A partir de una deuda que el Gobierno provincial mantiene con los proveedores desde septiembre a la fecha y que ronda los 750 millones de pesos, el adecuado funcionamiento de los comedores escolares está en jaque. Así lo detalló a Letra P el presidente de Proveedores del Servicio Alimentario Escolar Bonaerense (PROSAEB), Marcelo Luzzi, quien afirmó que “estamos proveyendo los comedores de verano como podemos. De hecho ya hay algunos distritos que ya no tienen servicio, principalmente en el interior de la provincia”.
En la misma línea, comentó que en el distrito de La Matanza el servicio “está a punto de cortar, ya no tiene posibilidades de seguir”, al subrayar que “el problema nuestro no es proveer los comedores de verano porque es poca mercadería, no se está especulando con esto, sino que la realidad es que nosotros ya tenemos cheques emitidos que no nos pagaron”.
Bajo este escenario, el titular de PROSAEB manifestó que desde finales del pasado año han intentado comenzar gestiones por esta problemática ante el Ministerio de Desarrollo Social bonaerense (cartera a cargo de este servicio) pero “nos encontramos que los equipos todavía no estaban formados, no había autoridades cumpliendo el rol en la Dirección de Servicio Alimentario Escolar, por lo cual la persona que nos atendió es un asesor del ministro (Santiago López Medrano) que con muy buena voluntad ha venido desarrollando un diálogo con nosotros pero en realidad no nos ha podido solucionar el problema”.
Solicitando que desde el Ejecutivo provincial se envíe “una línea que nos permita a nosotros cobrar lo que tenemos afectado en la mayoría de los distritos desde el mes de septiembre”, Luzzi enfatizó: “Se nos ha hecho un cuello de botella tan grande que necesitamos oxígeno”.
Por tal razón, adelantó que la próxima semana volverán a insistir en la cartera de Desarrollo Social “para ver si directamente nos puede atender López Medrano para que sepa que se van a ir cayendo distritos porque no pueden seguir. Para nosotros es agónico esto”, agregando que, con este planteo “no se trata de presionar sino de contarle que así no podemos seguir”.
