El peronismo de la provincia de Buenos Aires acelera una negociación legislativa para tener un bloque unificado en el Senado y otro en la Cámara de Diputados. Las posibilidades son complejas pero algunos sectores, más recostados en la figura de Cristina Kirchner, se muestran optimistas para incluir en esos grandes bloques a los intendentes del conurbano bonaerense, que son buscados por Cambiemos para oficiar de nuevos interlocutores de la oposición en lugar del Frente Renovador de Sergio Massa.
Este jueves por la noche, diputados provinciales del Frente para la Victoria compartieron una cena en la ciudad de La Plata luego de la última sesión ordinaria 2017 en la Cámara baja. El encuentro fue en el centro cultural El Amor y la Igualdad, que pertenece al senador Juan Manuel Pignocco, y contó con la presencia exclusiva de diputados que en las últimas elecciones jugaron con Unidad Ciudadana, los actuales y los electos. La mayoría caminó las tres cuadras que separan la Legislatura bonaerense del espacio que funciona por momentos como búnker de reuniones del kirchnerismo.
“Se notó mucho más respeto que los años anteriores. El criterio es amplio, es llegar a un bloque todos juntos”, dijo uno de los asistentes ante la consulta de Letra P. Una de las premisas para conseguir la unidad era dejar de lado las viejas disputas en una Legislatura que transitó los dos primeros años de Cambiemos en el gobierno con tres bloques peronistas divididos de una gran bancada que supo tener -al menos durante un tiempo- 36 miembros. Y con el Frente Renovador como principal aliado del oficialismo.
Pero hoy la realidad amaga con ser diferente. Los intendentes del PJ han recuperado presencia legislativa luego de las elecciones de octubre, tendrán representantes puros y más autónomos y se han convertido en nuevos interlocutores de Cambiemos. Letra P viene dando cuenta de las distintas visitas que han hecho algunos intendentes en las últimas dos semanas por la Cámara de Diputados. El plan de Cambiemos es fragmentar a la oposición y darle la vicepresidencia de la Cámara al sector de los jefes comunales.
La oposición, La Cámpora, pretende tener bloques unidos pero en la referencia de Cristina Fernández de Kirchner y su hijo Máximo. Los intendentes no y, además, muestran matices entre ellos a la hora de discutir nombres. Ese factor sigue trabando algunas definiciones.
En este plano de discusión se vienen dando reuniones. Parte de la llave para desenrollar la madeja es el intendente de Florencio Varela, Julio Pereyra, que a partir del martes 5 será diputado y es a quien le cargan la responsabilidad de presidir una bancada con arraigo en los jefes comunales luego de la unidad sellada en el PJ bonaerense.
Ante la consulta de Letra P, un diputado de La Cámpora que intenta tender puentes y sumar dijo: “Estamos trabajando para que sea un bloque. Pueden ser dos”.
Cambiemos da por descontado que en Diputados habrá como mínimo dos bancadas y que ese número podría extenderse ante la irrupción de unibloques. Es José Ottavis, uno de los apuntados para este movimiento de bancadas aisladas. La marplatense Alejandra Martínez podría ser otra junto a Patricía Cubría. Ambas apostaron por la candidatura a senador nacional de Florencio Randazzo.
Hasta el lunes –o martes, mismo día de la asunción de los nuevos diputados y senadores- seguirán las conversaciones. Algunos legisladores de La Cámpora se reúnen con intendentes como Pereyra, que a la vez oficia de representante de sus pares Martín Insaurralde (Lomas de Zamora) y Fernando Gray (Esteban Echevarría). Hasta a Daniel Scioli le sonó el teléfono. Tendrá dos representantes en la Legislatura: el marplatense Rodolfo Iriart -que en su distrito ahora juega la interna del peronismo en tándem con la diputada nacional Fernanda Raverta- y Marcos Di Palma.
Lo mismo sucede para el Senado. Solo que en la Cámara alta las señales de unidad parecen más firmes ."Se imprime una lógica menos loca que los últimos dos años", describió otro de los comensales. Allí el cristinismo tiene mayor volumen en un bloque que podría tener 15 representantes de los cuales solo tres juegan con intendentes. El nombre para sintetizar eso es el de la saliente diputada nacional Teresa García, pedida en la lista por Cristina.
Además, hay una particularidad estratégica si se quiere. En el Senado bonaenrese, Cambiemos tendrá quórum propio. Ocupará 29 de las 46 bancas y le es indiferente si hay uno o más bloques. En Diputados, la foto es parecida pero, de concretarse la gran unidad, serían 34 bancas del kirchnerismo/peronismo contra 44 de Cambiemos y 13 del Frente Renovador.