El armado electoral de Cambiemos en la Sexta sección pone en juego tres bancas de cara a la próxima competencia electiva. Los distintos socios de la alianza, si bien buscan aumentar ese número, todos pugnan por los primeros lugares. El tridente bahiense saca a relucir la performance macrista en su distrito y no quiere ceder poder. Los radicales, por su parte, también exigen casilleros importantes y reclaman dos ubicaciones dentro de los primeros cuatro.
Consolidados en la gestión que Héctor Gay lleva adelante en Bahía Blanca, el oficialismo distrital está convencido que podrá irradiar al resto de la sección electoral el triunfo alcanzado en las últimas elecciones. Es que junto a la senadora Nidia Moirano- que en 2015 encabezó y metió cuatro de los seis lugares en juego- y el diputado Santiago Nardelli, se constituyeron en un tridente que comenzó a moverse en módulo y se convirtió en una pieza clave en la Sexta. Por eso apuestan a tener un rol preponderante en las próximas elecciones.
Con este escenario como telón de fondo, todo indica que Nardelli no sólo está anotado para renovar su mandato por cuatro años más, sino que será cabeza de lista. Sin embargo, las negociones más importantes se dibujaron a partir del segundo lugar.
Rosío Antinori, la diputada de Tres Arroyos que juró en 2015 para completar el mandato que Gay licenció para asumir en Bahía Blanca, también quiere quedarse en la Legislatura. Sin embargo, la aspiración de ubicarse en el segundo lugar de la lista estaría descartado.
Según supo Letra P, ese casillero estaría reservado para la concejal del PRO, también de Tres Arroyos, Laura Aprile, hija del ex intendente Carlos Aprile, y parte del equipo de Alex Campbell y Federico Salvai. La joven fue elegida en 2013 por el ahora presidente de la nación Mauricio Macri para que encabece la lista de ediles, alejándola del partido Movimiento Vecinal, con el que su padre llegó a ser dos veces jefe comunal. La intención del entonces jefe de Gobierno porteño era sumar al ex intendente para hacerse fuerte en ese distrito con un apellido reconocido. El rechazo de Aprile padre ubicó a su hija como referente del espacio.
Con los dos primeros lugares ocupados por el macrismo, la Unión Cívica Radical tiene poco margen para hacer cumplir sus pretensiones: dos ubicaciones dentro de los primeros cuatro. Por eso es muy probable que ese lugar lo ocupe el salliquelense Emiliano Balbín, asesor de la Secretaria General de la Gobernación y portador de apellido: es hijo del ex intendente Osvaldo Balbín y nieto del histórico dirigente radical Ricardo Balbín.
El cuarto lugar está en disputa. El radicalismo apuesta a que la balanza de las negaciones se incline a su favor e impulsan a la mujer del ex intendente de Laprida, Alfredo “Vasco” Irigoin. Se trata de la concejal y presidente de la UCR distrital Anahí Bilbao. Sin embargo no está todo definido. Los bahienses buscan anotar a Rosío Antinori, sobrina de la senadora Moirano.
El restante diputado que se le vence el mandato en el deroense Luis Oliver, quien no se anotaría para renovar sino para volver a jugar en el pago chico donde fue intendente hasta que licenció el cargo en 2009 para asumir en la Legislatura bonaerense.
De conseguir los radicales el lugar para Balbín y Bilbao, la quinta ubicación sería para el macrista Manuel Vidal, el pringlense que actualmente encabeza la Subsecretaría de Políticas Docente y Gestión Territorial del Ministerio de Educación.