ELECCIONES 2017. LOS CANDIDATOS.

Freire: “Cristina no es una gran invitación a que la gente quiera invertir”

El ministro de Larreta encabeza la boleta para la Legislatura y, pese a que no renuncia, asegura que asume la banca en diciembre. Lousteau, IRSA y el panorama de las pymes en el gobierno de Cambiemos.

Andrés Freire, “Andy” desde que tomó notoriedad en los medios y redes sociales con sus consejos para emprendedores y pymes, debutó en la gestión pública el 10 de diciembre de 2015. A pesar de que tuvo ofrecimientos de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, optó por acompañar a Horacio Rodríguez Larreta, a quien conoce desde años, cuando tímidamente se acercó a una charla en las oficinas del Grupo Sophia, el think tank que creó el jefe de Gobierno en la década del noventa y formó a buena parte de la dirigencia que luego se volcaría a Compromiso para el Cambio y más tarde al PRO. Freire asumió como ministro de Modernización, Innovación y Tecnología en un gabinete porteño plagado de leales al alcalde.

 

A un año y medio de ese desembarco, con un perfil propio y más mediático que el resto de sus pares, aceptó encabezar la boleta de Vamos Juntos (Cambiemos porteño) para la Legislatura porteña tras un diálogo “mano a mano” con Larreta, a pocas horas del cierre de listas. A contramano de los ministros nacionales, acordó pedir licencia y no renunciar a la cartera porque todavía “hay proyectos en pie”. No lo ve como una incoherencia y rechaza las críticas de la oposición. “Me tomé licencia sin goce de sueldo para no mezclar gestión con campaña”, aclara y advierte que no es candidato testimonial: “El 10 de diciembre asumo como legislador”.

 

Sostiene que los indicadores económicos muestran que “hay sectores que avanzaron más rápido y otros menos”, pero “creo que estamos pegando la curva”. “Eso no quiere decir que todavía la gente lo sienta en el bolsillo. De acá hacia octubre la gente lo va a sentir más de lo que lo siente hoy”, completa el fundador de Officenet, Restorando o Quasar Ventures. En torno al panorama de las pymes y los microemprendimientos, indica que es “necesaria” una reforma para terminar con la “asfixia” que producen los impuestos como ingresos brutos e IVA, entre otros.

 

En diálogo con Letra P, evitará cuestionar a los candidatos de otros espacios que compiten en la Ciudad, pero responderá las acusaciones que recibió por la polémica concesión del Centro de Exposiciones que benefició a IRSA, compañía en la que participó hasta fines de 2015.

 

 

 

BIO. Tiene 42 años. Es reconocido por su trayectoria empresarial y su éxito en el mundo del emprendedorismo y las pymes. Hizo la secundaria en el colegio Carlos Pellegrini, donde fue delegado estudiantil. Tras ganar una beca en la Universidad de San Andrés, se licenció en Economía y cofundó el Centro de Estudiantes de esa casa de estudios. Conoció a Horacio Rodríguez Larreta a fines de la década de los noventa y en 2017 aceptó dirigir el Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología. A un año y medio de esa asunción, le pidieron que encabece la boleta de legisladores porteños de Vamos Juntos y recorre el distrito junto a Elisa Carrió, la primera candidata a diputada nacional.

 

-¿Qué diagnóstico hace de la situación económica?

 

-Estamos pegando la vuelta a la esquina en el sentido de que los números duros ya están diciendo que la economía está mejorando. Es objetivo. Los números están claramente mejor tanto en términos del crecimiento del producto bruto como de las industrias, que están creciendo. Probablemente, el mundo textil y el comercio minorista son los dos rubros que más atrasados están, pero hay otros rubros que están creciendo un montón.

 

-¿En qué rubros se ve ese crecimiento?

 

-Yo tengo a cargo el Ente de Turismo en la Ciudad y está creciendo muchísimo. Venimos de diez meses consecutivos de crecimiento y probablemente tengamos el onceavo mes consecutivo de crecimiento en turistas internacionales respecto del mismo mes del año anterior. Eso es más divisas y empleos. Hay sectores que avanzaron más rápido y otros menos, pero creo que estamos pegando la curva. Eso no quiere que todavía la gente lo sienta en el bolsillo. De acá hacia octubre la gente lo va a sentir más de lo que lo siente hoy.

 

-¿Cómo es la situación económica en la Ciudad?

 

-La situación de la Ciudad no es tan distinta de la del país en términos macroeconómicos, en términos de la carga impositiva para las pymes, para los emprendedores y la necesidad de hacerles la vida más fácil. En la Ciudad tenemos industrias más soft que industria dura, como puede ser la construcción y que viene muy por arriba del año pasado. Hay mucho más trabajo en la construcción, pero las industrias soft como es el mundo de los emprendedores, las tecnologías y el turismo están mejor pero si vas al comercio minorista es al que, probablemente, le está faltando para sentirse que estamos con viento a favor.

 

-¿Esos indicadores económicos que se producen por medidas nacionales como el incremento de los servicios públicos o la caída del consumo cree que pueden incidir en el voto en la Ciudad?

 

-Yo no creo que esto incida en el voto de la Ciudad. La gente va a votar en función de la película como viene del trabajo del PRO en el distrito en la gestión y la perspectiva que hay sobre el futuro que creo que todo el mundo es optimista. Estoy muy confiado de que va a haber muchísima aprobación.

 

-Usted es referente del emprendedorismo y las pymes. ¿Cómo es el panorama actual de este sector ante el aumento de los servicios públicos y de los precios?

 

-Creo que el problema con las pymes pasa mucho más por la estructura impositiva agobiante que por el aumento de las tarifas. En especial, en las etapas tempranas del negocio. Obviamente que si no cambias las estructura impositiva y se aumentan las tarifas, tenés una situación extra de asfixia respecto de cómo estabas antes. Pero el problema es resolver la cuestión impositiva. Si vos pagás impuesto al cheque, Ingresos Brutos, IVA, Ganancias, cargas sociales... se te va la mitad de tus ingresos en pagar impuestos. Eso es lo que tenemos que repensar.

 

 

 

-¿Una derrota en las elecciones complicaría la lluvia de inversiones que prometió Cambiemos?

 

-No creo que no vengan las inversiones. Las inversiones van a venir cuando se confirme que Cambiemos es la mayor fuerza nacional, independientemente de lo que pase en la provincia de Buenos Aires.

 

-¿La llegada de inversiones, como dice el Gobierno, se complica si hay un triunfo de Cristina en octubre?

 

-Cristina… En el imaginario del inversor serio internacional, después de 12 años de aislamiento, no es una gran invitación a que la gente quiera invertir. Soy optimista. Los resultados van a darle una confirmación al proceso de cambio y va a hacer que mucha gente quiera venir a invertir. En la agencia de inversiones de la Ciudad vemos mucha expectativa con esta elección.

 

-¿Cómo se estructura la campaña de Vamos Juntos en la Ciudad?

 

-El foco está puesto en los vecinos. Recorrer todos los barrios porteños y participar de una o dos reuniones con vecinos por día. Tratamos de escuchar a la gente, conectar con la gente, hablar sobre lo que hacemos, pedirles el voto para que nos acompañen. Es un trabajo mucho más territorial.

 

-¿Cuándo le comunicaron que iba a encabezar la boleta para la Legislatura porteña?

 

-Poco después de que Martín (Lousteau) propuso a Débora, Horacio (Rodríguez Larreta) me llevó y me dijo ‘sería bueno que nos juntemos a hablar, en función de cómo quedó el tablero de candidatos’. Nos quedaban 72 horas antes del cierre de listas. ‘Mi prioridad va ser hacer lo que más le sirva al espacio’, le marqué. Nos juntamos el viernes temprano, lo hablé con mi familia y con otros dirigentes del PRO y luego le confirmé ese día a la tarde.

 

-¿Su candidatura es una reacción a la sorpresa de la inclusión de Débora Pérez Volpin en Evolución?

 

-No sé, la verdad. El espacio tenía armado un plan y, en función de cómo quedó armado todo el panorama, se buscó el mejor candidato y el mejor candidato por ahí era yo. No lo sé si fue específicamente por eso.

 

"Cuando uno es parte de un espacio tiene que jugar para el espacio. No es que pregunté por qué quieren que vaya… Si para el espacio es lo mejor. Horacio fue muy generoso cuando me dijo que para el espacio sería lo mejor mi candidatura y me dejó pensarlo. No fue coercitivo en lo más mínimo."

-¿Por qué pidió licencia y no renunció al Ministerio como hicieron sus pares nacionales? La oposición cuestiona esa decisión y denuncian que su candidatura es testimonial.

 

Yo no entiendo la conexión de un tema con el otro. El 10 de diciembre renuncio para jurar y asumir como legislador el 11 de diciembre. Eso es así. No tiene nada que ver con que quiera seguir gestionando cuando no hago campaña. Una cosa es un ministro nacional, como Esteban Bullrich, que va a estar trabajando en la provincia de Buenos Aires descuidando involuntariamente todas las demás provincias, mientras yo voy por el distrito en el que trabajo. Yo me tomé licencia sin goce de sueldo para no mezclar gestión con campaña. Todas las cosas de gestión que ocurren en el Ministerio mientras estoy de licencia yo no tengo nada que ver. No pisé el Ministerio desde que tomé licencia.

 

No participé de ninguna reunión dentro del Ministerio. Cuando termine la campaña en octubre tengo que volver. Tenemos que inaugurar el Planetario, seguir trabajando los Juegos Olímpicos, seguir avanzando en la puesta en funciones del Autódromo y en temas del Ecoparque. Hay cuestiones que tienen que ver con la gestión, con trabajar para la gente, que tenemos que resolver. Seguir gestionando es también una contribución al equipo. Tenemos diferentes interpretaciones de lo que es jugar en equipo, con Martín (Lousteau).

 

-¿Está áspera la campaña con Lousteau y el frente Evolución?

 

-Yo a Martín le tengo aprecio personal. No sé por qué se pone belicoso. Estamos enfocados en los vecinos y no en los otros candidatos. Me parece bárbaro que haya muchísima pluralidad de candidatos, pero no estamos preocupados por qué hace cada partido.

 

-¿Qué va a pasar con el Ministerio? Hay rumores de división y separación de áreas.

 

-Es el único ministerio nuevo que se creó en esta gestión. La lógica que lo llevó a crear esta nueva área no cambió. Le aporta desarrollo económico e innovación al gabinete y creo que eso lo va a seguir haciendo y el ministerio va a quedar tal cual está. Fue un ministerio bien conceptualizado por Horacio en términos de cómo contribuir a la gestión de la Ciudad.

 

-Lousteau calificó como un “escándalo” la licitación de la concesión del Centro de Exposiciones que beneficia a IRSA y recordó su pasado como director de esa compañía. ¿Tiene algo para responder?

 

-Hice lo que todo político honesto tiene que hacer: cuando asumí a mí cargo renuncié a todos los directorios en los que estaba, como IRSA y la Universidad de Harvard. Los declaré en mi declaración jurada cuando asumí y presenté una excusación formal al jefe de Gobierno en la que dejé en claro que en cualquier situación donde se presentará alguna empresa o alguna organización, como Harvard o Endevor, que tuviera que ver con una actividad en la que yo tuviera injerencia en mi ministerio yo me iba a excusar.

 

"Me excusé con el Centro de Convenciones cuando vi que se presentaba una empresa que tenía como socio a una empresa en la que yo había sido director. De todas formas, quiero aclarar que era director independiente; es decir, no tenía acciones y no tenía bonos. No tenía ningún interés económico en la empresa, era un director y asesor externo."

Además, cuando vi que se presentó esta empresa presenté una excusación formal que está publicada en el Boletín Oficial. Pedí excluirme de cualquier evaluación de los candidatos, los cotizantes y los participantes. Horacio fue el que definió cómo se resolvía esa concesión.

 

-Entonces, ¿la licitación del Centro de Exposiciones la firmó y autorizó el jefe de Gobierno únicamente?

 

-Exactamente.

 

-¿Usted no firmó nada en la licitación que ganó la UTE en la que está IRSA?

 

-Yo no firmé absolutamente nada. Yo me excusé. Hay un proceso legal para evitar cualquier conflicto de intereses que se llama excusación y yo me excusé de absolutamente todo. Y me voy a excusar si el día de mañana viene la Universidad de Harvard a hacer un negocio o a instalarse en la Ciudad. Yo no participé de ninguna concesión. Definimos el proceso y, cuando vi que se presentaba una empresa con la que podría haber conflicto, decidí excusarme. Además, todo el proceso de concesión lo aprobó Lousteau y su bloque de diputados en la Legislatura. Aprobaron la concesión del Centro de Convenciones tal cual se hizo.

 

-¿Qué proyectos quiere impulsar en la Legislatura porteña?

 

-Tengo cuatro temas que estoy trabajando. El primero tiene que ver con la ley de emprendedores y el segundo con la ley pymes, que son dos leyes nacionales que aún no aterrizaron en la Ciudad. El  tercer tema tiene que ver con la educación para el futuro de nuestros hijos porque hay un montón de temas que tienen que ver con las profesiones del futuro que tenemos que trabajar porque, si no, nuestros hijos no van a estar preparados para el futuro que viene.

 

Y el otro sector que hay que tener en cuenta es la gente de más de 45 años. Yo tengo a cargo la Subsecretaría de Trabajo y tenemos muy programas en los centros de integración laboral para los chicos en su primer empleo, pero estamos ahora haciendo el primer piloto de programas de reinserción laboral para gente de más de 45 años. Se trata de un sector muy marginado porque cuando va a buscar trabajo le dicen que está sobrecalificado porque tiene muchos años de experiencia y buscan gente de menos de 30 años. Eso deja a una masa laboral de mucha gente fuera del sistema porque tiene mucha edad, algo que es ridículo y discriminatorio.

 

-¿Cómo imagina su rol en la Legislatura? ¿Quiere presidir alguna comisión?

 

-Yo soy un jugado en equipo. Voy a hacer lo que el equipo sienta que es mi mejor contribución. Si eso es liderando una comisión o integrando una comisión. Cuando sos parte de un equipo tenés que aceptar y confiar que el equipo sabe cuál es el lugar donde podes hacer tu contribución.

 

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