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Comando Presupuesto: la mesa de coroneles que armó Macri para evitar un traspié

La Casa Rosada armó un equipo de pre-crisis integrado por Peña, Bullrich, Frigerio, Monzó y Rodríguez Larreta. El objetivo: que la movilización no frenara la sesión y llegar al G20 con todo aprobado.

 

El poroteo dentro del Congreso corrió por cuenta del titular de la Cámara de Diputados, Emilio Monzó. La relación con las provincias estuvo a cargo del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, mientras que el control de la calle fue puesto bajo la responsabilidad de titular de la cartera de Seguridad, Patricia Bullrich y del alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que destinó a su ministro del área, Martín Ocampo y al secretario, Marcelo D'Alessandro. La conducción de la mesa estuvo en manos del jefe de Gabinete, Marcos Peña, que monitoreó la negociación con la oposición, el intercambio con los gobernadores y los aprestos represivos.  

 

La intervención más vidriosa de ese elenco corrió por cuenta de Bullrich y Ocampo, por los preparativos previos a la sesión de este miércoles, que incluyeron un violento cerrojo represivo que se puso en marcha luego del mediodía y que derivó en una veloz intervención policial con un objetivo considerado clave: impedir que las movilizaciones revivieran los momentos más críticos de diciembre, cuando las imágenes y noticias de la ferocidad policial impactaron dentro del Congreso y suspendieron la sesión.

 

 

 

El despliegue de este miércoles también contó con encapuchados, cuya identidad jamás fue aclarada, aunque con el correr de las horas crecieron las sospechas y señalamientos de la prensa y organizaciones sociales sobre su vinculación con efectivos encubiertos de la policía.

 

 

 

El momento crítico, que combinó la intervención de todos los funcionarios involucrados, transcurrió entre el mediodía (cuando el oficialismo obtuvo quórum para la sesión) y el desarrollo de los incidentes, que se extendieron durante toda la tarde.

 

Para evitar que la escalada de violencia impidiera el desarrollo de la sesión dentro del Palacio, Monzó activó el plan de reducción de daños en materia política y también de seguridad. Para preservar la negociación política, Frigerio y su secretario de Interior, Sebastián García de Luca, dejaron la Casa Rosada y se instalaron en el Congreso, casi a la misma hora en que fue citado Ocampo para contener las críticas de los bloques opositores sobre la violencia del operativo y la posterior reaparición de encapuchados, señalados como promotores de los hechos de violencia.

 

 

 

Ante las advertencias de todas las autoridades de la Cámara Baja, los enviados de Rodriguez Larreta habrían ofrecido garantías de preservar a los diputados de sesionar en un recinto rodeado de violencia. "Ocampo y Dalessandro se comprometieron a garantizar el derecho a protestar y al mismo tiempo a sesionar, haciendo el trabajo que tiene que hacer", contestó una alta fuente de la administración porteña, para justificar la intervención policial, que al cierre de esta nota sumaba 27 detenidos y 13 heridos.

 

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