Aunque la palabra “unidad” sigue protagonizando los anhelos públicos de la discursiva radical bonaerense de cara a las elecciones de octubre que definirán al próximo conductor del Comité Provincia, puertas adentro de los tres sectores que por estos días promueven distintos candidatos, se profundizan los cálculos y se afina el lápiz para dar cuenta del poder de fuego real que tienen no sólo de materializarse la disputa partidaria, sino al momento de negociar espacios en la pregonada lista de consenso.
Bajo el actual escenario, el vicegobernador Daniel Salvador aglutina el mayor número de intendentes boina blanca, en tanto que otros jefes comunales han dado señales de respaldo al postulante del sanzismo, el diputado Maximiliano Abad. Por su parte, el alfonsinismo, que promueve al senador Carlos Fernández, apuesta a captar voluntades de los “sin tierra”, aquellos comités de distritos donde el radicalismo no lleva las riendas de los gobiernos locales y que han deslizado gestos de fastidio ante algunos destratos del aliado PRO.
LOS 23 DE DANIEL. Ninguno descarta la unidad pero todos avanzan en confeccionar su estrategia de batalla. “Daniel ya tiene anotado a 23 intendentes”, detallaron a Letra P voces del entorno del número dos de María Eugenia Vidal que ya avizoran como territorios amigos a la Segunda y la Sexta sección electoral.
También en la Tercera el vicegobernador sumó varias adhesiones. En un reciente encuentro desarrollado en Brandsen, Salvador dio cuenta del apoyo de los intendentes Jorge Nedela (Berisso), Gonzalo Peluso (Magdalena), Mauricio Gómez (San Vicente) y el local Daniel Cappelletti, quien en declaraciones a este medio, subrayó: “Entendemos que la lista de unidad la tiene que liderar Salvador, que es el máximo referente que el radicalismo tiene y el que mejor se posiciona ante cualquier tipo de negociación en Cambiemos”.
De todos modos, el respaldo no es completo en esta jurisdicción. El intendente de Lobos, Jorge Echeverri, no fue de esta partida y se muestra alejado del mencionado bloque de alcaldes. Asimismo, en los distritos más populosos de la Tercera, donde la UCR no es gobierno, aparecen mucho más difusas las expresiones para que el vice conduzca los destinos del Comité Provincia.
En la Cuarta sección, el intendente de Chacabuco, Víctor Aiola, es el mayor armador del salvadorismo, aunque en distritos de esa jurisdicción, como Chivilcoy, la tropa alfonsinista también da pelea. En la Séptima y Octava sección (La Plata) el vicegobernador aún no logra pisar fuerte.
CON LOS “SIN TIERRA”. Con una tónica crítica de varios aspectos referidos a la convivencia con el aliado PRO, el sector que encabeza el actual titular del Comité bonaerense, Ricardo Alfonsín, y que promueve como sucesor en el cargo al senador provincial Carlos Fernández, apuesta a concentrar adhesiones de “los sin tierra”, aquellos distritos donde el radicalismo no gobierna y, por ende, no tienen ese “compromiso político-institucional” para con la candidatura del vicegobernador, por lo que cuestionan con mayor “soltura” la escasa participación de dirigentes del partido centenario en el gabinete vidalista y la reciente incorporación de dirigentes peronistas al frente de gobierno.
A pesar de contar con el respaldo concreto de un solo intendente, el tandilense Miguel Lunghi (coterráneo de Fernández), el alfonsinismo acelera sus recorridas por el territorio bonaerense haciendo hincapié en que no es una garantía de triunfo para Salvador el hecho de contar con la mayoría de los jefes comunales ya que eso no significa tener el respaldo de los afiliados: “El partido es más grande que eso, no se puede reducir solo a los intendentes”, esgrimen en el entorno de este sector que, de todos modos, no deja de evaluar la unidad pensando en Salvador como primer delegado al Comité nacional.
Pero algunos radicales “sin tierra” aún no tienen el respaldo definido. “Por el momento no hay una alineación concreta de ningún grupo. Originariamente estábamos con Salvador, otros con Alfonsin”, detalló a Letra P Rodolfo Álvarez Prat, titular del Comité UCR Azul, donde semanas atrás se emanó un duro comunicado en rechazo al arribo del intendente de ese distrito, Hernán Bertellys, a Cambiemos.
“Que todo el mundo afloje en algo, no se puede alcanzar la unidad tratando de sacar rédito para sí mismo”, señaló Álvarez Prat para detallar que los radicales de Séptima avanzarán en definiciones el próximo 10 de septiembre.
LA TERCERA POSICIÓN. Encabezando un sector donde confluyen el sanzismo, el intendente de San Isidro Gustavo Posse (que suma varios afiliados en la Primera sección) y un grupo de alcaldes del interior, el diputado provincial Maximiliano Abad se presenta, bajo el espacio denominado “Radicales Cambiemos”, como la tercera posición en medio de una vieja disputa entre alfonsinismo y salvadorismo.
Al ser un legislador de la Quinta, Abad tiene su peso en esta sección electoral, a la vez que cuenta con la simpatía de miembros de la cúpula del Foro de Intendentes bonaerenses de la UCR.
Con un perfil más conciliador hacia un posible entendimiento entre todos los dirigentes, se trata de un sector más cercano a Salvador. De hecho, en la pasada elección interna jugaron juntos. Por lo pronto, Abad encabezará el próximo sábado una cumbre en su ciudad, Mar del Plata, donde tienen prevista su participación intendentes como Miguel Gargaglione (San Cayetano), Aníbal Loubet (General Guido) y Matías Rapallini (Maipú), entre otros.
La apuesta de “Radicales Cambiemos” es el recambio generacional del Comité Provincia y “fortalecer al partido dentro del frente” que integran con el PRO y la Coalición Cívica. Las cartas están echadas y la pregonada unidad sigue siendo un marcado interrogante en medio de estrategias sectoriales que se profundizan.