El ministro de Economía, Toto Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, tomaron una decisión clave sobre el dólar. Pese al objetivo que le planteó el Fondo Monetario Internacional (FMI), el equipo económico estira una medida para apuntalar las reservas con la cosecha gruesa, que el campo ya está liquidando, aunque lo justo y necesario.
Fuentes oficiales aseguran que el Gobierno le dará continuidad al dólar blend, aun cuando el organismo crediticio pidió su eliminación. Se trata del esquema por el cual el complejo agroexportador ingresa divisas al mercado: un 80% a la plaza oficial, que va directo a las arcas del Banco Central; y un 20% al Contado Con Liquidación (CCL).
Caputo y Bausili esquivan así la devaluación que le pidieron bajo cuerda las cerealeras; mientras tanto busca financiamiento fresco de parte del FMI y otras fuentes que comenzó a explorar.
La exigencia del FMI
En el último staff report, el Fondo le fijó fecha de finalización al tipo de cambio especial a fines de junio. “Eliminar el esquema de exportación preferencial existente”, dice el informe del equipo técnico de la entidad multilateral. También le pide entregar la hoja de ruta para la apertura del cepo cambiario, que aún el gabinete de Caputo no puso sobre la mesa del FMI.
Versiones periodísticas y de mercado hablaban de una modificación del blend para mejorar el incentivo para el agronegocio. "No hay ninguna modificación, empujan falsas expectativas", advirtieron voces gubernamentales a Letra P.
Luego de la octava revisión, que fue exitosa para el gobierno de Javier Milei, ahora el Directorio del ente que dirige Kristalina Georgieva deberá decidir si gira los u$s800 millones acordados en programa de Facilidades Extendidas. Recién entonces las autoridades del Fondo emitirán un nuevo documento, en el que, quizás, pueda extenderse el plazo del esquema preferencial.
Blend, clave para levantar el cepo cambiario
El tipo de cambio especial tiene una cotización de alrededor de $956, contra los $891 del dólar mayorista. La mejora, en la actualidad, con una brecha de alrededor del 30%, es de sólo un 7%. Caputo y su equipo necesitan que el campo vuelque sus dólares.
Si quiere levantar el cepo cambiario lo antes posible, como prometió Milei en la campaña, necesitará de reservas lo suficientemente solventes para atender la demanda de un país con una restricción externa fuerte y poco acceso al crédito.
Según la consultora LCG, los dólares propios del BCRA siguen en terreno negativo, en u$s1.700 millones en rojo.
El agro está liquidando a ritmo lento por varios factores: el retraso histórico por las lluvias, la conveniencia de la toma de créditos en dólares, el acopio y la presión para mover el tipo de cambio; que Caputo ya le advirtió al sector, a través de su coordinador Juan Pazo, que no sucederá.
La consultora calculó que en mayo el Central continuó siendo comprador neto de divisas en el mercado oficial, "algo esperable para esta época del año, dada la estacionalidad de la cosecha"; pero aclaró: "No obstante, promedia compras por u$s153 M por día, no muy distinto a los u$s167 M diarios de abril y u$s152 M diarios de marzo".
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En los despachos oficiales sin embargo entienden que eliminar el blend es una de las primeras tuercas a desajustar del complejo cerrojo de restricciones vigentes. "Sacarlo implicaría ver cómo funciona ese mercado sin la oferta extra. Va a dar una pauta de a cuánto se puede mover el dólar", explicó un funcionario de las filas de Caputo a este medio.
En el mercado advierten que de mantenerse el esquema diferencial, se profundizará una situación de atraso cambiario que inyectará tensión en las plazas de cambio. "Dificilmente esto continúe después de agosto si se mantiene el Blend a 80% y 20%, se perpetúa el atraso cambiario con una tasa de inflación que está por encima del crawling peg, si además se pretende que se expanda la economía con su consecuente aumento en las importaciones en un contexto donde el dólar tiende a atrasarse", indicó un informe de la consultora Eco Go.