SEMANA SANTA FE

Donde hubo fuego, cenizas quedan

Omar Perotti y Marcelo Lewandowski se encaminan a un acuerdo. Sociedad para el presente, pero con la cabeza en el futuro. Cinco días para el cierre en Santa Fe.

El gobernador Omar Perotti y el senador Marcelo Lewandowski bajaron las armas. Se desconfían, se relojean, pero abrieron, como adelantó Letra P, un canal de diálogo para competir juntos, igual que 2021. Se necesitan: uno tiene toda la estructura y el peso del gobierno y el otro cuenta con una ventaja y es competitivo en las encuestas.

La operación está abierta, pero ¿qué tanto están dispuestos a ceder los dos? La compañera de fórmula del periodista puede ser un punto de discordia, pero el mayor inconveniente radica en la confección de la lista para la Cámara de Diputados de la provincia.

Si bien hay algo coyuntural que se cocina en la mesa Perotti – Lewandowski, que tiene que ver con la firma de un acuerdo, también se cuece otra cosa no menor, el futuro político de ambos. En la Casa Gris admiten que la elección a gobernador es complicada para el PJ y que el favorito es el frente Unidos. Entonces, ¿qué pone en juego cada uno de los comensales?

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Perotti delega sus fierros, pero tiene su salvoconductoen la lista legislativa. Quiere confeccionar a su gusto la nómina porque confía en ganar la categoría con holgura, tal como lo hicieron sus antecesores Antonio Bonfatti y Miguel Lifschitz. Con una victoria bajo el brazo y un triunfo de Unidos en la pelea por la gobernación, Perotti será, naturalmente, jefe de la oposición. Desde ahí, desde ese lugar, podrá planificar su regreso. ¿Por qué no?

El intríngulis pasa por cuántos nombres de esa lista le concede a Lewandowski. Si el senador pretende – como se filtró – 15 puestos, la negociación se llena de barro. Ese número no es azaroso: al ganar, Perotti se queda automáticamente con 28 lugares y 15 es la mitad más uno. Con 15 bancas propias, Lewandowski superaría el volumen del bloque perottista.

En ese escenario, como se ve, no solo se discute presente, también se pelea por la comandancia futura del peronismo. En el caso de que el cálculo de la Casa Gris sea acertado y Unidos acceda al gobierno, Lewandowski – si acuerda con Perotti – tendrá otra campaña provincial sobre el lomo, elevará ostensiblemente su conocimiento en el centro norte de Santa Fe y podría disputarle al actual gobernador una jefatura política. Podría, además, proyectarse e imaginarse con más fuerza para competencias venideras.

Por eso se miran de reojo, pero, también, porque el gobernador demostró, a lo largo de su gestión, que prioriza el crecimiento de su sector antes que el del conjunto del peronismo. Perotti quiere un PJ apoyado en la producción, en el interior rico de la provincia, sin el enclave ideológico al frente. Por esa razón, el Plan A era el diputado Roberto Mirabella, que tiene la dificultad de no crecer en las mediciones, incluso las del propio gobierno. Si el ladero de Perotti hubiera asumido en su momento como ministro de Gobierno o Seguridad, ¿su nivel posicionamiento hubiera mejorado?

El cómo

Otra situación a resolver entre Perotti y Lewandowski es el perfil y el tono de la campaña. Sobre todo en el último tramo, el senador fue muy crítico con la gestión provincial. ¿Cómo se ordenará ese lenguaje? ¿El periodista se sentirá un líbero? ¿El gobernador tendrá margen para hacer sentir rigor? Son muchas cosas para resolver en cuestión de horas, porque, una vez que se selle el acuerdo – quizás este mismo domingo –, la flamante alianza debería empezar a ordenar el resto de las precandidaturas en toda la provincia. No es poco ni sencillo.

Si Perotti y Lewandowski finalmente reconstruyen sus cenizas, ¿qué pasa con la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner? Con el ministro de Economía, Sergio Massa, dentro del esquema, apalacando fuerte al senador, ¿CFK se quedaría fuera? El diputado Marcos Cleri, de cuerpo presente en la carrera a la gobernación, asegura que tiene la venia de la expresidenta para competir y vender cristinismo puro. Cuestiones a resolver sobre la hora.

El gobernador Omar Perotti y el senador Marcelo Lewandowski.
Perotti en la última reunión de gabinete.

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