A pesar de la drástica derrota de María Eugenia Vidal, en territorio bonaerense Cambiemos logró conservar bastiones de relevancia en cada una de las secciones electorales, logrando los intendentes que fueron por la reelección triunfos más voluminosos que los obtenidos en 2015, algo que no solo los posiciona con espalda suficiente para el arranque de un segundo periodo de gestión –con sus respectivos bloques consolidados en el deliberativo- sino que también los posiciona como caciques territoriales en su zona de influencia e, incluso en algunos casos, en la mesa de discusión de lo que será la estructura opositora bonaerense a partir del 10 de diciembre próximo.
Un caso paradigmático en este sentido es el de Jorge Macri en la Primera sección electoral. El intendente de Vicente López logró su segunda reelección en su distrito con el 62,53% del total de votos, siete puntos y medio por encima de la performance de 2015 (54,95%) y siendo el impulsor de los significativos triunfos de Vidal y su primo Mauricio en el distrito, donde prevaleció la boleta entera y el corte no superó la franja de los cinco puntos.
Titular del PRO bonaerense y primer jefe comunal del partido amarillo, seguirá interactuando entre su proyección bonaerense –que acentuará, como contó Letra P esta semana- y su función local, donde tiene como dirigente de confianza a la secretaria de Desarrollo Social local, Soledad Martínez –que encabezó la lista para el Concejo-, mientras que en la Legislatura renovó su banca la titular de la Juventud PRO, Verónica Barbieri, que integra esta estructura.
En la Segunda sección (norte de la provincia), los dos principales distritos en cantidad de electores permanecen bajo el ala cambiemista: San Nicolás y Pergamino. El primero, con la victoria de Manuel Passaglia, con el 55,4%, resultado casi idéntico al obtenido por su padre Ismael hace cuatro años (55,1%). Allí, el corte se hizo sentir con fuerza: Macri sacó 15 puntos menos que el intendente y Vidal 12% por debajo del jefe comunal, que mantendrá un fuerte predominio en el recinto deliberativo. En el municipio sojero por excelencia, Pergamino, el amarillo PRO se marcó con más fuerza que en 2015. Allí, Javier Martínez alcanzó la reelección con el 58,79% de los votos, ocho puntos más que hace cuatro años y arrastrando a Vidal y Macri fronteras arriba de los 50 puntos.
En la Tercera sección, mientras Martiniano Molina cayó en Quilmes y el radicalismo perdió sus dos bastiones principales (San Vicente y Berisso), quien no solo conservó su distrito sino que lo hizo superando el caudal de votos obtenido en 2015 fue el intendente de Lanús, Néstor Grindetti, que se impuso con el 49,4% del total, 12% más que la cosecha que lo catapultó a la Intendencia lanunense hace cuatro años. En este populoso municipio del sur del conurbano la tijera también se expresó con fuerza. El jefe comunal PRO obtuvo 15 puntos más que Macri y 12 más que Vidal en su distrito.
“Con la elección que hizo, claramente es un referente del PRO con proyección provincial, sin lugar a dudas”, sostienen armadores amarillos que, de todas formas, aseguran que “la vocación de Néstor es ser intendente, no quiere ser gobernador, presidente ni Papa”, pero sí lo ubican como un “líder territorial, un referente de consulta del sur del conurbano”.
En ese rol, observan que la tarea seccional será pasar rastrillo para analizar quiénes siguen en carrera y si va a haber una renovación o no en cada uno de estos distritos. En lo municipal, el bloque oficialista mantendrá su corpulencia, al lograr ingresar siete concejales en esta elección. En tanto, en la Legislatura Grindetti seguirá teniendo dirigentes de confianza: Lorena Petrovich, en el Senado, y su ex jefe de Gabinete y armador seccional, Adrián Urreli, en Diputados.
En la Cuarta, el distrito más fuerte también seguirá bajo la órbita PRO luego de un contundente triunfo del intendente Pablo Petrecca con el 52,07% de los votos, superando en más de diez puntos su performance de 2015. Aquí, el corte fue escaso con relación a Vidal, pero fue más notorio en relación a Macri (más de seis puntos). Alineado provincialmente a Jorge Macri, Petrecca tiene también sus representantes en la Legislatura provincial: Juan Fiorini (en el Senado) y Laura Ricchini, quien renovó su banca en Diputados en esta última elección.
En tanto, en el Concejo las cosas estarán repartidas: diez bancas para el oficialismo y diez para la oposición, aunque a la hora de inclinar la balanza hacia el Ejecutivo en caso de ser necesario, estará el voto doble del presidente del Cuerpo, Gabriel D'Andrea, proveniente de la Fundación Pensar, think tank PRO.
En la Quinta sección, el triunfo en Mar del Plata fue el más ajustado pero, a la vez, uno de los más valiosos para Cambiemos, teniendo en cuenta el peso específico de este distrito en el orden bonaerense y, también, por los turbulentos antecedentes de tensiones internas que derivaron en la salida del espacio del intendente actual, Carlos Arroyo. Su sucesor a partir del 10 de diciembre, Guillermo Montenegro, construyó su candidatura de la mano de la gobernadora María Eugenia Vidal y con un fuerte respaldo también de dirigentes como Horacio Rodríguez Larreta.
El ex ministro de Seguridad porteño obtuvo un 40,43%, seis puntos y medio menos que la performance de Arroyo en 2015. Con esos resultados, como contó Letra P, el flamante intendente tendrá un escenario complejo en el Concejo, con un bloque peronista nutrido y una bancada cambiemista dispersa, en formato de interbloque y con potenciales enemigos internos. En la Legislatura bonaerense, el oficialismo tendrá varios representantes, con el actual jefe del bloque Cambiemos en Diputados, el radical Maxi Abad, a la cabeza. Entre los socios de Montenegro, también figura Lucas Fiorini en el Senado. Según pudo saber Letra P, ya hay dirigentes cercanos al próximo intendente marplatense que están pidiendo pista por una banca en la Cámara Alta provincial para 2021. Es que, más allá de los aliados, Montenegro no cuenta en la Legislatura con un dirigente de su mesa chica.
En la Sexta, su bastión central, Bahía Blanca, seguirá en manos del PRO. El intendente Héctor Gay revalidó con el 50,90%, superando en más de siete puntos su elección de 2015 cuando accedió a la Intendencia (43,52%). Con escaso corte de boleta, su porcentaje de votos fue similar al de Macri y se ubicó cuatro puntos por debajo de Vidal.
Allí, el Grupo Bahía se consolida. Además de la victoria de Gay, conserva el predominio seccional, con Nidia Moirano renovando su banca en el Senado. En la Legislatura, el armado bahiense también cuenta con Santiago Nardelli en Diputados. En el Concejo Deliberante, Gay logró ingresar siete ediles, por lo que el oficialismo municipal volverá a tener mayoría en el recinto, con 12 escaños y el voto doble de la presidencia del Cuerpo.
En la Séptima, Ezequiel Galli conserva el poder municipal en el distrito más populoso de esta jurisdicción, Olavarría. Lejos del sacudón político que representó para su gestión el trágico recital del Indio Solari de principios de 2017, este dirigente que irrumpió en el distrito hace cuatro años de la mano de Emilio Monzó logró superar en cinco puntos su performance de 2015 (de 45,44% a 50,57%) y recupera terreno en el Concejo Deliberante, donde el radicalismo rompió el bloque en julio pasado, herido por un cierre de listas en el que –denunciaron- que la nómina de Juntos por el Cambio en el distrito llevaba en sus primeros casilleros a candidatos y candidatas testimoniales que son funcionarios municipales y que no van asumir sus bancas tras la elección.
Y algo de razón tenían. Apenas conocidos los resultados, Galli anunció que el cabeza de lista para el deliberativo, Juan Mujica, no asumirá su cargo de edil ya que seguirá como subsecretario de Administración municipal.
Finalmente, en la Octava sección –La Plata-, Julio Garro sorteó con éxito el complejo panorama que asomaba post PASO, cuando la sumatoria de la tupida interna del Frente de Todos se imponía al oficialismo. Pero en octubre los números fueron diametralmente opuestos y Garro retuvo la capital bonaerense sacando siete puntos más que en 2015 (de 41,64% a 48,72%).