Horacio Rodríguez Larreta continúa con los relevamientos de funcionarios porteños ligados a Martín Lousteau, su rival en la Ciudad en el ballotage del 2015 y candidato contra Cambiemos en las legislativas de 2017. Este lunes firmó el Decreto N°410 que autoriza la expulsión de Luis Cabillón del directorio de la sociedad de estado Corporación Buenos Aires Sur.
Cabillón, arquitecto de profesión, ingresó en el organismo que comanda la macrista Karina Spalla tras un acuerdo entre el sector de Lousteau y el PRO, después del ballotage de 2015. Por esa negociación también se justificaron los nombramientos en la Defensoría del Pueblo, la Auditoría General de la Ciudad y la asunción del peronista Federico Saravia en el Consejo Económico y Social (CESBA), la primera víctima de la caza de brujas larretista.
El espacio de Lousteau en la Corporación Buenos Aire Sur, organismo encargado del desarrollo del sur porteño, corría peligro de extinción tras las elecciones legislativas y el encono personal de Larreta para con el ex embajador argentino en Estados Unidos, como detalló Letra P. La decisión de echar por decreto a Saravia del CESBA fue un botón de muestra del PRO hacia Evolución y, en el armado de "Guga", sabían que el oficialismo buscaría borrar del Gobierno porteño a todos los funcionarios que militaron por Lousteau durante la última campaña.
Cabillón es un militante radical que acompaña a Lousteau y mantiene un estrecho vínculo con el primo y mano derecha del economista, Guillermo Laje. El arquitecto comparte la pasión y el amor por Independiente con el ex embajador. Años atrás, el estudio Cabillón, Pomar y Lombardi se hizo cargo de la remodelación del estadio Libertadores de América junto al estudio de arquitectos Fernández Prieto y Asociados.
Como informó Letra P, Larreta está decidido a avanzar con más expulsiones y todos las miradas están puestas en la directora de la Agencia de Bienes, Ana María Ferrero, y el síndico de Autopista Urbanas Sociedad Anónima, Gonzalo Gorbea, hermano de la jefa del bloque de diputados de Lousteau, María Inés. Al igual que Saravia, estos dos funcionarios pueden ser relevados por decreto de la Jefatura de Gobierno. Distinta es la situación de los nombrados en organismos autónomos como la Auditoría, que requieren de aval legislativo para asumir. Ingresar en ese terreno abriría un escenario que rozaría el escándalo político, además de posibles procesos de enjuiciamiento que el procurador de la Ciudad, Gabriel Astarloa, preferiría obviar.
La medida, publicada por la mañana en el Boletín Oficial de la Ciudad de Buenos Aires, lleva también las rúbricas del jefe de Gabinete porteño, Felipe Miguel, y del ministro de Modernización, Andrés “Andy” Freire.