Con multitudes en la calle, el Senado rechazaría la legalización del aborto
La sesión comenzará a las 9.30, con intervenciones de 15 minutos. En el conteo previo se impone el no 37 a 31. Si el proyecto es rechazado, no podrá volver a tratarse este año.
Con mayoría de votos en contra, el Senado tratará este miércoles el proyecto de legalización del aborto en el marco de una sesión especial que se anticipa histórica y que tendrá como marco dos grandes movilizaciones en las calles.
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Entre los senadores hubo un acuerdo respecto al tiempo para hablar en el recinto: los presidentes de las tres comisiones que intervinieron tendrán 15 minutos, los jefes de bloque 30 y el resto de los oradores 10 minutos cada uno.
Hasta el momento, 37 senadores y senadoras anunciaron que votarán en contra de la legalización, mientras que hay 31 a favor, 2 indefinidos (Omar Perotti y José Alperovich) y una propuesta alternativa de despenalización presentada por la neuquina Lucila Crexell, mientras que la puntana María Eugenia Catalfamo estará ausente por licencia por embarazo.
La propuesta de Crexell, quien había dicho en un principio que se iba a abstener al momento de votar, abrió una posibilidad más para los legisladores "verdes", que durante los últimos días buscaron diversas maneras de sumar votos y evitar que un rechazo llano al proyecto lo deje desactivado hasta el año próximo.
En primer lugar, los legisladores a favor con el justicialista Miguel Pichetto a la cabeza acordaron con la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal una serie de cambios al proyecto aprobado por Diputados, a los efectos de sumar voluntades.
Sin embargo, quienes rechazan la legalización no quisieron presentar ningún dictamen en el plenario de comisiones y con ello hicieron que el proyecto con cambios no reuniera las firmas necesarias, por lo que se tratará la iniciativa salida de la Cámara de Diputados, que desde el inicio reunía menos votos.
En este contexto, el proyecto de despenalización presentado por Crexell abre la posibilidad de que tanto los indefinidos Perotti y Alperovich, como algunos de los que están en contra del proyecto de Diputados tomen esta nueva iniciativa como algo intermedio y se pasen a la columna del sí.
La expectativa en torno a la votación -que desde las horas previas se siente en los pasillos del Senado en la tensión que manifiestan algunos legisladores cuando evitan hablar del tema- tiene que ver, principalmente, con la masiva movilización que se prevé para este miércoles en las inmediaciones del Congreso.
Según supo NA, entre los senadores que rechazan la legalización hay algunos que repiten en privado que la negativa absoluta al proyecto en debate puede ser "un mal mensaje para la sociedad", como lo remarcaron en varias oportunidades los legisladores a favor de la legalización.
La iniciativa aprobada por la Cámara de Diputados establece que la interrupción voluntaria del embarazo a simple solicitud podrá realizarse en hospitales públicos y clínicas privadas de manera gratuita hasta la semana 14 de gestación.
Se establece además un plazo de cinco días desde el momento de la solicitud para que el profesional de la salud o la institución médica lleve adelante el aborto y se impone una pena de entre tres meses y un año de prisión y el doble de inhabilitación para el médico que obstaculice o dilate injustificadamente la práctica.
El proyecto fija la creación de un registro para médicos que se declaren objetores de conciencia frente a esta práctica pero prohíbe la objeción institucional y también la creación de un registro estadístico para llevar un control sobre la cantidad de abortos que se realizan por año.
Sólo se autoriza la interrupción del embarazo después de la semana 14 cuando existan causales graves como el embarazo producto de una violación, la inviabilidad de vida extrauterina para el feto y el riesgo de salud de la mujer.
Si el proyecto fuera aprobado en general se pasará a la votación artículo por artículo, donde se discutirán los cambios acordados: bajar el plazo a 12 semanas de gestación, permitir la objeción de conciencia institucional, eliminar el artículo de las penas para los médicos y la producción pública de misoprostol, para el aborto por vía medicamentosa.
Frente a un Congreso blindado y pese a la lluvia que comenzó en la madrugada, militantes a favor y en contra de la legalización del aborto permanecían acampando en la Plaza del Congreso en la vigilia que iniciaron el pasado miércoles, en la previa de la votación de la iniciativa en el Senado.
Identificados con los colores verde y celeste, ambos sectores mantuvieron su presencia a lo largo de toda la noche y no sucumbieron ante el frío y la lluvia de la madrugada, a la espera del comienzo de la sesión.
Al igual que en la sesión en la Cámara de Diputados, el Palacio Legislativo y la Plaza del Congreso estarán completamente valladas para prevenir posibles incidentes y, además, para separar a los dos bandos.