LA QUINTA PATA

Doctrina Donald Trump: América Latina para los americanos (de Estados Unidos)

El republicano presentó su estrategia de seguridad. La región, prioridad para vigilar y controlar. Aliados, enemigos, China y el rol de la fuerza. Chau, Europa.

La Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos establecida por Donald Trump aplica el principio de America First para el sostenimiento de una hegemonía que peligra y, al renunciar al rol de gendarme global, apunta los cañones –literalmente– hacia Latinoamérica, "patio trasero" que cobra inusitada relevancia. Imperialismo recargado y sin pudores.

Al respecto, la alianza con "campeones" locales, como sería Javier Milei, resulta crucial, pero los detalles invitan a pensar en qué obtiene en el trato cada una de las partes.

Captura de pantalla 2025-12-05 a la(s) 3.27.38p. m.
La Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de Donald Trump le otorga a América Latina un lugar fundamental, mayor que en presidencias anteriores.

La Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de Donald Trump le otorga a América Latina un lugar fundamental, mayor que en presidencias anteriores.

La gran amenaza, China, es mencionada 21 veces, pero sobrevuela todo el texto. Más allá de eso, hay espacio también para fenómenos como las mixturas étnicas y culturales que surgen de los procesos migratorios –señaladas como peligrosas, vale aclarar–, el narcotráfico y el modo estadounidense de entender lo que sería un mundo seguro.

Donald Trump, Javier Milei y la idea del Estado

El principio de America First alude a la preeminencia de un Estado. De un modo que debería resultarle ajeno a su aliado principal del Cono Sur, el anarcocapitalista Javier Milei, Trump establece que "la unidad política fundamental del mundo es y seguirá siendo el Estado nación". Dentro de ese ecosistema se inscribe el objetivo madre de que Estados Unidos "siga siendo el país más fuerte, más rico, más poderoso y más exitoso del mundo en las décadas por venir".

Para eso, la economía es la clave, "base de nuestra posición global y de nuestro ejército".

Al preguntarse "¿qué queremos en el mundo y del mundo?", Trump pone en primer lugar lo que ocurre en el hemisferio. No en Europa, no en Medio Oriente, no en Asia.

"Queremos asegurarnos de que el hemisferio occidental permanezca razonablemente estable y lo suficientemente bien gobernado como para prevenir y desalentar una migración masiva hacia los Estados Unidos. Queremos un hemisferio cuyos gobiernos cooperen con nosotros contra los narcoterroristas, los carteles y otras organizaciones criminales transnacionales. Queremos un hemisferio libre de incursiones o de posesión de activos clave de parte de partes externas hostiles, y que sea respaldo de cadenas de suministro críticas. Y queremos asegurar nuestro acceso continuo a lugares estratégicamente claves", señala.

Del Corolario Roosevelt al Corolario Donald Trump

Más allá de la acción del narcotráfico, el terrorismo y sus híbridos, sobre todo el párrafo recién citado planea la sombra de China, sus alianzas en la región y su dominio del comercio de materias primas relevantes. En todos esos campos, se establece ahora, la prioridad excluyente debe ser para los Estados Unidos.

Para eso, el texto habla del fortalecimiento del "poder blando", pero, si hace falta, también del uso de la fuerza.

Para más claridad, señala, "afirmaremos y aplicaremos un 'Corolario de Trump' a la Doctrina Monroe".

Luego sí pasa a otras regiones. ¿Qué clase de corolario impone el presidente de los Estados Unidos a una región que no le ha pedido ninguno?

La Doctrina Monroe fue presentada en 1823 por el presidente James Monroe y podría resumirse en la premisa de "América para los americanos" o, más claramente, "América para los estadounidenses". Básicamente, apuntaba al fin del colonialismo y otras formas de intervención europeas en el continente, un modo de asentar el poder de un país que ya se sentía poseedor de un Destino Manifiesto.

El crecimiento del poder de los Estados Unidos fue dotando a ese principio de prácticas cada vez más militaristas. El Corolario Roosevelt, establecido en 1904 por el presidente Theodore Roosevelt, le otorgaba a los Estados Unidos el derecho a intervenir con la fuerza en la región en función de objetivos tan diversos y discrecionales como garantizar la seguridad y los propios intereses e, incluso, para evitar invasiones extrarregionales destinadas al cobro de deudas. De todo eso se encargaría la nueva potencia.

Captura de pantalla 2025-12-05 a la(s) 7.25.55p. m.
Theodore Roosevelt, padre de la doctrina estadounidense que impuso un poder aplastante sobre América Latina.

Theodore Roosevelt, padre de la doctrina estadounidense que impuso un poder aplastante sobre América Latina.

Una cruzada contra China

Trump remoza el Corolario Roosevelt. Una diferencia entre este y el de Trump, seguramente sutil, es que el primero le otorgaba a Estados Unidos un poder discrecional como ordenador del hemisferio, mientras que el segundo se activaría en caso de que su autor percibiera que el desorden es provocado o aprovechado por los rivales de su país.

El Corolario Trump es tan destacado que se lleva el 10% del documento.

"Después de años de negligencia, Estados Unidos reafirmará y hará cumplir la Doctrina Monroe para restaurar la preeminencia estadounidense en el hemisferio occidental y para proteger a nuestra patria y nuestro acceso a geografías clave en toda la región. Denegaremos a competidores no hemisféricos la posibilidad de posicionar fuerzas u otras capacidades amenazantes, así como de poseer o controlar activos estratégicamente vitales en nuestro hemisferio", establece. Ni hace falta escribir "China".

Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/ArantxaTirado/status/1996896662292168809?s=20&partner=&hide_thread=false

¿Cómo lograrlo? En base al principio de "alistar y expandir".

"Vamos a alistar a amigos establecidos en el hemisferio para controlar la migración, detener las drogas y fortalecer la estabilidad y la seguridad en tierra y mar. Nos vamos a expandir cultivando y fortaleciendo a nuevos socios y al mismo tiempo reforzar la capacidad de nuestra propia nación", explica.

Milei está alistado; los enemigos de Nicolás Maduro son carne de expansión.

Donald Trump: adiós al derecho internacional

"Estados Unidos debe reconsiderar su presencia militar en el hemisferio occidental", cuenta el documento sobre lo que ya ocurre de facto en el Caribe. Esto sugiere "despliegues específicos para asegurar fronteras y derrotar a los carteles, lo que incluye, cuando sea necesario, el uso de fuerza letal para reemplazar la fallida estrategia de las últimas décadas, basada únicamente en la aplicación de la ley". Asimismo, el brazo militar deberá servir para "establecer o ampliar el acceso en lugares estratégicamente importantes".

"El hemisferio occidental alberga muchos recursos estratégicos que Estados Unidos debería compartir para su desarrollo con aliados regionales, lo que hará más prósperos a nuestro país y a los países vecinos".

En el fondo, el Corolario Trump reinterpreta la Doctrina Monroe ya no para excluir de los asuntos regionales a las potencias europeas, sino a China.

Estas innovaciones podrían alejar su deseo de recibir alguna vez el premio Nobel de la Paz, pero al menos no disuadieron a la FIFA de reconocer sus aportes a la concordia universal. Gianni Infantino puede mirar su futuro con más confianza.

Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/CBSNews/status/1997025746259189851?s=20&partner=&hide_thread=false

Javier Milei y las ventajas de estar "alistado"

g7g5g4hxmaaoeus
Donald Trump desplegó una formidable fuerza naval para forzar la caída del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Donald Trump desplegó una formidable fuerza naval para forzar la caída del régimen de Nicolás Maduro en Venezuela.

Resulta obvio por qué estar "alistado" es mejor que ser un candidato a la "expansión". La fidelidad canina de Milei asegura que el portaaviones más grande del mundo no dejará las costas de Venezuela para apostarse frente a Mar del Plata. Ocurre que no hace falta.

La doctrina Trump no esconde quién se llevará las ventajas de cualquier relación.

El salvataje financiero a la Argentina pasó del "whatever it takes" a un swap del que se activaron hasta ahora, como deuda nueva, 2500 millones de dólares. En tanto, el paquete crediticio de 20.000 millones prometido, a cuenta de un pool de bancos privados, no verá la luz en el formato inicialmente señalado. Si algo llega, será por mucho menos, con garantías y a muy corto plazo. Ante eso, que se podría resumir en la idea de "arreglate como puedas", Toto Caputo anunció el regreso del Tesoro al mercado voluntario de deuda… de la Argentina, por ahora.

En lo comercial, la asociación anunciada es un largo catálogo de concesiones y aperturas de la Argentina, a cambio de una cuota más grande para las exportaciones de carne nacional y muy poca cosa más.

En los hechos, Estados Unidos ofrece pactos sólo a medida de sus intereses y, en lo que respecta a inversiones, se limita a revolear promesas de acciones de compañías privadas que, Trump asegura, atenderán tanto a la Argentina como a Ucrania, Rusia, Congo y Ruanda.

Ahora bien, ¿qué ocurriría si un gobierno determinado de un país determinado prefiriera a Pekín como socio prioritario, si se adecuara a la realidad de que ese es el principal socio comercial de prácticamente todos los países de la región o si decidiera explorar condiciones de inversión en Oriente?

Trump seguirá gobernando hasta el 20 de enero de 2029, lo que obligará al próximo mandatario argentino –Milei u otro– a convivir con él más de un año. ¿Lo sobrevivirá su doctrina?

El mundo se convierte, así, en un campo de batalla por recursos energéticos, minerales, tierras raras y otros activos, además del atractivo que la mera geografía puede presentar, como Tierra del Fuego, para la instalación de "bases integrales".

Más allá del patio trasero

"Los días en que Estados Unidos sostenía todo el orden mundial como si fuera Atlas terminaron", señala la Estrategia. Europa pasa a un lugar llamativamente secundario.

La doctrina Trump pretende frenar la ampliación de la Organización del Tratado del Atlantico Norte (OTAN), algo a gusto de una Rusia que, mencionada diez veces, es presentada como un problema solamente europeo. Ese continente, sostiene, "debe asumir la responsabilidad primaria de su propia defensa" y no debe esperar que Estados Unidos pague por ella.

Los alcances de la paz que Trump le pretende imponer a Ucrania y a Europa quedan claros. Más que como el villano designado de los últimos años, Vladímir Putin emerge como un nuevo socio, sin importar cuáles sean sus intenciones expansionistas sobre un territorio que le interesa menos a Washington.

Con Europa, asimismo, hay otro problema grande: el multiculturalismo producido por la "inmigración masiva" y la acción de poderes trasnacionales como la Unión Europea (UE) que "socavan la libertad política y la soberanía". Allí, sorprende, "se censura la libertad de expresión y se suprime la oposición política".

"Si las tendencias actuales continuaran, el continente sería irreconocible en 20 años o menos", sentencia. Hay, con todo, una esperanza: el auge de los "partidos patrióticos" de extrema derecha.

Embed - https://publish.x.com/oembed?url=https://x.com/elpais_america/status/1996933881069437342?s=20&partner=&hide_thread=false

La alianza transatlántica, pilar global desde la Primera Guerra Mundial y, con toda claridad, tras el inicio de la segunda posguerra, es cosa del pasado.

Todo es China, impedirle que se cuele en el "patio trasero", correr para llegar antes a recursos que pertenecen a otros dueños y, en definitiva, impedir el ocaso de los Estados Unidos como potencia excluyente.

Será con "alistados" o con "expansiones".

Donald Trump.
La hidrovía de Javier Milei

Las Más Leídas

También te puede interesar