A principios del mes de noviembre, Letra P contó cómo el ministro de Producción de la provincia de Buenos Aires, Javier Tizado, materializaba su avance sobre las terminales portuarias: les pidió la renuncia a varios de los presidentes de los consorcios de gestión, aún sin contar con un subsecretario que coordinara el área, ya que desde la partida de Marcelo Lobbosco, en septiembre, todavía no se designó un reemplazante. En Bahía Blanca se fue Pablo Pussetto y asumió Miguel Ángel Donadío, abogado del ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, y asesor legal de la Cámara Portuaria y Marítima de aquella ciudad del sur bonaerense, entidad empresaria que nuclea a todos los servicios portuarios y/o marítimos en ese puerto. En esta nota, el perfil del nuevo funcionario que hace más de una década le tocó el timbre a Mauricio Macri sin conocerlo para llevarle su CV, que luego terminó siendo candidato a intendente del PRO y que cruzó de vereda para responder al histórico peronista Dámaso Larraburu.
Donadío comenzó trabajando profesionalmente hace 25 años como abogado de la Cámara portuaria bahiense, en reemplazo de Jorge Conti, que pasó a ser el asesor legal del consorcio de gestión del puerto de la ciudad. Su padre fue cerealista, fundador de la Bolsa de Cereales y, además, también trabajador en la Cámara. Teniendo en cuenta esto, hay quienes en la ciudad pronostican que el puerto se transformará paulatinamente en una terminal cerealera.
De estrecho contacto con Dietrich, en Bahía descuentan que su llegada al puerto es producto de una gestión y pedido exclusivos del ministro de Transporte –que ya acarrea conflictos por temas portuarios con el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta-, aunque Donadío lo niega... a medias: "Es cierto que eso tiene algún grado de incidencia, no lo voy a negar", declaró hace poco en una entrevista en el canal 4 de Bahía Blanca. Lo cierto es que su desembarco tuvo en gran parte el visto bueno del capitán Jorge Metz, titular de Puertos y Vías Navegables de Nación y ex presidente del consorcio de gestión del Puerto La Plata. Con él tiene muy buena relación.
El nuevo titular del consorcio de gestión bahiense reemplazó a Pablo Pussetto, quien estuvo al frente del puerto durante un año y medio y en su período como encargado siempre estuvo bien considerado en el sector. Según fuentes de la política portuaria nacional, es el mismo destino que correrán en breve Arturo Rojas y Martín Merlini en Necochea y Mar del Plata, respectivamente.
Pero en la ciudad más importante de la Sexta sección electoral ya se materializó el cambio de nombres y Donadío se encuentra en funciones, algo que en el distrito gobernado por el macrista Héctor Gay sorprendió no tanto por la rapidez del movimiento de piezas, sino porque Donadío no está vinculado al equipo local, que viene de ganar rotundamente las elecciones por el 50% de los votos, uno de los triunfos más importantes en territorio bonaerense para Esteban Bullrich. Esta situación, en una ciudad que prácticamente vive del puerto, es al menos chocante.
La mesa directiva del consorcio de gestión del puerto de Bahía Blanca quedó compuesta, además de por el representante de la provincia de Buenos Aires -Donadío-, por otro del municipio -Juan Ignacio Esandi-, por dos gremialistas -Marcelo Osores (Sindicato Unido Portuarios Argentinos) y Walter Resumil (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos)-, y por cinco directores del sector privado -Abel Di Meglio, Enrique Fortunato, Gustavo Damiani, Roberto Elissamburu y Agustín Moreno-.
ENTRE EL PRO Y EL FRENTE RENOVADOR. "Revisé su curriculum. Fue alumno del Cardenal Newman y después fue alumno de Ingeniería en la Universidad Católica Argentina. Si este muchacho estuvo 25 años de su vida en esas academias, en esos claustros, donde enseñan muchos valores, eso me determinó a mí a seguirlo", confesó Donadío hace poco sobre Macri, para contar de qué manera se acercó al Presidente.
Casi sin saber por qué, algo de Macri le llamó la atención. En plena crisis de 2001, el mentor del PRO estaba llevando a cabo una exitosa gestión en Boca Juniors y Donadío quiso conocerlo. Decidió ponerse en contacto con él: viajó a Buenos Aires para decirle que estaba dispuesto a acompañarlo desde el llano, ya que él no era un dirigente político ni tampoco contaba con una estructura para ofrecerle.
El presidente de Boca lo recibió y lo entrevistó, tras leer previamente sus antecedentes. "Te adelanto que no hay plata para hacer ninguna campaña", le dijo Macri en aquel momento, aunque sí le prometió viajar a Bahía Blanca para caminar las calles con él.
Así lo relata el flamante titular del puerto bahiense. Aunque en todos los últimos años solo ha estado cuatro veces con el ex jefe de Gobierno porteño. En el último tiempo, su círculo rojo estuvo integrado exclusivamente por Larraburu y Juan Pablo Baylac, ex diputado nacional y vocero presidencial de Fernando De la Rúa.
Amante del golf -fue presidente del Club de Golf Palihue-, Donadío consiguió ser el candidato a intendente del PRO hace diez años. En 2007 obtuvo tan solo el 3,65% de los votos, quedando en sexta posición, en una elección que finalmente ganó el peronista Cristian Breitenstein. Se presentó con boleta corta porque no hubo candidato presidencial. En aquel momento, bajo el sello Unión PRO, acompañó a Francisco De Narváez como postulante para la Gobernación.
Con encuestas en mano, años más tarde se iba a cambiar de vereda bajo el paraguas del histórico operador peronista de aquella región, Dámaso Larraburu. Así, en 2015 probó suerte acompañando al entonces candidato de Sergio Massa en el Frente Renovador. Pero le fue peor que con Macri, ya que Larraburu, tras obtener poco más de un 13% en las PASO, decidió bajar su postulación y ni siquiera llegó a octubre.
De esta manera, la designación de Donadío en el puerto es una especie de resurrección de quien fuera el poder tras el poder durante largos años en Bahía Blanca: mientras Breitenstein era ministro de Producción de Daniel Scioli y Daniel Bevilacqua intendente, quien en realidad gobernaba era Dámaso, desde una oficina contigua a la del jefe comunal, según describen conocedores de la historia. Luego de su aventura electoral fallida, siguió los pasos de Aníbal Fernández: no reconoció su derrota y terminó apoyando al candidato del Frente Para la Victoria, Marcelo Felliú.
LA NACIÓN AL PODER. "El gobierno local no juega en materia portuaria. La autoridad nacional es el secretario de Actividades Portuarias", repite Donadío, en un mensaje que deja de manifiesto dos cuestiones: su lejanía con el municipio y su cercanía con Metz, además de cierta cuota de desconocimiento, teniendo en cuenta que el puerto depende de la Provincia.
A Donadío le pidieron desde la Nación más competitividad y que baje los costos portuarios. "Yo garantizo un alineamiento mucho más rápido. Garantizo cumplir la política portuaria nacional. Cada puerto no puede tener su política portuaria. Tiene que estar bajo el paraguas del Estado nacional", define el propio Donadío, remarcando una vez más que las directivas a seguir vienen de la ciudad de Buenos Aires.
En ese sentido y sin vueltas, en la entrevista que brindó al canal 4 de su ciudad, destacó que Metz "algún piropo me ha dicho, en el sentido de que ´ojalá pudiera conseguir otros Donadíos en otros lugares´". Ya comenzó a gestionar, bajo la lupa del gobierno nacional y a la espera de que en la provincia de Buenos Aires el ministro Tizado designe a su titular del área portuaria, algo que no parece estar dentro de las prioridades en la cartera productiva.