Sábado 28 a la noche, en el departamento que pertenece a Enrique Albistur, donde sólo ingresan las visitas reservadas. A menos de un mes de las elecciones presidenciales, Alberto Fernández y Marcelo Tinelli acordaron trabajar juntos en un objetivo concreto. Los reunió Matías Lammens, el puente entre dos universos que durante años quedaron bien lejos. La excusa fue el Plan Alimentario “Argentina sin Hambre”, que el candidato del Frente de Todos presentará el lunes próximo en la Facultad de Agronomía de la UBA.
El encuentro en Puerto Madero fue confirmado el viernes a la noche por el presidente de San Lorenzo, el elegido de Fernández para pelear contra Horacio Rodríguez Larreta en la zona franca del macrismo. “Nos juntamos el sábado pasado con Marcelo en la casa de Alberto. Yo tenía ganas de que se vieran. Alberto tiene un plan contra el hambre y quiere convocar a diferentes actores de la sociedad civil. Me parece que Marcelo en eso puede aportar, que es un gran comunicador, que tiene sensibilidad”, contó Lammens en el programa “Fuera de Tiempo”, que se emite por FM Milenium.
Sin antecedentes en la política, pero muy ligado a Tinelli por San Lorenzo, el candidato a jefe de Gobierno por el espacio del pankirchnerismo consideró que el creador de Showmatch puede, incluso, “colaborar con la gestión de Alberto” si Fernández logra repetir el 27 de octubre los resultados de agosto. Lammens aclaró que el aporte del conductor, que amagó hace unos meses con sumarse al espacio efímero de Alternativa Federal, no pasaría por un cargo en la función pública: “No como ministro, pero sí creo que puede colaborar. Constituir esa mesa contra el hambre y dotarla de figuras con legitimidad le va a dar peso específico a esa mesa”, afirmó.
ESPANTO Y POBREZA. Según publicó La Nación, Tinelli le dijo a Fernández que le daba “vergüenza” ver un país con más de 15 millones de pobres como el que gobierna hoy Mauricio Macri. De acuerdo al dato del INDEC, en el último año, fueron empujados a la pobreza más de tres millones de personas y la cifra pasó del 27,3% al 35,4% en el primer semestre de 2019. Para la UCA, la situación se agravará hacia el final del mandato del Presidente y Cambiemos llegará a diciembre con el 39% de los argentinos bajo la línea de pobreza.
La cena en Puerto Madero terminó de sellar la reconciliación pública entre Tinelli y Fernández, una más de las que hizo posible la gestión Macri.
La cena en Puerto Madero terminó de sellar la reconciliación pública entre Tinelli y Fernández, una más de las que hizo posible la gestión Macri.
Durante los lejanos años del primer kirchnerismo, el candidato frustrado a presidir la AFA había definido al entonces jefe de Gabinete como el “López Rega” de Néstor Kirchner. A eso también se refirió Lammens, el promotor del encuentro. “Históricamente, (Fernández y Tinelli) habían tenido algunos cruces. Por eso, me parecía bueno que estuvieran cerca, porque para lo que viene de Argentina va a ser importante construir puentes, construir consensos. Pero de verdad. Hay que construir consensos de verdad, de fondo. Hay que sentar a todos a la mesa y explicarles que, si no los construimos, estamos a un paso del abismo”.
De buena relación con Larreta y con María Eugenia Vidal, el animador se enfrentó a Marcos Peña desde el inicio del gobierno de Macri. Nunca logró digerirlo. Sin embargo, mantuvo los puentes con los que consideraba los rostros “más sensibles” del PRO. Con el Presidente, la relación tampoco fue la mejor. Estaba en el origen el rencor por la elección frustrada de la AFA, donde Tinelli tuvo su bautismo de fuego en la política y salió eyectado. Lammens era su principal aliado.
CRÍA CUERVOS. Todo sucedió de manera vertiginosa. En el búnker de la calle México lo cuentan así. Fue apenas hace unos meses cuando Fernando “Chino” Navarro le acercó a Lammens al profesor de Derecho Penal de la UBA. También hincha de San Lorenzo, el dirigente del Movimiento Evita que apostó por dejar atrás al cristinismo durante tres años había trabajado con Fernández en la aventura frustrada de Florencio Randazzo en la provincia de Buenos Aires. El egresado del Colegio Nacional Buenos Aires llegó justo: Fernández no quería convalidar la interna porteña que se le venía encima por las diferencias entre dos viejos socios del PJ porteño. Mientras Mariano Recalde era respaldado por Juan Manuel Olmos para enfrentar a Larreta, Victoria Donda era promovida por Víctor Santa María. Acostumbrado a morder el polvo de la derrota durante los años en que manejó la estrategia del kirchnerismo en la Capital Federal, Alberto reclamaba un candidato que viniera de afuera de la política.
Mientras Lammens comenzaba a despegar del socialismo y del proyecto de Lavagna para acercarse a Fernández, Tinelli intentaba despegar de la guerra de egos del PJ no kirchnerista, el espacio en el que solo permanecieron Lavagna y Juan Manuel Urtubey. Según pudo saber Letra P, ya en marzo pasado, cuando el ganador de las PASO era todavía el principal operador de Cristina Kirchner, el creador de Showmatch le había avisado en forma personal que no pretendía sumarse a Alternativa Federal. Después de haberlo elogiado en público, el animador más popular de la televisión argentina estaba disconforme por el trato displicente que Lavagna le había dado.
En los últimos meses, los contactos se incrementaron vía WhatsApp y Fernández llamó por telefóno al conductor de El Trece antes de viajar a España, donde terminó de madurar la propuesta de su plan contra el hambre. En principio, Tinelli no estará el lunes en el acto en la Facultad de Agronomía, pero en el albertismo no descartan que aparezcan juntos en algún momento antes del 27 de octubre.
CHAU MEDIO. En junio de 2018, cuando Macri se quedó sin nafta y decidió pedirle socorro al Fondo, el conductor nacido en Bolívar comenzó a pensar por primera vez seriamente en la posibilidad de ser candidato a presidente. Vio en la crisis económica y la desilusión con Cambiemos una oportunidad para un outsider. Después de 30 años como fenómeno masivo, seis años en la conducción de San Lorenzo y un intento frustrado de asumir la presidencia de la AFA, empezó a admitir en privado que tenía ganas de hacer “más cosas” y a reunirse con dirigentes del peronismo que se habían distanciado de Cristina Kirchner. como Eduardo “Bali” Bucca, Miguel Angel Pichetto, Juan Schiaretti, Sergio Massa, Randazzo, Urtubey y, también, economistas como Martín Redrado, ahora cercano al empoderado Fernández.
Todas las señales que daba mostraban a Tinelli lejos de Macri y de su disco rígido, Peña. En una entrevista que le concedió a Luis Novaresio, habló de la necesidad de romper con “la grieta que le sirve a cinco” y pidió “que no se enojen los empresarios” porque su “mirada era para los de abajo”. Sin peso territorial en el distrito madre de todas las batallas, los cuatro peronistas que se reunieron en 2018 en la mesa de Guillermo Seita lo veían como el mejor candidato a gobernador en la provincia de Buenos Aires.
Sin embargo, aunque sus movimientos iban a la confluencia con el experimento de Alternativa Federal, algo no le cerraba. Ya entonces chateaba con el ex jefe de Gabinete, el operador de CFK que no imaginaba el rol que lo esperaba a la vuelta de la esquina.
A diferencia de los panqueques que el 12 de agosto comenzaron a hacer cola en el búnker de la calle México, Tinelli es un actor siempre codiciado por la política. Tiene peso propio por su masividad y por la repercusión que adquiere cada comentario en su programa o cada mensaje en su cuenta de Twitter. Además de las tareas que hace con su fundación, el socio de Lammens en la gestión de San Lorenzo no oculta su vocación política. Hoy se acerca a Fernández por el espanto ante la crisis que deja Macri. El más ambicioso de sus sueños puede esperar, un tiempo más.
