El presidente Javier Milei y el presidente Toto Caputo aseguran que las exenciones impositivas y los dólares rápidos para importar productos de la canasta básica y medicamentos, generarán una rebaja del 15% del precio en góndola e impactará en la baja de la inflación. Mientras el sector comercial aprovecha las facilidades; el Círculo Rojo de la industria alimenticia, convulsiona.
El favor que la administración libertaria le hizo a los hipermercados, castigó a quienes fabrican alimentos en el país. Es porque ahora pagan más impuestos para importar insumos para producir, que las grandes cadenas para traer productos importados terminados.
Esta situación detonó en el inicio del proceso de recambio del presidente de la Coordinadora de Industrias de Productos Alimenticios (Copal), Daniel Funes de Rioja, a quien las asociadas le atribuyen haberle “rehuido al conflicto”.
Funes de Rioja tiene seis mandatos al frente de la Copal y en abril sería reemplazado por Carla Bonito, una economista que ya trabaja en la Comisión Directiva. En esa cámara están representadas las gigantes de la industria alimenticia: Arcor, Ledesma, Molinos Río de La Plata, Quilmes, Mondelez, Las Marías, Coca Cola, la cervecera CCU, Fargo, Danone, Paladini, La Salteña, Mastellone y Pepsico, entre otras.
Toto Caputo contra la inflación y la industria
Fuentes de la industria alimenticia dijeron a Letra P sentir cierto destrato por parte de Caputo y pusieron como ejemplo las críticas por las redes sociales que el ministro le hizo al empresario cafetero marplatense Martín Cabrales por el precio de las cápsulas de café.
El fabricante de chacinados Gustavo Lázzari también criticó la medida: “Cuando fuimos a hablar con el Gobierno nos dejaron con la ñata contra el vidrio y cuando fueron los cinco grandes, se llevaron el regalito”, planteó.
“El primer ahorro del supermercadista está en que, si le dan el dólar oficial a los 30 días corridos desde que presenta la importación, ya sabe cuánto lo va a pagar y no tiene que trasladar al precio del producto la especulación sobre cuánto va a aumentar la divisa extranjera en los próximos cuatro meses”, dijo a este medio un economista asesor del sector.
Todo lo que se fabrica, también se puede importar
Los productos importados estarán a la venta, cómo mínimo, en treinta días. Los híper y los super aprovecharán el apuro de Caputo para bajar la inflación, pasando por el nuevo régimen los productos que ya importaban como atún, café, cacao, bananas o paltas, galletitas y fideos. Mientras tanto, sondean nuevos proveedores para otros artículos.
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Toto Caputo y Santiago Bausili evalúan cuándo van a levantar el cepo al dólar
Esta semana, el Banco Central publicó la Comunicación “A” 7980 donde especificó las casi 3.000 posiciones arancelarias que se pueden importar con dólares rápidos y con la suspensión por 120 días de la percepción de IVA adicional y del impuesto a las Ganancias.
La lista incluye la mayoría de los rubros con fabricación local. Son los que generan puestos de trabajo y que ahora deberán competir con productos que vienen del exterior.
El equipo económico incluyó en el listado para importar papas y todo tipo de hortalizas; carne bovina, de cerdo y de pollo; embutidos, pescados, quesos, yogurt, atún, panes, mayonesa, ketchup, aceites, vinagre, jaleas, mermeladas, jugos de frutas, helados, harinas, arroz, maníes, aceitunas, cervezas, gaseosas y productos de cacao, entre otros.
También se pueden importar a menor precio pañales, tampones, algodones, insecticidas, shampoo, desodorantes, máquinas de afeitar, cremas, jabones, papel higiénico, dentífricos, productos para bebés, preservativos y medicamentos.
Productores de materias primas en contra
El presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Horacio Salaberry también se quejó por la medida. En diálogo con Letra P aseguró que “es incongruente que se bajen los impuestos de los productos importados terminados y no disminuyan la presión tributaria en Argentina". "Nos genera un problema en el sector primario, no podemos competir con los productos elaborados importados con ventajas impositivas”, anticipó.
Fernando Savore, vicepresidente de la Federación de Almaceneros de la Provincia de Buenos Aires (FABA), dijo que se reunió con el secretario de Comercio, Pablo Lavigne, y acordaron llevar distribuidores que puedan importar productos y se los vendan a los pequeños comercios. "Si dejamos que importen los hipermercados o las empresas monopólicas, es como poner al lobo a cuidar las ovejas”, graficó.
La importación de alimentos en Argentina no es de volúmenes grandes y representa menos de 2,5% del total de importaciones. El origen principal es Brasil. Los productos importados tienen que contar con la aprobación del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) e incluso deben tener los octógonos negros que informan los ingredientes.