El cierre de las mesas de votación le dio paso a la guerra de nervios y a la fuerte expectativa por conocer quién será el presidente del país por los próximos cuatro años. Con un resultado esperado tras el aplastante triunfo de las PASO, millones de argentinos concurrieron a las urnas en una jornada electoral sin sobresaltos y con una participación que –se estima– fue algo superior a la del 11 de agosto.
Desde las 8 de este domingo, los argentinos votaron en todo el país para elegir, además de a su presidente y vicepresidente, a 24 senadores y a 130 diputados nacionales, en una jornada electoral en la que, además, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, la provincia de Buenos Aires, Catamarca y La Rioja eligieron a sus autoridades, legisladores e intendentes.
Según la justicia electoral, 33.841.837 argentinos figuraron en el padrón nacional y estuvieron habilitados para emitir su voto en 10.184 urnas distribuidas en más de 14.500 escuelas del territorio nacional.
Para ganar en primera vuelta, la fórmula presidencial que se imponga deberá obtener el 45 por ciento de los votos válidos o el 40 por ciento y una diferencia mayor al 10 por ciento sobre el segundo. De no alcanzarse esos guarismos, habrá segunda vuelta electoral, el 24 de noviembre, entre las dos fórmulas más votadas.
La fórmula del Frente de Todos conformada por Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kichner llegó como favorita después del aplastante triunfo que obtuvo en las PASO del 11 de agosto, aventajando por 17 puntos a Mauricio Macri y Miguel Ángel Pichetto (Juntos por el Cambio).
Se espera que la Cámara Nacional Electoral (CNE) comience a dar a conocer los resultados del escrutinio provisorio a partir de las 21. La jueza electoral María Servini determinó que los resultados se den a conocer una vez que esté escrutado al menos el 10 por ciento de las mesas en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos, además de la CABA.
Las otras cuatro boletas que compitieron para la presidencia fueron la de Consenso Federal, que postuló al economista Roberto Lavagna y al gobernador salteño Juan Manuel Urtubey; el frente Unite por la Libertad y la Dignidad, que llevó al economista José Luis Espert y al periodista Luis Rosales; el Frente NOS, con el ex jefe de la Aduana Juan José Gómez Centurión y la ex diputada del PRO Cynthia Hotton; y el Frente de Izquierda y de Trabajadores-Unidad, con los diputados Nicolás del Caño y Romina del Pla.
Habrá comicios generales en otros cuatro distritos, dado que la ciudad de Buenos Aires elegirá jefe de Gobierno, así como las provincias de Buenos Aires, La Rioja y Catamarca elegirán gobernador, legisladores y autoridades comunales.
A nivel legislativo, en estos comicios se renovarán la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio del Senado de la Nación, con la elección de 130 diputados por un mandato de cuatro años y 24 senadores, por seis años.
El peronismo arriesga más de la mitad de las 24 bancas que deben renovarse en este turno, y que corresponden a los senadores elegidos durante las legislativas de 2013.
El justicialismo y sus aliados, entre los que se cuentan representantes de partidos provinciales como el Proyecto Sur porteño o el Frente Progresista de Río Negro, puso en juego 13 bancas.
El oficialismo, en tanto, debe renovar ocho lugares, contando a integrantes del interbloque Juntos por el Cambio, pero también a peronistas aliados como el rionegrino Pichetto y el salteño Juan Carlos Romero.
El resto de las bancas está en manos de partidos provinciales: el Movimiento Popular Neuquino, el Frente Cívico de Santiago del Estero y el Partido Renovador de Salta.
Por otro lado, sólo ocho senadores nacionales buscarán la renovación de sus mandatos.
En este turno, los distritos que eligieron representantes en el Senado son Tierra del Fuego, Entre Ríos, Salta, Río Negro, Neuquén, Santiago del Estero, Chaco y la ciudad de Buenos Aires.