TODO CALCULADO. José Luis Gioja se sentó justo en el centro, delante del logo del partido. Tres sillas a su derecha, ubicó a Hugo Moyano. Tres sillas a su izquierda, a Héctor Daer. El reencuentro en una misma mesa de los líderes gremiales, enfrentados por su rol en sindical, fue celebrado por el peronismo, que procuró mantener el equilibrio y no dejar nada librado al azar. El presidente del PJ les dio lugar a ambos y mantuvo el equilibrio hasta con las ubicaciones que les dio en la mesa ubicada en el mítico quincho del segundo piso del edificio de la calle Matheu. El camionero se emocionó y habló de los "desencuentros" que lo llevaron a renunciar a sus cargos en el PJ Bonaerense, en 2011, denunciando que era "una cáscara vacía". "Hoy me generó mucha emoción volver a esta casa y ver a tantos compañeros", dijo.
COMPAÑEROS Y RIVALES. No solo por Daer y Moyano veló Gioja. El presidente del PJ alentó la ubicación en la mesa de Felipe Solá y Agustín Rossi, ambos con aspiraciones presidenciales que podrían eventualmente competir en una primarias peronista pero que comparten miradas similares. Fue Solá quien le preguntó a Rossi por lo bajo si no era tiempo de invitar a Sergio Massa a las reuniones. El santafesino tomó la palabra y pidió "sumar a la mesa de los cuatro", en referencia al ex intendente de Tigre, Juan Manuel Urtubey, Juan Schiaretti y Miguel Ángel Pichetto.
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LAS FANS DE FELIPE. El regreso de Solá al PJ coincidió con un encuentro de mujeres peronistas que se dieron cita también en la sede de Matheu mientras en el quincho se reunían la Mesa de Acción Política y la Mesa Ejecutiva del Consejo. La presencia del ex gobernador en el edificio no pasó desapercibida para las militantes, que hicieron fila para pedirle fotos. "Los consulados ya los repartí todos", bromeó el ex gobernador sobre su posible llegada a la Presidencia en 2019.