El presidente Mauricio Macri inauguró el ciclo lectivo 2018 en una escuela de Corrientes, una de las únicas siete provincias que no adhirieron al paro nacional convocado por Ctera, y evitó hablar de la medida de fuerza que afecta a millones de chicos de todo el país.
Con tono esperanzador, en su mejor versión de “lo peor ya pasó”, el jefe de Estado abogó por una educación pública de calidad e invitó a los padres a involucrarse en la educación de sus hijos. “Los padres no podemos desentendernos del tema de la calidad (educativa), no podemos dejar a los maestros solos”, afirmó.
Junto al gobernador oficialista Gustavo Valdés, se refirió a los resultados de las pruebas Aprender 2017 y reconoció que hay “graves problemas” en la calidad educativa.
En este sentido, se pronunció a favor de que se den a conocer los resultados por escuela de las evaluaciones a estudiantes para poder "enfrentar el problema". "La solución no es esconder esos resultados, no le tenemos que tener miedo a la verdad. Si enfrentamos el problema y lo ponemos sobre la mesa lo vamos a tener que ir resolviendo”, destacó desde la escuela N° 984, en la ciudad de Bella Vista
Lo cierto es que en gran parte del país los chicos no pudieron comenzar las clases debido a que los gremios docentes de las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Río Negro, San Luis, Neuquén, Chaco, Entre Ríos, Jujuy y Tierra del Fuego, anunciaron que no arrancarán normalmente las clases porque adhieren al paro nacional anunciado por Ctera, que incluye una movilización desde el Congreso al Palacio Pizzurno.
Macri subrayó que no habría educación en el país si los maestros "no pusiesen el amor que ponen, la generosidad, la cercanía y el cuidado" en su tarea. "Nada sería posible sine ellos", insistió.