Casi dos horas duró el almuerzo entre los CEOs de la Coordinadora de Productoras de Alimentos (Copal) y el referente social de Alberto Fernández, Daniel Arroyo. Mientras comían carne con ensalada, menú modesto ante la circunstancia que los convocaba, el dirigente les avisó que la primera medida si el candidato de Todos es presidente será el plan Argentina Contra el Hambre. “Lo anunciamos el 10 de diciembre”, adelantó ante una mesa que reunió a los popes de la entidad presidida por Daniel Funes De Rioja.
Arroyo en Agronomía.
Arroyo explicó lo que ya venía diciendo en público: que la idea es ordenar la asistencia alimentaria con una tarjeta especial que permitirá comprar comida. El sistema estará monitoreado por un Observatorio a cargo de Presidencia de la Nación, del que también serán parte las empresas de Copal. Es que se persigue el fin de revisar la calidad nutricional de la población más necesitada, la que vuelca el mayor ingreso en alimentos y bebidas. “Nos llamó la atención lo bien dateado que vino”, consignó ante Letra P uno de los comensales.
Luego de que Copal le entregara un informe de impuestos, caída del consumo y una comparativa de precios en dólares con el resto de los países del mundo, Arroyo les aclaró que el problema del hambre hay que atacarlo por segmentos. Y apuntó, sobre todo, a las madres y a los menores de 24 años, con el eje en los chicos por debajo de los siete años. “Ustedes deberían ver el cambio físico que se da en chicos entre los seis y los 17 años, en relación a cómo se alimentan”, explicó quien posiblemente sea ministro de Desarrollo Social de Fernández.
¿Qué harán las empresas? La idea es que aporten productos para la canasta alimentaria básica. Las firmas quedaron conformes con la reunión, no sólo con la definición de la iniciativa sino también con otros temas. Por caso, Arroyo negó que se piense en un congelamiento de precios y en cualquier medida “que haya fracasado en el pasado”. En paralelo, aseguró que “la idea no es ampliar los planes sociales, dado que ya hay 27.000 millones de pesos que están mal distribuidos y hay que ordenarlos”. Naturalmente, Arroyo aclaró que “todo está atado al combate efectivo de la inflación, en lo que tenemos que colaborar todos”.
“Es una preocupación central de Alberto el tema del hambre y él sabe que estoy acá charlando de esto con ustedes”, sinceró Arroyo ante una mesa que incluyó al cafetero Martín Cabrales; Amancio Onetto, de Molinos; Adrián Kauffman, de Arcor, entre otros. Tal como adelantó Letra P, la donación del 1% de la producción -que surgió tras una propuesta del CEO de Syngenta- quedó en la nada y no fue un tema de la agenda del almuerzo.