El primer gobierno en salir a reconocer a Michel Temer como presidente de Brasil, tras la destitución de Dilma Rousseff, por estas horas se mantiene en silencio frente a la aguda crisis política que atraviesa el país vecino ante la inminente detención de Luiz Inácio Lula da Silva. Sin mensajes oficiales de Cancillería y menos aún de Casa Rosada, quien hizo una escueta alusión acerca del tema fue el secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, aunque mayormente fue para justificar el mutismo macrista en relación a este caso: "Los que tenemos cargos de relevancia tenemos que llamarnos a la moderación en situaciones como estas y tener mucho cuidado con las cosas que se dicen", argumentó.
Más allá de hablar de "preocupación" del Gobierno por la "delicada situación" en Brasil, Avruj evitó "ahondar en lo que está ocurriendo en Brasil por respeto".
"El Gobierno está mirando lo que acontece en Brasil, que tiene repercusión siempre en la Argentina y en la región. Siempre vamos a estar del lado de la defensa de la institucionalidad, de la paz social, de la calma y del derecho. Vamos a hacer votos para que esto sea así", sostuvo el secretario de Derechos Humanos y Pluralismo Cultural, en diálogo con Radio Con Vos.
"No me corresponde opinar sobre lo que está pasando puntualmente, pero sí llamar y desear que las cosas se vayan desarrollando en el marco de la Justicia fundamentalmente, en el estado de derechos, que la vida institucional quede fortalecida y la paz social sea lo que veamos y que no haya situaciones que después haya que lamentar", manifestó el funcionario.