Ciudad Futura amplió su abanico de vínculos de cara a su proyecto para competir por la ciudad de Rosario y una foto llamó particularmente la atención: Roberto Mirabella, ladero del gobernador Omar Perotti con quien el espacio de centroizquierda no comulga desde lo dogmático ni tampoco desde la práctica política. La relación que asoma a semanas de las elecciones para la intendencia fue señalada por el candidato del socialismo Enrique Estévez como una sociedad política en la que el perottismo sería parte del financiamiento de la campaña.
El viernes pasado Ciudad Futura armó un encuentro llamado escenario “100 liderazgos para una Rosario sin miedo” y uno de esos cien invitados fue Mirabella. El espíritu del encuentro se presentó oficialmente con “gente muy distinta, de intereses muy diversos y de variadas trayectorias”. Esa amplitud es donde encuentra la justificación para la invitación. Ciudad Futura se amplió tanto que llegó hasta el perottismo, y la presencia del diputado generó suspicacias acerca del vínculo político expuesto.
El socialista citó un tuit de Juan Monteverde, candidato de Ciudad Futura, en el que posaba junto con Mirabella el día del acto. “No le mientas a la gente. Mirabella no es líder de nada. Es el tesorero de Perotti y ahora nos damos cuenta que es el patrocinante de tu candidatura”, disparó. En contacto con Letra P, fue más duro: "Monteverde se hace el distraído pero es la cara lavada de Perotti para quedarse con Rosario. Nunca lo escuché reclamarle por más seguridad".
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El vínculo
En el entorno de Mirabella explicaron que el contacto establecido se debe al rol que ejerce como interlocutor del perottismo y no a otra cosa. Según supo Letra P, el vínculo nació hace unos meses cuando el diputado aún era el candidato no oficializado del gobernador para su sucesión. Desde Ciudad Futura no aportaron ante la consulta.
Cerca de Mirabella negaron todo tipo de financiamiento de campaña y aclararon que el motivo para aquella foto fue la interna de la alianza. En ese sentido recordaron que ya se mostró con Sukerman en varios actos, tal como contó Letra P. Así, el perottismo parece poner también un huevo en la canasta de Monteverde. “¿Y si gana la interna y termina siendo el candidato de Perotti?”, especularon.
Ciudad Futura armó una alianza con el peronismo con la idea de complementar dos perfiles distintos con objetivos comunes para derrotar al oficialismo. Por un lado Roberto Sukerman, de larga experiencia en la política -incluso formando parte del gobierno de Perotti- representando a un PJ amplio. Enfrente, Monteverde, de ideas colectivas, ligadas a la fuerza de la juventud -con identificación y vínculos con Podemos en España- y autodefinido como la nueva política.
Hace apenas una semana Monteverde acusó en un debate televisivo a su rival de pertenecer a la “política tradicional que llevó a la Argentina a tener un 50% de pobres” y le recordó su paso por la administración Perotti. También hay un antecedente de armado electoral que demuestra las diferencias. En 2019, cuando negociaba armar una alianza con el peronismo, Ciudad Futura había marcado sus límites en la figura de Perotti y los senadores del PJ. Su llave para ingresar a un proyecto amplio como el que se dio ahora era María Eugenia Bielsa, aunque finalmente se frustró.