La firma dice tener una "caja exhausta". Achaca su crisis a una decisión demorada de la Corte Suprema de Santa Fe.
La propuesta de Vicentin ya tuvo las conformidades necesarias
El Grupo Vicentin, concursado desde marzo de 2020 y con su “caja exhausta”, solicitó ante una delegación en Santa Fe del Ministerio de Trabajo de la Nación la apertura del Procedimiento Preventivo de Crisis. La medida busca, de acuerdo a los responsables de la firma, reducir la brecha entre ingresos y egresos, paliar la crisis financiera y garantizar su continuidad.
En el escrito, la empresa se propone avanzar con un plan de retiros voluntarios, dividir el pago de aguinaldos, cobrar el almuerzo a sus empleados, suspender la entrega de leche en polvo y aumentar el costo del aceite que se ofrecía a los operarios, entre otras medidas.
La cerealera plantea que las dilaciones de la Corte Suprema de Justicia de Santa Fe, al no resolver el concurso preventivo de acreedores permitiendo la apertura de un recurso de queja contra la sentencia homologatoria dictada por la Cámara de Apelaciones en lo Civil, Comercial y Laboral de Reconquista, la colocan en “niveles críticos” y con sus reservas operativas agotadas.
“Los recursos propios de la Sociedad tienen un límite que se ha alcanzado en los últimos meses y que, a partir de ahora, se hacen muy difíciles de superar sin el recurso de un Procedimiento Preventivo de Crisis que permita seguir operando y cumpliendo con los compromisos, manteniendo la mayor cantidad de puestos de trabajo posibles”, se plantea en el escrito que lleva la firma del presidente de la compañía, Daniel Foschiatti, y del apoderado, Mario Ferreyra.
Vicentin inició en diciembre de 2019 un proceso de caída tras admitir un “estrés financiero” y deudas por u$s 1.350 millones. La crisis llevó al entonces presidente Alberto Fernández a realizar un intento de expropiación que finalmente quedó trunco. El Estado santafesino, a través de la gestión del gobernador Omar Perotti, medió en la situación y buscó imponer un proyecto intermedio, con la creación de un fideicomiso. Finalmente, tampoco prosperó.
En su presentación, los representantes de la firma exponen sus quejas por esos intentos que, argumentan, complicaron el proceso de recuperación. También marca su disconformidad con la situación económica del país y las medidas políticas adoptadas para el sector.
“La realidad es que por políticas de desincentivo a la producción –excesivas retenciones a la exportación, trabas a la importación de insumos, etcétera– las producciones se encuentran estancadas y todos los años la industria pierde competitividad por capacidad ociosa”, marca en el escrito.
La presentación hace un recorrido por el historial de la crisis de Vicentin. Destaca que la firma logró acordar desde junio de 2022 con “la mayoría abrumadora” de sus acreedores, lo que permitió el ingreso de tres inversores estratégicos: Viterra, ACA y Bunge.
La demora de los plazos procesales del concurso, indican, comprometieron progresivamente sus reservas líquidas para sostener la actividad y mantener sus activos y personal en funcionamiento durante los últimos dos años y medio.
La empresa plantea que sólo a partir de que quede firme la homologación de la Propuesta Concursal ingresarán los fondos que deberán proveer los inversores estratégicos para continuar operando. Para ello se plantea una reestructuración de la plantilla de personal, “puesto que la nueva realidad de la actividad requerirá objetivamente una menor prestación en áreas cómo administración, finanzas, comercio exterior e interior, compra de materias primas, etcétera”.
“La estructura de personal que la empresa fue construyendo a medida que su crecimiento le imponía, hace que sea económicamente insostenible hoy el mantenimiento de la situación sin que se vean afectadas las finanzas de toda la empresa”, indica.
La reducción del personal, integrado hoy por 1.065 operarios, es apenas una de las medidas que plantea como parte de un drástico plan de reducción de sus gastos.