MEMORIA & BALANCE

Los amores de Paolo y la primavera albertista

El jefe de Techint elogió a Kulfas y al industrialismo, a cuatro años de hacer lo propio con el Macri ingeniero. Así, cerró el círculo de CEOs que apoyan a Todos. Se entusiasman con la recuperación.

Los nuevos tiempos políticos vienen con particularidades. Una de ellas, que los empresarios están más confiados en un rebote de la economía más rápido de lo que ven en el Gabinete del presidente Alberto Fernández. La segunda particularidad es que la mayoría de los empresarios que manifiestan esta teoría no saben muy bien cómo podría ocurrir la recuperación de una crisis que acumula cuatro años de números rojos fuego. Un tercer punto explica un poco esta reacción espasmódica de los CEOs: la pandemia que fue Cambiemos para los negocios -con empresas emblema quebradas y algunas rematando para cerrar, como la histórica Zanella- hizo que en solo tres días de asumido el poder, el gobierno de Fernández sea visto como un cambio de tendencia, como un viraje emocional que predice mejores números. Parece apresurado, pero es lo que ocurre.

 

Paolo Rocca, el dueño de Techint, era el último empresario que sostenía a Macri y su gobierno sin pegar el garrochazo. Pero sucumbió al albertismo hace unas horas, cuando el foro Pro Pyme, que organiza la siderúrgica, invitó al ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, a un living a solas con él. Para compartir el cierre de la jornada en la que Rocca elogió al ministro, a las políticas industrialistas de Fernández y apostó a una recuperación. Cuatro años antes, hizo algo similar con Macri. Ponderó que, por primera vez, habría un presidente ingeniero, y que eso debería ser ordenador de la cuestión interna, la política y los negocios. No pasó, y Paolo renovó expectativas.

 

 

Kulfas, con supermercadistas de ASU.  

 

Algo parecido, referido al cambio de clima, se respiró en la primera reunión que mantuvieron Kulfas y la secretaria de Comercio Interior, Paula Español, con los popes de la Asociación de Supermercados Unidos (ASU), que nuclea a Coto, Carrefour, La Anónima, Walmart, Jumbo y Disco, entre otros. “Una amabilidad total, de hecho, cuando nos preguntaron por los aumentos de precios fue para saber qué visión teníamos nosotros”, contó a Letra P un alto CEO del retail que ocupó la mesa en las oficinas de Diagonal Sur. Cuentan que en ese mitín, hasta Federico Braun, de La Anónima y tío del ex secretario Miguel Braun, salió contento y entusiasmado. Los supermercados han perdido dinero que nunca antes en la historia, y la necesidad tiene cara de hereje. En ese escenario, Kulfas blanqueó que sus equipos venían siguiendo la dinámica de los aumentos desde agosto a esta parte, y que las subas habían estado bastante por encima de la devaluación.

 

En la misma línea y casi sin chistar, los laboratorios nacionales nucleados en CILFA le anunciaron al ministro de Salud, Ginés González García que aceptan una rebaja del 10% en los precios de los remedios. También salieron del closet luego de años de peleas duras con Cambiemos y un derrumbe importante en la venta de remedios. 

 

 

En la práctica, Guzmán es más un ministro de Finanzas. Kulfas, el de la economía real. 

 

Hay un pleno de apoyo que vislumbra otro dato que no parece menor y que a priori parecía confuso. Fernández tendrá algo más de 100 días de calma de parte del Círculo Rojo. Siempre y cuando se resuelva la cuestión de la deuda. En la operativa diaria, Martín Guzmán, el ministro de Economía, es en realidad una especie de ministro de Finanzas que atiende el conflicto externo. Y Kulfas es el ministro de la economía real, el encargado de la recuperación real, la de la calle, la del bolsillo. El que tiene en la mano la piedra caliente de la inflación, el consumo y la recomposición industrial. En síntesis, el responsable de hacer crecer el empleo.

 

 

 

Tiene algunas ventajas. Buenas partes de su equipo es viejo conocido de muchos empresarios, desde Español hasta el encargado de Industria y Comercio Exterior, Ariel Schale, un industrial que viene del sector textil y conoce a las fábricas desde todos los enfoques. Esto, más el discurso que le elogiaron a Fernández en su asunción, logró que muchos empresarios (Miguel Acevedo, Marcos Galperín, Daniel Funes de Rioja, Jorge Brito, etc) vayan al Congreso a darle un respaldo que se verá cuando en breve se sienten con los gremios en la mesa del pacto social. 

 

Los preocupados por la situación son pocos. O, mejor dicho, los que están mirando más otro plano que el económico son los menos. Uno de ellos, el hermano de la vida de Macri, Nicolás Caputo. “Nicky” circuló en eventos varios esta semana aclarando que hay zozobra por cómo procederá la Justicia con los empresarios y sus negocios durante el macrismo.

 

 

 

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