Los intendentes por Cambiemos y especificamente los del PRO han delegado en sus pares del peronismo la pelea por los cambios en el proyecto de ley de presupuesto bonaerense 2019 que permitan lograr una reducción del impacto financiero que afrontarían los municipios por asumir los subsidios al transporte y la tarifa social de energía, que por estas horas son los puntos que mantienen trabada la iniciativa enviada por la gobernadora María Eugenia Vidal a la Legislatura.
“Nosotros no podemos sacar los pies del plato”, le dijo a Letra P un dirigente del PRO. Habla en nombre de un intendente del conurbano. Es uno de los muchos que esperan que se modifique el presupuesto bonaerense para no sufrir las consecuencias del traspaso de los subsidios. Pero no puede hacerlo público. Por eso, apuestan al éxito de las gestiones de sus pares del PJ.
La negociación del Presupuesto bonaerense y las modificaciones que buscan conseguir corren por dos lados. Una parte es potestad del peronismo/kirchnerismo. La otra son los pedidos del líder del Frente Renovador, Sergio Massa, que tienen que ver con cuestiones de supervivencia electoral.
Este martes, los intendentes del Partido Justicialista (PJ) se reunieron con legisladores del bloque de Unidad Ciudadana y el PJ Unidad y Renovación. Expresaron su rechazo al proyecto de Vidal y dejaron en claro una situación con la que también coincide el Ejecutivo bonaerense. “Son las cartas que mandó la Provincia para negociar y nosotros vamos a hacer uso de ellas”, dijo uno de los intendentes.
En concreto, se trata de la transferencia del ajuste a partir de los subsidios, el tope a la suba de tasas y la imposición para que se gaste el sobrante del Fondo Educativo exclusivamente en infraestructura edilicia. De ahí salió un comunicado con la firma de 43 intendentes.
“Si ellos (los intendentes peronistas) ganan y consiguen cambios, ganamos todos”, le dijo a Letra P un diputado macrista.
En el ala oficialista los intendentes coinciden. El impacto -sobre todo en el conurbano- de hacerse cargo de la tarifa social de energía es millonario. Y no distingue partidos. Por eso, un diputado oficialista fue claro ante la consulta de Letra P: “Si ellos ganan y consiguen cambiar eso, ganamos todos”.
A la par, un concejal oficialista del conurbano reconoció que intendentes de Cambiemos instruyeron a sus representantes en la Legislatura para busquen alternativas. Sin embargo, el grueso de la negociación pasa por los intendentes peronistas.
Hay un grupo encabezado por el lomense Martín Insaurralde encargado de pelear por estos cambios. Por ahora el trámite viene demorado. Algunas reuniones con el jefe de Gabinete bonaerense, Federico Salvai, y no mucho más. Todos los sectores coinciden en que hay voluntad de acompañar el presupuesto, pero pocas certezas de cómo serán las modificaciones.
El porcentaje del Fondo del Conurbano para los distritos del área metropolitana, que actualmente está afectado en un 100% para obras, presumiblemente bajará, tal como ya ha pasado en otros presupuestos. Incluso, en su paso por la Legislatura para explicar el presupuesto, el ministro de Economía, Hernán Lacunza, dio a entender que está abierto a cambios. Y sostuvo que los presupuestos que se votaron “fueron mejores” al texto original que habían enviado a la Legislatura.
El radicalismo sí se animó a un poco más. La semana pasada, los jefes comunales de la UCR se reunieron con el vicegobernador y presidente del comité partidario, Daniel Salvador, y le transmitieron su preocupación. Algunos fueron más allá, como por ejemplo el jefe comunal de Chacabuco, Víctor Aiola, que tildó de inconstitucionales algunos pasajes del proyecto, sobre todo el que le pone un techo a la suba de tasas municipales. Después, ante el reto de la Gobernación, salieron con un comunicado gélido de apoyo al proyecto oficial.
En público, los intendentes del PRO han manifestado su respaldo al proyecto de Vidal. Repiten el mecanismo: se reúnen con el presidente de la Cámara de Diputados bonaerense -y uno de los encargados de buscar votos a favor-, Manuel Mosca, se sacan una foto y –palabras más, palabras menos- asumen que deberán hacer un sacrificio pero que hay que acompañar; que ese esfuerzo también lo hace Vidal, que es una víctima del ajuste del gobierno nacional. En privado, esperan que el PJ avance en los cambios.