La banca del senador por el Departamento Rosario la ostenta el Frente Progresista, en la figura de Miguel Cappiello. Por Cambiemos intentará desbancarlo el ex concejal rosarino y radical Martin Rosúa. No le será sencillo, le tocará enfrentar a la intendenta Mónica Fein y al PJ, que dirimirá su candidato en una PASO entre la concejala Norma López y el periodista de Fútbol Para Todos Marcelo Lewandowsi. En diálogo con Letra P, Rosúa reclamó hacia adentro de Cambiemos una mayor escucha del PRO para con el radicalismo. “Si no nos escuchan, será momento de dar una disputa electoral en las elecciones presidenciales”, apuntó. Además, habló del aparato publicitario del socialismo.
-Cambiemos hizo una gran elección en 2017 en la provincia y en Rosario. ¿Es más difícil ser candidato del macrismo ahora?
-Sí, es mucho más complejo. El 2017 fue una competencia de marcas y a Cambiemos, con el concepto del cambio nada más, le alcanzó para canalizar el rechazo que gran parte de la sociedad sentía sobre sectores del gobierno anterior y le permitía consolidar una primera etapa exitosa en lo económico, que fue la que finalizó en diciembre de 2017, la etapa de gradualismo. Hasta que determinados factores terminaron por truncar la vía de financiamiento y ahí se terminó el gradualismo y nos encontramos con las corridas cambiarias y el comienzo de la crisis en 2018. Ahí se transforma la realidad y se hace más difícil el escenario electoral de este año que el anterior.
-A la vez le toca competir en la categoría senadores con la intendenta Mónica Fein. ¿Cuál es el desafío?
-Pasa algo muy particular en la categoría senador. Primero, se hace muy difícil competir con alguien que tiene cien por ciento de conocimiento y una estructura gigantesca vinculada al sostenimiento de un aparato publicitario, el más grande que he visto en los últimos quince años. Se hace muy difícil remar desde atrás y solos contra un aparato tan grande, pero es muy interesante que, en la elección de senadores, al estar simplificada y no haber proliferación de candidatos, se van a discutir tres modelos: Fein, con el modelo de gestión del socialismo, que ha hecho agua en materia de inseguridad, infraestructura; el modelo del kirchnerismo, con Norma López o Marcelo Lewandowski, ya sabemos cómo fue el mal de gobierno que le han hecho a Argentina y querrán trasladarlo a Rosario; y, por último, Cambiemos, que viene con un proceso de transformación muy difícil y, particularmente en mi caso, con una mirada crítica en algunas cuestiones y hay que corregir el rumbo y mejorarlo.
-¿Es momento para que los radicales tengan mayor lugar y peso en Cambiemos?
-Es una mala interpretación de todos estos años que se diga que el radicalismo pedía cargos. Lo que el radicalismo necesita no son cargos, pero sí que nos hagan partícipes de las decisiones, porque así como nosotros participamos del gobierno y lo defendemos legislativamente a capa y espada en las Cámaras de Diputados y Senadores de la Nación, también es cierto que después no podemos participar de las decisiones más trascendentales, que son las que terminan generando resultados que afectan la vida de la gente. Tiene que haber una corrección del rumbo muy importante por parte del gobierno nacional, que escuche al radicalismo, porque tiene una mirada distinta al PRO.
-¿Y si no lo escucha, qué?
-Cambiemos nació como una coalición electoral, después se transformó en una alianza parlamentaria y si nos escuchan vamos a transformarnos en una verdadera coalición de gobierno. Si no nos escuchan, será momento de dar una disputa electoral en las elecciones presidenciales.