Son los hombres del Presidente. Están en todos lados y a toda hora. Son cuatro y trabajarán codo a codo con Mauricio Macri durante los dos días de la Cumbre de Líderes del G20 y, especialmente, en los encuentros bilaterales que organizó la Casa Rosada con 17 jefes de Estado que visitarán Buenos Aires estos días.
Hasta ahora, tienen asistencia perfecta y son vitales para definir la agenda y los discursos del Presidente. El póker que sigue a Macri a todos lados está integrado por el jefe de Gabinete, Marcos Peña; el secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo; el vocero presidencial, Iván Pavlovsky, y el canciller Jorge Faurie. Este cuarteto imperial no sólo se encargó de definir la "agenda paralela" de Macri, que incluye las reuniones bilaterales con casi 20 presidentes, sino, también, de definir el cronograma de ministros y secretarios de Estado que peregrinó al Aeropuerto de Ezeiza para recibir a cada líder.
El póker de funcionarios vive el minuto a minuto de la Cumbre y sus adyacencias y está en diálogo constante con otros dos funcionarios clave: el secretario Hernán Lombardi, encargado de la organización instucional del G20, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, que tiene bajo su mando el operativo de seguridad.
Este viernes, el cuarteto hizo una "jugada maestra", como la definen en Balcarce 50. Ante la noticia de que la canciller alemana, Angela Merkel, debió posponer su llegada por problemas operativos con su avión, le armaron a Macri una audiencia con el primer ministro australiano, Scott Morrison. "Cubrieron el bache de la agenda. Están finos", explican, con algarabía, en el Gobierno.
A este grupo se le suma el secretario personal de Macri, el joven Darío Nieto. Es el quinto beatle. "Daro", como informó Letra P en 2015, no se despega ni un minuto del Presidente y estuvo en todas las reuniones, desayunos, conferencias y brindis de bienvenida. Es de los pocos que tendrá "acceso total" a todos los rincones de la Cumbre de Líderes, que empezará a sesionar este viernes a media mañana en el predio de Costa Salguero y se extenderá hasta el sábado por la tarde.
Estos cinco hombres tendrán la famosa credencial roja, que permite el ingreso a todos los sectores del complejo y, especialmente, a la reunión plenaria. Es la misma tarjeta que tienen Macri, Donald Trump y Vladimir Putin, entre otros líderes. "Son nuestros ABC1 en la Cumbre", soltó un funcionario nacional al que le pidieron hasta análisis de sangre y el tipo de motor del auto que lo trasladará hacia Costa Salguero. Sin embargo, el Gobierno extendió esas credenciales al secretario General de la Presidencia, Fernando De Andreis, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, el titular del Sistema Federal de Medios Públicos y uno de los organizadores del G20, Hernán Lombardi, y el equipo de redes sociales del Presidente.
UNO POR UNO. El más influyente de este póker, por historia en el PRO y por su cercanía con el Presidente, es Peña. Siempre "apasionado" de los temas políticos internacionales, el jefe de Gabinete es el custodio del discurso y la agenda internacional de Macri. En su peor momento dentro de Cambiemos, el Presidente lo sostuvo y lo defendió más que nunca. Es un vínculo personal y afectivo que, a veces y en confianza, lo lleva al Presidente a nombrarlo, siempre ante otras personas, como "Marquitos".
Seguido a Peña está Pompeo, un experto en temas internacionales que hizo sus primeros palotes en el Palacio de Exteriores durante el peronismo que se referenció al ex presidente Carlos Menem. Allí cimentó su relación con Faurie, el actual ministro de Relaciones Exteriores y Culto de Macri, que llegó a su lugar luego de un paso por la embajada argentina en Francia y por el empuje de Pompeo.
Por último, Pavlovsky acompaña a sol y a sombra a Macri desde los años en Boca. Es su vocero personal y tiene un lugar destacado en cada viaje internacional del Presidente, como también lo hizo durante el paso de Macri por la Jefatura de Gobierno porteña.