LA RELACIÓN CON BRASIL

Macri y Bolsonaro lo hicieron: negociarán libre comercio por fuera del Mercosur

Establecerán un mecanismo para que cada país pueda avanzar en acuerdos comerciales individualmente. ¿Adiós al arancel externo? Argentina pasaría de socio estratégico de Brasil a solo uno entre muchos.

Mauricio Macri y Jair Bolsonaro dieron este miércoles en Brasilia el primer paso para la proclamada “flexibilización” del Mercosur, un mecanismo que permitirá a los miembros negociar individualmente tratados de libre comercio con otros bloques y países, al revés de lo que ocurre hoy. Para ello, ambos se comprometieron a "rever el arancel externo común", según consta en la declaración conjunta que difundieron, lo que podría llevar a una mayor apertura del bloque o, en el caso extremo en que se lo elimine, a una reversión del mismo de su actual formato de unión aduanera a uno, más limitado, de zona de libre comercio, con consecuencias importantes para la Argentina y sus empresas exportadoras.

 

El presidente argentino había llegado a la capital de Brasil con la intención de sondear las pretensiones del nuevo ocupante del palacio del Planalto sobre el tema, También allí, según había averiguado Letra P, se buscaba comenzar a tantear la predisposición argentina para avanzar hacia una relación de pareja abierta.

 

El “round de estudio” que supuso ese primer cara a cara, calificado como “positivo” por la delegación nacional, cumplió con esa previsión. Se trataron los grandes temas, se avanzó en asuntos como la agilización de las extradiciones y otros asuntos de seguridad y se sentaron las bases para una reforma importante del Mercosur.

 

 

El bloque, que para Bolsonaro debe ser "pequeño pero relevante", hasta ahora impide a sus Estados miembros negociar acuerdos de libre comercio por fuera de sus estructuras, excepción hecha de los países de la ALADI (Asociación Latinoamericana de Integración), por ser un acuerdo previo al Mercosur. Los pactos cerrados con México y Chile así lo demuestran. El problema son las negociaciones con el resto del mundo.

 

En concreto, Macri y Bolsonaro “se pusieron de acuerdo en que el Mercosur avance con las negociaciones en curso (como la que se sigue con la Unión Europea) y en que se propongan otras nuevas. La idea es integrarse más” al mundo, le dijo a Letra P una fuente de la delegación argentina familiarizada con esa gestión.

 

En lo sucesivo, “no habrá que tomar la posibilidad de negociar (acuerdos de libre comercio) de manera bilateral o en bloque como algo binario” y todas las posibilidades van a estar sobre la mesa para, como dijo el presidente, “adaptar al Mercosur al siglo XXI”. Se descuenta que los gobiernos de Uruguay y Paraguay aceptarán de buen grado el cambio en ciernes.

 

 

 

En lo que respecta a la gran novedad de la cumbre, esto es la de que los miembros del Mercosur puedan en lo sucesivo negociar tratados comerciales con cualquier país o bloque de manera individual, la fuente señaló que “esa será una posibilidad a evaluar de acuerdo al caso, seleccionando un país con el que coincidamos en avanzar por separado o a distintas velocidades”.

 

“Por ahora no se habló de ningún país en particular y, de hecho, no era ese el objetivo de esta reunión”, aclaró.

 

“Lo que se ahora deberá establecer es cómo hacerlo, porque se coincidió en el diagnóstico (de que hay que flexibilizar y abrir el bloque) y en el norte, pero no en un curso de acción puntual”, explicó.

 

La fuente distinguió entre el concepto de “autorizar” a un miembro a negociar un TLC por las suyas y el de “acordar”; esto último es lo que se plantea.

 

“Para eso no se necesita cambiar la reglamentación del Mercosur; se lo puede resolver con acuerdos marco por tema, por país o por negociación”, dijo.

 

La cuestión, sin embargo, es polémica. La decisión del Consejo del Mercado Común 32/2000, establece en su artículo 1 que “el compromiso de los Estados Partes del MERCOSUR de negociar en forma conjunta acuerdos de naturaleza comercial con terceros países o agrupaciones de países extrazona en los cuales se otorguen preferencias arancelarias”.

 

Las negociaciones bilaterales, es decir por fuera del bloque, serían toda una revolución para el proyecto de integración del Cono Sur. Por esa vía, el Mercosur dejaría en los hechos de ser una unión aduanera, dotada de un arancel externo común que la ubica como un mercado único ante el mundo. Así, retrocedería al estatus de simple zona de libre comercio, con un intercambio desgravado en mayor medida entre sus socios pero ya sin promesas de fidelidad.

 

El punto quedó claro en la declaración conjunta emitida en Brasilia. "Con relación al Mercosur, los presidentes decidieron trabajar durante sus consecutivas presidencias pro tempore, en 2019, para rever el arancel externo común, mejorar el acceso a mercados y avanzar en la facilitación del comercio y la convergencia regulatoria. En el plan externo, acordaron impulsar las negociaciones más promisorias ya en curso y evaluar el inicio de nuevas negociaciones con otros socios”, dice en uno de sus tramos. ¿Se acerca el adiós a la unión aduanera?

 

Así las cosas, que Brasil, por dar un ejemplo, alcance un tratado de libre comercio con un país extrazona obligaría a las cerca de 3.000 empresas argentinas de todo tamaño que hoy exportan sobre todo bienes industriales a ese mercado a competir con sus pares de ese otro país en igualdad de condiciones. La Argentina pasaría, en tal caso, de ser un “socio estratégico” de Brasil a apenas uno entre muchos otros y perdería la reserva de mercado de la que gozó hasta ahora. Esto implicaría que, en algunos años, cuando esos tratados nuevos se terminen de negociar, deban hacer frente a la competencia de compañías de países más estables, de mayor escala productiva y comercial y de menores costos laborales, impositivos y de capital. Toda una presión en términos de competitividad para el país que puede modificar el tenor del debate económico interno.

 

 

"Que Brasil, por ejemplo, alcance un tratado de libre comercio con un país extrazona obligaría a las cerca de 3.000 empresas argentinas de todo tamaño que hoy exportan sobre todo bienes industriales a ese mercado a competir con sus pares de ese otro país en igualdad de condiciones".

 

 

El punto es sensible: de acuerdo con un trabajo de la consultora  Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), que dirige Marcelo Elizondo, “Brasil es el principal mercado para las exportaciones argentinas, que llegaron en 2018 a unos 11.500 millones de dólares, 18% del total de nuestras ventas al exterior”.

 

En ese sentido, se debe recordar que “Brasil supo explicar 25% del total de exportaciones argentinas a inicios de este siglo y que hace seis años generaba 21%, cuando compró 17.000 millones de dólares a Argentina”, añadió.

 

El comunicado oficial de Presidencia señala que, para Macri, el encuentro presidencial “fue realmente muy productivo” porque “dejó clara nuestra voluntad de seguir trabajando juntos” para construir “un futuro de paz y prosperidad para nuestros países y también para nuestra región”.

 

Según el mandatario, “esta asociación estratégica toma impulso en los valores que compartimos, que los reiteramos hoy, como como la democracia y la integración”.

 

En ese sentido, remarcó que esa sociedad queda plasmada en la “interconexión de nuestras economías, que hace que cuando a uno le va bien lo ayuda al otro y necesitamos que a los dos nos vaya bien”.

 

José María Carambia, senador del bloque de Santa Cruz. Complica el cuórum a Victoria Villarruel. 
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