Mientras en la Legislatura bonaerense se discute contrarreloj la ley impositiva 2020 presentada días atrás por el gobernador Axel Kicillof, en la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) deslizaron señales de “preocupación” por algunos trazos inscriptos en el texto que contiene el esquema tributario que pretende el nuevo gobierno y que, como eje central, busca una actualización impositiva tomando la inflación de 2019 (estimada por privados en 54,6%).
En diálogo con Letra P, el titular de la entidad ruralista, Matías De Velazco, hizo foco en uno de los párrafos iniciales del proyecto que expresa que “en lo atinente al impuesto Inmobiliario, se propone una adecuación de las valuaciones fiscales”. Tomado de esto, el dirigente agropecuario sostuvo: “Nos preocupa un poco cuando hablan de una adecuación de la valuación fiscal. Nos preocupa porque de ahí puede salir algo que puede derivar en un incremento excesivo de los impuestos que pagamos”.
Consultado sobre el esquema de segmentación sobre el que hace foco el oficialismo para referirse a la progresividad de la estructura tributaria propuesta, De Velazco expresó: “En Carbap nunca hicimos diferenciación de productores. Para nosotros, todos los productores son iguales, es una cuestión conceptual. Lo que sí nos preocupa es que cada nivel del Estado realiza su aumento pero después todos los productores pagamos con el mismo bolsillo”.
En este sentido, cuestionó que, al unísono de los incrementos establecidos en la Ley Impositiva bonaerense 2020, “ahora se vienen también las tasas municipales que van a rondar entre el 55% y el 70%”. “Todo se va sumando y en el otro plato de la balanza estamos pasando una seca muy importante, más el sogazo a nivel nacional que ha sido muy grande por retenciones”, se quejó.
Ante eso, como premisas fundamentales, el dirigente ruralista pidió “que no toquen las valuaciones fiscales y que exista un análisis global del Estado acerca de cuál es la presión impositiva sobre el campo, en vez de que cada nivel del Estado (Nación, Provincia y Municipios) se preocupe por su propia supervivencia y equilibrio”.
DOS IMPUESTOS RECHAZADOS. Por otro lado, De Velazco también cuestionó la persistencia en la Ley Impositiva 2020 de dos tributos largamente rechazados por las entidades del campo: el Impuesto Inmobiliario Complementario y la Transferencia Gratuita de Bienes (a la herencia), ambos creados durante la administración Scioli y que, más allá de sus promesas de campaña, Vidal nunca desactivó: “Es algo que le hemos planteado a la Provincia, lo vamos a trabajar. Evidentemente en el proyecto de ley presentado lo mantienen pero vamos a seguir insistiendo en la derogación de los mismos”, enfatizó el dirigente.
Por su parte, también desde Carbap, la coordinadora de Lechería de esa entidad, Andrea Passerini, resaltó que, en la persistencia de esa carga tributaria, tiene mucho que ver la promesa incumplida de la pasada administración de Cambiemos: “Lo que más duele del gobierno anterior es que había prometido en campaña impulsar la derogación del Impuesto Inmobiliario Complementario que creó Scioli en 2013, que es inconstitucional e ilegal porque grava dos veces el mismo bien, y no lo derogó. Entonces, ahora estamos a la merced de un doble impuestazo: el Inmobiliario y el Inmobiliario Complementario. Y Vidal tampoco derogó el Impuesto a la Herencia, que es totalmente ideológico, que también puso Scioli por el cual el Estado provincial recaudaba muy poco, no movía el amperímetro, y también lo dejó. Ahora, a llorar a la Iglesia”, expresó en diálogo con Letra P.
TAMBOS: EXENCIONES Y NECESIDADES. En el proyecto de ley impositiva de Kicillof figura un artículo en el que se avanza sobre exenciones impositivas para aquellos tambos pequeños. En la actualidad, el Código Fiscal –Ley Nº 10.397- exime impositivamente a tamberos propietarios de menos de 50 hectáreas. La iniciativa girada por el nuevo gobierno extiende ese beneficio a tambos de hasta 100 hectáreas, con una aplicación del 50% del beneficio cuando el inmueble tenga hasta 150 hectáreas.
Sobre este punto había hecho hincapié incluso el ministro de Hacienda, Pablo López, al dar cuenta de “una serie de exenciones a propiedades pequeñas de producción agropecuaria, en especial la tambera”.
Consultada al respecto, Passerini tomó la medida como “una buena señal para el tambo chico”, pero marcó que “en Provincia de Buenos Aires el perfil de tambo es más grande”. Según datos de la Dirección Provincial de Lechería que manejan en Carbap, solo alrededor de 200 tambos son de 100 hectáreas y no más de 300 tambos de 150 hectáreas, mientras que la extensión del tambo promedio en la provincia de Buenos Aires se establece en 270 hectáreas. En territorio bonaerense existen alrededor de 1.500 tambos.
“Por supuesto que a los de menos de 100 hectáreas les va a servir. Pero con el tambo hay que hacer otras cuestiones. Eso serviría más en Santa Fe, donde tenés tambos chicos, pero en la provincia de Buenos Aires la mayor parte de los tambos son más grandes”, detalló Passerini para hacer foco en la necesidad de mirar los desbarajustes de la cadena láctea y las reglas de juego comerciales: “No se aplica ni el contrato de suministro estipulado por el Código Civil y Comercial de la Nación, existe posición dominante, arbitrariedad del resto de los eslabones sobre el eslabón primario y los eslabones ajustan sobre el precio del tambo. La lechería hay que encararla por la cuestión de la comercialización, donde los más chicos son los más perjudicados porque tienen menos poder de negociación y tironeo”, puntualizó.