El campo sigue pisando las divisas generadas por la cosecha que necesita el ministro de Economía Toto Caputo. Las cerealeras liquidaron en mayo un 37% menos que en el mismo mes del 2023 cuando la sequía era total. Los granos de una buena campaña están pero no se venden y tampoco tiene garantizado Javier Milei que se liquide todo de golpe.
La Cámara de la Industria Aceitera (CIARA) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), que representan casi el 50% de las exportaciones nacionales, anunciaron que durante mayo las empresas del sector liquidaron 2.612 millones de dólares, una suba del 37% en relación a abril cuando la venta fue muy baja por demoras en la cosecha y por la especulación de los productores de un mejor tipo de cambio.
Javier Milei sin divisas
Ese movimiento cambiario no llegó y en mayo tampoco vendieron en volumen a las agroexportadoras. La cifra representa también un 37%, pero de baja interanual. En mayo de 2023 la campaña se enfrentó a una seca histórica. En aquel momento el dólar soja en su tercera versión, impulsado por el entonces ministro de Economía, Sergio Massa, incentivó las ventas. En el acumulado del año también cayó frente a la negra campaña pasada en un 4%.
cosecha de soja
Menos liquidación de soja de lo que esperaba Toto Caputo
La venta de los granos se irá dando aunque no hay certezas de que se haga todo en junio. Pueden esperar calentitos en los silobolsas mientras a los productores no los corran las necesidades financieras. Justamente van tapando deudas que, generalmente, tienen vencimiento durante la cosecha de soja, ya sea de créditos, alquileres de campos y más tarde insumos para volver al ciclo con otros cultivos. Pero el apuro del Gobierno en junio es evidente porque tiene obligaciones que cumplir a mitad de año.
"La exportación de granos sigue trabajando con altos niveles de capacidad ociosa, así como la industria aceitera, padeciendo márgenes negativos permanentes; algo que creció este mes debido a los paros de los sindicatos aceiteros que frenaron la actividad por razones ajenas a la industria", reza en el comunicado la Ciara.
En la cuerda floja
La crítica se repite desde hace mucho tiempo, pero en los últimos días retumbó luego de que el presidente de la cámara, Gustavo Idígoras, vaticinara que el sector aceitero “va al fracaso total”, que en el futuro “desaparecerá la soja”. “El partido lo perdimos. No hay vuelta atrás. Argentina es un jubilado de la agricultura y vamos al fracaso total de la industria aceitera. Es más, no hay una sola inversión global que se piense para la industria aceitera argentina. Todo lo contrario: hay visiones globales de desinversión sobre el Gran Rosario”, afirmó en declaraciones al portal Rosario3.
El tono alarmista generó ruido en el sector, aunque no sorpresa. En privado, un alto funcionario coincidió con el panorama, según supo Letra P. Es que desde hace tiempo el complejo sojero advierte en congresos, coloquios y reuniones sectoriales sobre el estancamiento productivo y logístico del país. De hecho, presionan al gobierno de Milei por desregulaciones que van desde normativas, al pliego de hidrovía y hasta la baja de retenciones, tal como viene contando Letra P, aunque no hay respuestas de fondo. Allí también hay una lectura del tono.