No hubo almuerzo ni conferencia de prensa. En una reunión tensa, en su momento más crítico, el presidente Mauricio Macri pidió un respaldo explícito al acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) pero obtuvo pocas respuestas. Los gobernadores del peronismo dialoguista escucharon de boca del jefe de Estado la delicada situación política y económica que atraviesa la Argentina, dejaron en claro que “no cogobiernan” aunque respetan las decisiones presidenciales y volvieron preocupados a sus provincias, que enfrentan una situación complicada frente a la escalada del dólar.
“Tuvimos un compromiso muy firme de apoyo, sabemos que estamos todos en el mismo barco”, dijo tras el encuentro el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en diálogo con los periodistas acreditados en Casa Rosada. La versión, hasta el jueves por la noche, no había sido ratificada por ningún vocero provincial. “Los gobernadores dan garantías de institucionalidad”, dijo a Letra P un dirigente de máxima confianza de uno de los mandatarios que participó de la reunión.
El encuentro tuvo lugar al mediodía en Casa Rosada y contó con la participación los gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba), Juan Manzur (Tucumán), Gustavo Bordet (Entre Ríos), Sergio Uñac (San Juan) y Domingo Peppo (Chaco), todos representantes del peronismo dialoguista, cuyos representantes en el Congreso forman parte del interbloque Argentina Federal. Por parte del Gobierno estuvieron Macri, Frigerio y el jefe de Gabinete, Marcos Peña. Más tarde, Macri recibió a los gobernadores Gerardo Zamora (Santiago del Estero) y Hugo Passalacqua (Misiones). En tanto, la fueguina Rosana Bertone y el salteño Juan Manuel Urtubey habían sido invitados pero no concurrieron. Urtubey se justificó en su reciente paternidad mientras que Bertone adujo problemas de salud y envió a su vice, Juan Carlos Arcando.
“Escucharon pero no dieron garantías de nada”, agregó un vocero provincial que confirmó que la conversación tuvo como eje el pedido del Presidente a los gobernadores para que apoyen el acuerdo con el Fondo o que, al menos, se abstengan de criticarlo. Según esa misma versión, los mandatarios provinciales se fueron de la Rosada “preocupados” ante lo que, consideraron, fue una reunión “mala” porque dejó ver un pedido de auxilio desesperado del Presidente.
Si bien los gobernadores se comprometieron, tal como habían hecho a fin de 2017, cuando firmaron el Pacto Fiscal, a equilibrar las cuestas provinciales, ninguno confirmó que respaldará el acuerdo con el FMI de manera explícita. “Ya han planteado que pueden acompañar políticas del Gobierno nacional. Que no cogobiernan pero respetan las decisiones del Presidente”, explicó Frigerio.
“Quieren hacer como si fuera un Pacto Fiscal II. Y nadie sabe ni siquiera cuáles son las condiciones del acuerdo. Está claro que después van a querer que los diputados y senadores voten todas las leyes que va a exigir el Fondo, como una reforma laboral fuerte o una reforma jubilatoria”, razonaron desde un territorio peronista.
Antes de la reunión, algunos mandatarios provinciales ya habían criticado el acuerdo con el Fondo. "Hay un temor muy grande. Los acuerdos con el Fondo Monetario en la historia de nuestro país fueron bastante duros, debido a las exigencias que ellos requieren en las políticas a llevar adelante, en donde generalmente los que más deben aportar son los que menos tienen y la clase media, y que en definitiva son los que más sufren este tipo de medidas”, había dicho Peppo.
Desde Tucumán, el vicegobernador Osvaldo Jaldo lanzó su crítica: "Quién hubiera pensado que hoy volvamos a hablar con el FMI y se hable del riesgo-país. Hay que decirle la verdad a la gente de por qué llegamos a esto". En tanto, el santafesino Miguel Lifschitz dijo que escuchar hablar del Fondo “eriza la piel” y advirtió que las consecuencias de acudir al organismo son “la desocupación, la recesión y la inflación".
Otro tema que estuvo en la agenda de la reunión fue la ley anti tarifazo que votó el miércoles la Cámara de Diputados, con el impulso de todo el peronismo. “Los gobernadores ya dijeron que el tema de las tarifas no es competencia del Congreso. Entendemos que en el Senado van a decir lo mismo”, dijo Frigerio.
Sin embargo, así como los diputados del interbloque Argentina Federal fueron los principales impulsores del proyecto, todo parece indicar que lo mismo harán los senadores. El Gobierno ya anunció a través de varios voceros que vetará la ley, por lo que los legisladores evitarán pagar el costo político de votar en contra. “Ni siquiera (Elisa) Carrió vota en contra y nos piden eso a nosotros”, dijeron en el peronismo.
Desde una jurisdicción peronista confirmaron a Letra P que los dos senadores de la provincia que forman parte del interbloque Argentina Federal votarán a favor de la ley, al igual que en Diputados, y analizaron con preocupación el escenario del Gobierno. “Se nota una desorganización total. Están muy desorientados”, afirmó un secretario de Gobierno provincial.
Por último, un tema que genera preocupación en los gobernadores y que fue tema de conversación con el Presidente es la situación en la que están las cuentas provinciales a raíz de la disparada del peso. En 2017, las provincias emitieron deuda por 4336 millones de dólares, mientras que en 2016 esa cifra había sido de 7550 millones.
“Todas las provincias van a tener que pagar más de intereses de deuda que lo que tenían presupuestado con un dólar más barato”, dijo un ministro de Economía provincial.