Una vez más, el vicegobernador Daniel Salvador tendrá que realinear la estructura radical del frente Cambiemos ante el malestar que provocó internamente la transferencia del ajuste por parte de la gobernadora María Eugenia Vidal. Con mayores responsabilidades económicas a partir del 2019, la tropa de intendentes presionará para que el número dos de la Provincia desactive el paquete de medidas contenidas en el presupuesto y la ley impositiva.
El cónclave comenzará después del mediodía en la residencia que tiene el vicegobernador en La Plata. Hasta esa casona está previsto que lleguen los jefes comunales de la Unión Cívica Radical y legisladores provinciales del espacio, quienes acercarán respuestas tras la exposición en el Senado del ministro de Economía bonaerense, Hernán Lacunza.
Los nuevos condicionamientos en las cuentas municipales serán el punto principal de la agenda. Como indicó Letra P, los proyectos enviados por el Ejecutivo provincial proponen que las administraciones locales se hagan cargo del gasto referido a la disposición de los residuos, que absorban el costo por los subsidios al transporte público y el de la tarifa social de energía. Y, además, imponen condiciones sobre el destino del Fondo Educativo, reducen el gasto en los concejos deliberantes y fijan un tope en el aumento de las tasas distritales.
Si bien en la última reunión que los intendentes oficialistas mantuvieron con la gobernadora estas preocupaciones no fueron debatidas, el malestar sobrevuela el armado de Cambiemos en el llano.
“Vamos a ver qué nos dicen”, indicó un jefe comunal del interior bonaerense a este portal y evitó dar precisiones sobre demandas puntuales: “Es por todo lo que se viene hablando, mayores responsabilidades y pocos recursos”, dijo.
Si bien entre la tropa de intendentes oficialistas hay cierto optimismo - atado a la idea de que posiblemente estas medidas sean la punta del ovillo para iniciar negociaciones con la oposición - no ocultan la preocupación que les genera el posible avance de este paquete de medidas.