Agustín Rossi, Alberto Fernández y Omar Perotti.
El presidente Alberto Fernández arribó a la capital provincial para hacer entrega de la vivienda número 115 mil de su gestión. El número redondo habilitó el marco para un acto en el que se mostraron, arriba del escenario y con gesto de unidad, el presidente, su jefe de Gabinete y precandidato a vicepresidente, el santafesino Agustín Rossi, y el gobernador Omar Perotti.
Apenas tomó el micrófono, el mandatario santafesino celebró las obras que estaban inaugurando, pero aprovechó para disparar un reclamo puntual, que copó el eje discursivo de la tarde: más apoyo de nación en materia de seguridad, fundamentalmente para Rosario. Además apuntó al ministro de Seguridad Aníbal Fernández como el funcionario al que hay que convencer para que haya mayor acompañamiento a la provincia.
“Tenemos que enfrentar un delito federal complicado como es el narcotráfico, tenemos la necesidad de coordinar todos los esfuerzos con las fuerzas federales. Un mayor número de fuerzas federales nos ayudarían, y mucho, en este momento. Tenemos discusiones con su ministro (y en ese momento Agustín Rossi, que miraba hacia el frente, rápidamente volteó la cabeza hacia su izquierda para fijar la mirada sobre Perotti) Aníbal Fernández, porque la particularidad que vive Santa Fe es diferente a la de otros lugares, que pueden tener reclamos parecidos, pero la magnitud de lo que tenemos que enfrentar acá con el narcotráfico, no puede pasar en territorio argentino”.
Y entonces llegó el intento por comprometer en público al precandidato a vicepresidente: “Sé que hará lo posible, y seguramente Agustín (Rossi) desde la Jefatura de Gabinete nos va a ayudar a convencer a Aníbal Fernández de que es necesario y es prioritario la ayuda que estamos pidiendo para la provincia de Santa Fe”. Rossi asintió con la cabeza.
A su turno el presidente le prometió a Perotti “hacer el esfuerzo necesario” y usó como imagen la indignación que generó la bandera que desplegó la barra de Newell's en el estadio el último sábado durante la despedida de Maxi Rodríguez con la referencia a los cabecillas de la banda de Los Monos.
Terminado el acto y en ronda de prensa individual, el jefe de Gabinete se refirió a las palabras del gobernador. Incluso fue más duro que el presidente y negó que tenga que “convencer” a Aníbal Fernández: “No hace falta convencer a nadie, lo cierto es que desde que asumí la jefatura de Gabinete teníamos una situación difícil en Rosario, aumentamos la cantidad de efectivos federales, cambiamos el mecanismo de patrullaje en la ciudad, cambiamos la jefatura del comando conjunto, abrimos una oficina de la UIF, aprobamos el proyecto de ampliación de la justicia federal en Rosario, designamos jueces y fiscales federales y tenemos una buena articulación con el ministro provincial”, enumeró.