La Mesa de Enlace prometió una fuerte protesta contra el Gobierno con los tractores al borde la ruta, pero terminó siendo apenas una asamblea entre productores sin lograr peso político ni simbólico. El reclamo, que apuntaba al ministro de Economía, Sergio Massa, luego de que no los conformara las medidas para compensar la sequía, no significó un cimbronazo para el Gobierno. Al contrario, le quita un eventual frente de tormenta con el sector y expone el poco poder de fuego de las entidades.
A la poca asistencia de las bases se le sumó un tibio apoyo en las redes sociales de la dirigencia opositora que empuña los nervios del agro para posicionarse en el campo electoral. Solo los senadores Alfredo De Angeli y Dionisio Scarpin resaltaron en el lugar. El ya lanzado precandidato a presidente Horacio Rodríguez Larreta, pidió por Twitter que el Gobierno "deje trabajar al campo en libertad", mientras que su rival Patricia Bullrich fue por el clásico “reglas claras”, luego de participar el lunes de un encuentro similar en Uranga, Santa Fe. Lo curioso del mensaje de la precandidata amarilla a la Presidencia es que terminó exponiendo al campo: “La asamblea de hoy es clave para que sus pedidos tengan fuerza”.
Poco músculo, entonces, porque la foto aérea del encuentro en el cruce de la Autopista Rosario-Buenos Aires y la ruta 90, a la altura de Villa Constitución, comprometió a la dirigencia rural que acomodó camionetas 4x4 y tractores, pero no logró convocar ni a 300 personas. Sobre un improvisado escenario se colocaron los titulares de las entidades rurales Carlos Achetoni de Federación Agraria (FAA), Jorge Chemes de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Nicolás Pino de la Sociedad Rural Argentina (SRA) y Elbio Laucirica de Coninagro.
Lo cierto es que se evidenció el poco peso de la mesa dirigencial creada en el conflicto por la 125, en la política y en la interlocución con el Gobierno. “La línea que venimos siguiendo nosotros es la de 2008 y vamos a seguir por este lado”, dijeron en el escenario y mencionaron la presencia de exintegrantes de la Mesa de Enlace durante aquel conflicto: Hugo Biolcati, de la SRA; Carlos Garetto, de Coninagro; y a Mario Llambías de CRA, que envió una carta.
Lo cierto es que en los últimos días las entidades fueron recogiendo el guante mientras la protesta ganaba las luces de los medios, al punto que pidieron por lo bajo a la dirigencia más extrema no politizar el encuentro. Así, ni chicha ni limonada.
De hecho, Pino intentó bajarle la espuma al factor político en su discurso. “Desde acá le hablamos no sólo a (Alberto) Fernández, a Massa y a (Daniel) Scioli, sino también a Larreta, a Bullrich, (Javier) Milei, a quien sea candidato, y que exprese claramente cómo manejar las posibilidades del campo. No nos detengamos sólo a la crítica de este gobierno sino a quien nos quiere gobernar”, dijo el titular de la SRA.
Lo endeble de la Mesa de Enlace lo expuso Chemes de CRA, quien usó su discurso para contestarle a algunas voces críticas internas y de los autoconvocados, el combo inorgánico de halcones del campo. “Las entidades no respondemos al capricho personal, respondemos a la institucionalidad. Que no compartamos metodología de lucha no significa que no estemos de acuerdo en el objetivo”, dijo.