El ministro Toto Caputo fue recibido en Washington por Scott Bessent.
Mientras el FMI evita exigir una devaluación en su programa con laArgentina, exfuncionarios del organismo como Gita Gopinath, Alejandro Werner y Mark Sobel coinciden en pedir una flotación total del dólar. En Washington, Toto Caputo se reunió con el secretario del Tesoro Scott Bessent, para activar el salvataje que contenga la sangría de reservas antes de las elecciones.
Registrate para continuar leyendo y disfrutando de más contenidos de LETRA P.
El virrey Bessent volvió a ser el vocero de los avances. “Continuaremos nuestras productivas discusiones sobre las diversas opciones que el Tesoro tiene preparadas para apoyar las fuertes políticas de Argentina”, escribió este lunes, tras el cierre del mercado, en Twitter.
La respuesta de Caputo no tardó en llegar por la misma vía: "Gracias Secretaria @SecScottBessent por una reunión tan constructiva y por el continuo progreso".
La reunión en la Casa Blanca impulsó una suba de más del 3% en los bonos argentinos, aunque no logró detener la caída de reservas del Banco Central.
Las voces de la conciencia del FMI
El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantiene una posición diplomática que permite sostener al gobierno de Javier Milei y evitar una crisis mayor en caso de forzar una flotación inmediata y una devaluación brusca.
En la primera revisión del programa de Facilidades Extendidas (EFF) en curso, el pasado 31 de julio, el staff técnico habló de “preservar la flexibilidad cambiaria” y de acumular reservas “de forma gradual”.
kristalina-georgieva-javier-mileijpg
El FMI, y su doble mensaje para contener políticamente al Gobierno de Javier Milei.
El incumplimiento de las metas pautadas generó polémica, pero el organismo otorgó una dispensa y redujo los objetivos hasta la próxima evaluación. En esa ocasión, se habilitó un desembolso cercano a los u$s 2000 millones.
Mientras tanto, exfuncionarios del organismo multilateral -como Gopinath, Werner y Sobel- reclaman en forma coral una flotación plena del peso, incluso en contra de los plazos acordados en el programa vigente entre el Gobierno argentino y el FMI.
US support is certainly helpful to prevent speculative currency moves. However, durable progress will require Argentina to move to a more flexible exchange rate regime, accumulate reserves, and build support for its reforms at home. https://t.co/MwNRvfv8CY
“El progreso duradero requerirá que Argentina se mueva hacia un régimen de tipo de cambio más flexible, acumule reservas y construya apoyo para sus reformas”, publicó Gopinath, exvicegerenta del FMI hasta septiembre y una de las negociadoras del acuerdo con la administración libertaria.
Werner, quien fue director del Departamento del Hemisferio Occidental, también pidió “mayor flexibilidad cambiaria” como parte de una estrategia coherente de política monetaria y fiscal.
Sobel, exrepresentante del Tesoro estadounidense ante el FMI, fue aún más directo: escribió que “Argentina debe FLOTAR” y advirtió que sería “una pérdida de dinero” otorgar un swap de corto plazo si no hay una flotación plena. El comentario se refería al paquete de asistencia financiera que Estados Unidos negocia en Washington para respaldar a Argentina.
La doble voz del FMI
Estas declaraciones no son aisladas: coinciden con la línea técnica que el FMI sostiene en sus reportes, donde insiste en preservar la flexibilidad cambiaria, reconstruir reservas y reducir la intervención del Banco Central.
Sin embargo, en la práctica el organismo aplica esas recomendaciones con cautela. En su gestión operativa, regula el ritmo de las exigencias, permite bandas móviles, revisa metas y concede exenciones.
De esta manera, combina la ortodoxia técnica con un enfoque político. Fuentes dentro del Fondo reconocen que la prioridad es evitar un salto cambiario desordenado que pueda desatar tensiones sociales y financieras en Argentina.
caputo fmi.jpg
Toto Caputo negocia con Gita Gopinath, número dos del FMI
Mientras los exfuncionarios defienden la liberación del cepo, la flotación libre y metas duras, el FMI institucional prefiere la flexibilidad pragmática: autoriza ajustes graduales, recalibra metas de acumulación de reservas y difiere condicionalidades según la coyuntura.
Esa tensión entre la teoría técnica y la práctica política explica por qué el Fondo mantiene una retórica de ajuste, pero aplica una estrategia gradualista.
Consultado por Letra P, el exdirector del Departamento del Hemisferio Occidental, Claudio Loser, explicó que “el Fondo no ha dicho nada oficial sobre una flotación total; ha aceptado que existan bandas”.
“Por supuesto, gente como Alejandro Werner y yo mismo hemos dicho que sería una muy buena idea dejar flotar al dólar, pero eso es una visión pragmática fuera del Fondo. Dentro del Fondo respetan cómo lo maneja la Argentina, aunque en una negociación posterior esto podría cambiar. Después de las elecciones habrá que ver si se mueve en esa dirección”, agregó.
Ese lugar, tradicionalmente designado por el Gobierno estadounidense, podría ser ocupado por un funcionario vinculado al Tesoro o por alguien del entorno de Bessent.
El movimiento podría beneficiar a la administración de Milei, ya que Bessent impulsa el salvataje que Estados Unidos prepara para asistir financieramente a Argentina.
Las herramientas en análisis incluyen un swap, compras de bonos soberanos en el mercado secundario o un préstamo mediante el Exchange Stabilization Fund, como adelantó el propio funcionario en varias ocasiones.
La crisis cambiaria obligó al equipo económico a viajar a Washington para cerrar la asistencia prometida por Donald Trump antes de las elecciones.
Las negociaciones se desarrollan en paralelo al programa con el FMI, lo que refuerza la idea de una doble vía: mientras el Fondo acompaña políticamente al Gobierno, el Tesoro impulsa mecanismos más comprometidos.
El dólar, bajo presión
En el frente doméstico, el dólar continúa demandado, presionando su cotización hacia el techo de la banda cambiaria.
Con el objetivo de llegar a las elecciones del 26 de octubre sin sobresaltos, el Tesoro interviene activamente en el mercado para sostener el tipo de cambio dentro de los límites acordados.
reservas bcra
En las últimas tres jornadas financieras, el Gobierno liquidó cerca de u$s 950 millones de las divisas acumuladas tras la baja de retenciones, es decir, casi la mitad de lo ingresado por esa medida.
Este lunes, se habrían vendido alrededor de u$s 500 millones para mantener el dólar oficial en $1407.
Estas intervenciones refuerzan la percepción de una estrategia defensiva: mientras el FMI sugiere una flotación técnica, el Gobierno opta por moderar los movimientos abruptos para evitar que el tipo de cambio se dispare antes de las elecciones.