Juan Carlos Vázquez Sarmiento debe estar masticando bronca. Jefe de Contrainteligencia de la Fuerza Aérea durante la última dictadura militar, estuvo prófugo durante dos décadas hasta que cayó preso. Intentó varias veces hacerse pasar por enfermo para zafar del encierro y la Justicia, sin éxito. Ahora, su última esperanza de impunidad para él y sus compañeros represores se desvanece en la interna a cielo abierto que el bloque libertario sufre desde la visita del escándalo. Así llega a juicio oral y público este secuestrador y apropiador de bebés, que deberá rendir cuentas por crímenes de lesa humanidad finalmente a partir de este martes.
Los delitos de lesa humanidad de la causa
Será el Tribunal Oral Federal número 5 de San Martín, compuesto por las juezas María Claudia Morgese Martín y Nadia Flores Vega y el juez Matías Mancini quienes juzguen a partir de este martes a Vázquez Sarmiento y a otros cuatro integrantes retirados de la Fuerza Aérea que actuaron en la zona oeste del conurbano bonaerense durante el terrorismo de Estado de la última dictadura.
Vazquez Sarmiento fue el último de los cinco en caer detenido y el único del grupo que recibió la visita de la delegación legislativa de La Libertad Avanza el pasado 11 de julio. Serio, en primera fila, aparece en la foto que circuló de aquella excursión que implosionó en el oficialismo.
Está preso en el penal de Ezeiza desde octubre de 2021, cuando fue interceptado por la Policía Aeroportuaria a punto de ingresar a una casa en Ituzaingó, en la zona oeste del conurbano. La Justicia lo buscaba en dos investigaciones de lesa humanidad: la apropiación de Ezequiel Rochistein Tauro, el bebé que Graciela Tauro parió en la ESMA meses después de ser secuestrada y mantenida cautiva en los centros clandestinos Mansión Seré y Comisaría de Castelar, y el secuestro de Patricia Rosinblit, José Pérez Rojo y Gustavo Gabriel Pontnau.
Aquellos secuestros son los que llegan a juicio ahora, el primer debate oral y público que debe enfrentar Vázquez Sarmiento y que gracias a presentaciones relacionadas con supuestas afecciones de salud logró posponer en tres ocasiones –debía comenzar en diciembre de 2023–. Junto a él, y por otros 120 casos de secuestros, torturas y asesinatos, serán juzgados Juan Carlos Herrera, José Zyska, Ernesto Lynch y Julio César Leston, todos integrantes de la Aeronáutica con desempeño en diferentes dependencias desde las que esa fuerza desplegó el terror en la denominada “Subzona 16” durante la última dictadura.
Los cuatro fueron procesados con prisión preventiva en 2019 por el juez Daniel Rafecas, el mismo que dos años después dio con la captura de Vázquez Sarmiento. Alejando Lazo y Juan Manuel Taboada completaban la nómina, pero fallecieron antes del juicio. Un último imputado, Arturo Giménez, no está en condiciones de salud de afrontar el debate.
La Subzona 16
La Fuerza Aérea tuvo a su cargo el control y la concreción de la represión ilegal durante la última dictadura militar en la zona oeste del Gran Buenos Aires, la denominada “Subzona 16” Allí, instaló bajo su mando y con mano de obra propia y de otras fuerzas, como la policial, una red de centros clandestinos de detención, tortura y exterminio. Mansión Seré es, acaso, el que goza de mayor conocimiento público. Funcionó como campo de concentración entre 1977 y 1978, cuando fue demolida luego de que cuatro detenidos clandestinos se fugaran en plena madrugada.
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El circuito represivo fue grande y contó con una red de centros clandestinos que funcionaron coordinadamente: la Primera Brigada Aérea de Palomar, la VIIª Brigada Aérea de Morón, la Comisaría de Castelar, la Comisaría de Haedo, la Comisaría 1ª de Morón, el Destacamento de Paso del Rey, la VII Brigada Aérea de Moreno –que fue identificada como centro clandestino en 2019–, la Subcomisaría de Francisco Álvarez, la Comisaría de Moreno y la Regional de Inteligencia de Buenos Aires (RIBA).
Del horror a las Abuelas de Plaza de Mayo
En la RIBA está probado que permanecieron cautivos la pareja compuesta por Rosinblit y Rojo luego de que el 6 de octubre de 1978 fueran secuestrados. Aquel día, una patota de represores, entre los que se encontraba Vázquez Sarmiento, fue a buscar a José a la juguetería donde trabajaba junto a Gustavo Gabriel Pontnau, en Martínez. José era militante montonero y tenía 25 años. De allí lo llevaron al departamento en donde vivía junto a su esposa, que estaba embarazada, y su beba Mariana Eva.
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De Gustavo no se supo más nada. José, Patricia y Mariana fueron secuestrados luego de que la patota reventara su casa. Aquella noche, la caravana del terror dejó a Mariana en casa de su familia paterna, en Vicente López. La pareja estuvo cautiva en la RIBA hasta mediados de noviembre. Por esos hechos hubo un juicio que en 2016 culminó con tres miembros de la fuerza –entre ellos quien fue jefe, Omar Graffigna– condenados. Vázquez Sarmiento, entonces prófugo, fue el gran ausente.
El 13 de noviembre de 1978 Patricia fue trasladada a la ESMA en donde dio a luz a su bebé, que fue apropiado por Francisco Gómez, personal civil de la Aeronáutica y uno de los condenados en aquel juicio de 2016. El “Colo” Vázquez Sarmiento participó de la infancia de aquel niño que en 2004 restituyó su verdadera identidad y adoptó los apellidos de sus padres y el nombre que le había puesto su mamá en cautiverio: Guillermo Rodolfo Pérez Rosinblit. Cuatro años antes, su hermana Mariana lo había visitado en el local en donde trabajaba para contarle su historia. Ella, él, Rosa y Abuelas de Plaza de Mayo son algunas de las querellas particulares que participarán del debate.