SIN VOTOS NO HAY DÓLARES

El FMI a Toto Caputo: Estados Unidos prestaría DEG, pero "la gente tiene que acompañar el ajuste"

Kristalina Georgieva defendió el programa "drástico" de Milei, pero advirtió que debe ser revalidado en las urnas. Bessent promete, el ministro quema naves.

El ministro de Economía, Toto Caputo, lleva una semana en Washington negociando con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el secretario del Tesoro Scott Bessent un salvataje financiero. Estados Unidos podría prestar sus Derechos Especiales de Giro (DEG), pero el organismo advierte que “la gente debe acompañar el ajuste” del presidente Javier Milei.

En el Milken Institute, la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva eligió palabras que sonaron más a mensaje político que a diagnóstico técnico. Habló de “líderes valientes” que recortaron salarios y pensiones, y fueron reelegidos gracias al “acompañamiento de la gente”. Lo hizo justo cuando Caputo negociaba en silencio en EE.UU., con fotos oficiales, pero sin cifras concretas.

La directora del FMI usó el caso argentino como ejemplo de disciplina fiscal y advirtió que el éxito del programa depende del respaldo social. En el lenguaje del Fondo, eso significa gobernabilidad: votos, estabilidad, obediencia institucional. La legitimidad como moneda de cambio.

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Otras fuentes en Washington dijeron que Georgieva adelantó que habrá decisiones pronto, que la prioridad es recomponer las reservas del Banco Central y que Estados Unidos podría prestar sus DEG a la Argentina.

Reservas, dólar planchado y bonos a la baja

Mientras tanto, en Buenos Aires, Caputo sigue quemando dólares para sostener la calma cambiaria. Según estimaciones del mercado, el Tesoro habría vendido unos u$s 330 millones este miércoles, por lo que le quedarían u$s 350 millones para afrontar la rueda del jueves y pasar el feriado del viernes.

Si se agota ese caudal de reservas, el equipo económico deberá decidir el lunes si sigue vendiendo, pero ya con los dólares del Banco Central que son los que no deberían tocarse salvo que la cotización supere el techo de la banda cambiaria.

El precio mayorista permaneció planchado en $1430, mientras que el Banco Nación lo vendió, sin cambios, a $1455. El contado con liqui caía un 1% en relación con la jornada anterior y se ubicaba en $1525. El dólar blue, en tanto, se vendía a $1475 (+1%) y el MEP cotizaba $1516 (-0,70%).

Mientras continúan las gestiones de Caputo en Washington para delinear cómo se instrumentará el salvataje prometido por Estados Unidos, los bonos argentinos profundizaron la tendencia a la baja de las últimas jornadas, mientras que los ADRs registraron subas de un 5% promedio.

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Los títulos Globales -en dólares con ley extranjera- retrocedieron un 1,5% en promedio en Wall Street. El riesgo país subió casi un 6% en la jornada y, al último cierre, se ubicó en los 1074 puntos básicos.

Estados Unidos, prestamista con condiciones

El salvataje que busca Caputo no viene sólo del FMI, sino también del Tesoro estadounidense, en el que Bessent le puso letra chica al auxilio: “Trabajen en la gobernabilidad”. No se trató de un consejo técnico, sino de un requisito. Washington promete ayuda, pero pide estabilidad legislativa y política antes de soltar los billetes.

Caputo lo admitió sin rodeos: Estados Unidos ofreció “una mano” a cambio de que el oficialismo garantice reformas con respaldo parlamentario. Es decir, votos en el Congreso. “Necesitamos mayoría simple”, dijo el ministro, transformando un pedido financiero en campaña electoral.

La confesión dejó al desnudo el verdadero tablero: la ayuda externa está atada al resultado de las elecciones y a la capacidad del gobierno de Milei para construir una coalición que sostenga su programa de ajuste. No se trata sólo de reservas, sino de poder.

La diplomacia del ajuste

El silencio en torno a las reuniones del equipo económico en Washington es tan elocuente como las fotos que circulan: Caputo con Georgieva, Caputo con Bessent. Son imágenes que buscan transmitir gestión y respaldo, aunque el contenido de la negociación siga guardado bajo siete llaves.

En la práctica, el ministro juega una doble partida. En el frente externo, busca dólares y confianza. En el interno, intenta mostrar que tiene interlocutores, que no está aislado. De paso, hace equilibrio entre la ortodoxia libertaria de Milei y las exigencias pragmáticas del Fondo y del Tesoro.

caputo con bessent
El ministro Toto Caputo fue recibido en Washington por Scott Bessent.

El ministro Toto Caputo fue recibido en Washington por Scott Bessent.

El mensaje estadounidense fue claro: no habrá plata sin política. En un mundo donde los swaps y las líneas de crédito se negocian junto a cláusulas de gobernabilidad, Argentina es laboratorio y advertencia.

Georgieva, la maestra del “ajuste con fe”

“Argentina está llevando adelante un programa muy drástico. El éxito dependerá de lograr que la gente acompañe”, dijo Georgieva en el Milken Institute.

En la jerga del FMI, “acompañar” equivale a aceptar el ajuste sin protestar demasiado. El elogio sonó a bendición política y a advertencia electoral.

El Fondo no sólo pide equilibrio fiscal, sino legitimidad democrática para sostenerlo. Quiere ver si el experimento libertario puede sobrevivir a las urnas. Si el ajuste tiene relato. Si la sociedad compra la idea de que “el dolor era necesario”.

Oxígeno financiero y político

Con las reservas en caída y casi sin dólares para intervenir dentro de la banda de flotación, el gobierno busca oxígeno financiero y político. Caputo intenta convencer a los mercados y a los votantes al mismo tiempo. Su viaje a Washington mezcla diplomacia, promesas y rezos. Pero el Fondo, esta vez, no pide fe: pide gobernabilidad comprobable.

En el cierre de su exposición, Georgieva insistió en que “necesitamos llevar a la gente con nosotros”. En la Casa Rosada lo leen como un gesto, pero suena como un ultimátum.

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Javier Milei y el titular del Tesoro de Estados Unidos: el salvavidas de Donald Trump

Javier Milei y el titular del Tesoro de Estados Unidos: el salvavidas de Donald Trump

El poder, como los dólares, tiene reservas limitadas. Caputo lo sabe, Bessent lo mide y Georgieva lo condiciona.

En Washington aplauden el ajuste, pero quieren garantías, mientras en Buenos Aires, la administración libertaria ajusta la fe en los votos en medio del escándalo por los vínculos narcos de José Luis Espert, quien era hasta hace una semana su nombre fuerte para ganar en la provincia de Buenos Aires e inclinar la balance electoral nacional a favor de La Libertad Avanza el 26 de octubre.

El secretario del Tesoro Scott Bessent, garante del nuevo plan económico, y Javier Milei.
Scott Bessent.

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