugada. Estará también, como en los demás convites, el vicegobernador, Daniel Salvador, quien aún no logró confirmar su nueva participación en la fórmula bonaerense. Respecto a la posibilidad de tener figuras del orden nacional como invitados, no fue confirmado ni descartado por fuentes oficiales.
En el encuentro se trabajará sobre los ejes principales de la gestión que se buscarán difundir este año, con atención en las obras grandes que ya están en marcha o están planificadas, y el detalle luego de las menores pero que tienen impacto directo con el vecino. También se volverá a destacar la necesidad de hablar del SAME y la refacción de las salas de guarda que se han desarrollado en los hospitales públicos, de la reforma penitenciaria, la lucha contra las mafias (con cifras sobre derribo de bunkers y detención de bandas de narcotraficantes que “ya no le van a vender drogas a ninguno de nuestros hijos”) y de la asistencia alimentaria que se brinda en los comedores y que se aumentó durante la gestión Cambiemos.
Como sucede en estos retiros, habrá una potente y detallada charla de Federico Suárez, el ministro de Asuntos Públicos y encargado de la estrategia de comunicación del gobierno, y una de tono más político y de repaso de gestión, a cargo del jefe de Gabinete, Federico Salvai. Aunque con el transcurso de las horas, y según deslizaron algunos funcionarios, el encuentro alienta más el intercambio y la camaradería en un equipo cuya única mujer es la jefa de todos, Vidal.
La necesidad de militar más que nunca la campaña y el aumento exponencial de timbreos, también serán parte de la información descargada en las dos jornadas.
Habrá además reparto de habitaciones, ya que la mayoría se comparte entre ministros, y según dejaron trascender a Letra P, las hay más confortables y otras más “viejitas” , debido a que el complejo es una estructura antigua que tuvo un mantenimiento desparejo.
También juegos de mesa, deportes tradicionales al aire libre y las competencias ya clásicas como el tenis que enfrenta siempre a Salvai con el ministro de Agroindustria, Leonardo Sarquís.
No se confirmó si habrá karaoke, aunque es una de las modalidades de divertimento al que suelen apelar por la noche, luego de una cena en equipo.
