Los ecos de la salida de la canciller Susana Malcorra perduran en la escena política a cuatro días de la asunción de su reemplazante, Jorge Faurie. Si bien la ex ministra de Relaciones Exteriores dejó en claro en varias oportunidades que su renuncia fue motivada por motivos personales, este viernes admitió diferencias con el presidente Mauricio Macri y parte de su Gabinete por un tema sensible para la región: Venezuela.
“El presidente y muchos miembros del Gabinete tenían una visión muy, muy dura, y mi visión era que había que encontrar formas de tender puentes para ayudar a la salida del quebradero en el que está Venezuela”, planteó Malcorra en declaraciones a Radio Con Vos, al referirse a la postura oficial sobre la crisis que atraviesa el país bolivariano.
Y agregó: “Siempre creí que a Venezuela había que darle un cierto tiempo para encontrar una solución y que había que escalar la presión en función de que no se encontrara esa solución. Quizás en el manejo de los tiempos teníamos una diferencia, aunque el tiempo ha probado que mi confianza en que se encontrara una solución fue demasiado optimista”.
La posición de Macri sobre la crisis política e institucional del país gobernado por Nicolás Maduro fue clara desde el primer minuto de su gobierno y así quedó planteado en la primera cumbre del Mercosur a la que asistió como presidente, en diciembre de 2015 en Ecuador.
En aquel encuentro, fundacional de la política exterior de Cambiemos, Macri se cruzó con la canciller venezolana Delcy Rodríguez -de buena relación con Malcorra-, cuando reclamó la liberación de los “presos políticos” en Venezuela.
“Solicito al gobierno venezolano trabajar por una verdadera cultura democrática en nuestra región. Quiero pedir expresamente por la pronta liberación de los presos políticos en Venezuela”, dijo Macri durante su participación, y añadió: “No puede haber lugar a la persecución por razones ideológicas o por pensar distinto”.
Rodríguez lo acusó entonces de lo acusó de cometer “una injerencia sobre los asuntos de Venezuela”. “Usted está defendiendo a estas personas. Usted está defendiendo la violencia política”, denunció la canciller, mostrando una serie de fotografías de protestas que tuvieron lugar a principios de 2014, en medio de fuego y humo.
Casi un año después de esa cumbre, Rodríguez fue impedida de acceder al Palacio San Martín, donde se desarrollaba una nueva reunión del Mercosur, en un recordado episodio de tensión donde denunció haber sido agredida por efectivos policiales. “Es el fascismo puro lo que se está expresando acá”, alertó.
En esa ocasión, la canciller bolivariana chocó con Malcorra, quien defendió la posición oficial: “Uno nunca accede a una cumbre si no tiene la autorización para hacerlo. Se le dijo explícitamente (a Rodríguez) de manera verbal y por escrito que no estaba invitada a la reunión”, informó.