El sindicalismo salió a repudiar el golpe de Estado en Bolivia y se solidarizó con el presidente saliente Evo Morales, en medio de la crisis institucional que vive ese país y ante el silencio del presidente Mauricio Macri.
La Confederación General del Trabajo (CGT) manifestó su "más enérgico repudio" ante la consumación de un "golpe de Estado" en Bolivia, el cual se consumó gracias al “accionar violento de grupos civiles que actuaron con el beneplácito de la policía autoacuartelada y la pasividad del ejército”.
"Como trabajadores, que conocemos y hemos sufrido la persecución, valoramos la institucionalidad democrática y no podemos aceptar que la violencia desatada avance sobre las conquistas sociales y económicas alcanzadas por la lucha de los pueblos latinoamericanos", dijo la CGT en un comunicado.
"Expresamos nuestra solidaridad con el pueblo de Bolivia y sus representantes políticos, sociales y sindicales y exigimos que se respete la integridad física de quienes están siendo perseguidos por aquellos que promueven la violencia y el caos institucional", agregó la Confederación.
El texto lleva la firma de los secretarios generales, Héctor Daer y Carlos Acuña; del secratario de relaciones internacionales, Gerardo Martínez; el secretario de Derechos Humano, Julio Piumato; y del secretario de prensa, Jorge Sola.
En la misma línea, la CTA Autónoma hizo "un llamamiento al gobierno argentino y a todos los presidentes de la región a desconocer el gobierno de facto".
En un comunicado, la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma recordó que "horas antes de presentar su renuncia, el presidente Evo Morales había convocado a nuevas elecciones", luego de conocerse un informe de la Organización de Estados Americanos (OEA) que denunció "irregularidades muy graves" en la elección presidencial.
"Persecuciones, ataques, secuestros, intimidaciones se han convertido en moneda corriente por parte de los grupos radicalizados. Autoridades, funcionarios, movimientos sociales, campesinos, indígenas y populares, así como periodistas han sido foco de las agresiones de grupos fascistas, que terminó con la renuncia de Evo Morales y García Linera", dice el texto.
Agrega que desde la organización ven con "enorme preocupación el riesgo en que quedan los logros sociales, económicos y políticos alcanzados durante estos años" de gestión de Morales.
También manifiesta preocupación por "la integridad física de Evo Morales, de Alvaro García Linera (vicepresidente), y de las bases militantes del MAS, como así también de referentes sociales, sindicales y campesinos".