En medio de la crisis económica y tras la autodenominada por el Presidente “turbulencia cambiaria”, el oficialismo vuelve al timbreo, actividad que no desarrollaba desde el 21 de abril pasado, cuando los participantes ya empezaron a advertir fuertes signos de malhumor social. Bajo este escenario, se espera que el retorno a la calle por parte de funcionarios nacionales y provinciales sea el más duro de la era Cambiemos. Ante eso, por los circuitos oficiales circularon instructivos con los mensajes a bajar al vecino acerca de los temas más calientes: inflación, dólar, acuerdo con el FMI, salario y tarifazo. Todo, luego del anuncio presidencial de "acelerar" en el ajuste para reducir el déficit fiscal.
Con Mauricio Macri y María Eugenia Vidal en duda hasta último momento, la actividad contará con todos los miembros del gabinete nacional, como así también con los referentes del radicalismo y la Coalición Cívica, en un contexto de caída de imagen en las encuestas tanto del jefe de Estado como de la mandataria bonaerense.
El conurbano bonaerense volverá a ser uno de los ejes centrales, con el grueso de la tropa nacional desembarcando en distritos administrados por el peronismo, acompañando a los posibles candidatos propios.
Además de instructivos, en los últimos días circularon consignas que seguramente se repetirán en la voz de los funcionarios que recorran los distintos territorios a partir de las 10 de este sábado: “Sabíamos que no iba a ser fácil”; "los desafíos son muchos y no hay recetas mágicas"; y uno de los favoritos del Presidente: "Juntos estamos avanzando por el camino correcto para llegar a esa Argentina que tanto queremos".
Más allá de la bajada de línea y las arengas internas, se espera que en el timbreo se entreguen volantes donde se plasmen mensajes alentadores “hacia el futuro”, mechado de algunas acciones que se hayan realizado en cada territorio en particular.
