SEMANA SANTA FE

Maximiliano Pullaro y la Corte Suprema, las cartas ya están marcadas

El gobernador de Santa Fe recibió este domingo a cuatro integrantes del tribunal. Con una reforma en marcha, nadie quiso pisar el palito.

Ni el gobernador Maximiliano Pullaro ni la Corte Suprema de Santa Fe pisaron el palito. Nadie, en el desayuno pelado a agua, metió de lleno el tema de la reforma del tribunal. La bilateral entre las cúpulas de los Poderes Ejecutivo y Judicial se concentró en cuestiones de vacancias, presupuesto y obra.

Eso habla de manera clara y contundente de que hay un ganador en la discusión: el gobierno. La administración Pullaro ya planteó el tema en la agenda pública y expuso a los magistrados mayores de 75 años, gozadores de sueldos millonarios y enquistados en las poltronas más pesadas de la justicia santafesina.

En esta pelea de poderes, el cuaterno dejó expuesto en Casa de Gobierno que no es un grupo cerrado, uniforme. Gutiérrez llevó la voz cantante, fue el que abrió la mayoría de los temas y entró en disputa abierta con Pullaro y sus tres ministros, Fabián Bastía, Pablo Olivares y Pablo Cococcioni. Falistocco le hizo la segunda al presidente en algunos tramos y el resto casi que se llamó a silencio durante los 90 minutos de la reunión.

Rafael Gutiérrez, el fighter de los cortesanos

Gutiérrez, se remarca, fue el más interesado en ir al golpe por golpe, el que apareció cuando el clima se puso espeso. No como portavoz, porque no parecía jugar al vocero ni al defensor a ultranza de sus pares. Nadie saltó por él, por ejemplo, cuando el gobierno lo incomodó con la pregunta de su rol en la causa Vicentin. Como se ve, el cónclave fue tenso, con diálogos al hueso.

Post reunión, la Corte – a través de un comunicado – tocó temas que requieren una “urgente solución”: cobertura de la totalidad de magistrados, que ascenderán a más de 90 a fin de año; la “más rápida” conclusión y firma de un decreto que tramita 118 expedientes, que repercute en “inestabilidad laboral”; y el interés por garantizar obras, algunas emblemáticas como el nuevo edificio del Poder Judicial en la ciudad capital.

Redoblar, máxima para Maximiliano Pullaro

El gobierno tomó nota, pero redobló, una suerte de máxima para el estilo de la gestión Pullaro. El gobernador les insistió a los cortesanos con un informe que ya solicitó en diciembre, relacionado a resultados, funcionamiento, “necesidades reales”. De ahí el discurso fundacional del radical en su día uno, aquello de la justicia “cara e ineficiente”.

El Ejecutivo también apuró a la Corte por el uso “desmedido” y “vertiginoso” del presupuesto que maneja. “En los primeros seis meses del año, mientras nosotros estábamos recontra ajustados y con pérdida de casi el 20% real de ingresos, se gastaron toda la partida”, apuntó uno de los presentes.

Tampoco tiene mucho margen la Corte en esa disputa en particular. En un clima político de época donde los privilegios se castigan, donde “la casta” es ajusticiada y la idea de no renovación se condena, el tribunal tiene que pensar bien sus próximos pasos.

Porque si bien no fue el corazón de la reunión, la reforma profunda de la Corte es el eje del enfrentamiento entre los dos poderes. Y por más que los jueces mayores de 75 hayan decidido no dar un paso al costado, hay un gobierno – como adelantó Letra P - que sí está decidido a renovar. Que tiene un millón de votos en el lomo, que quiere aprovechar una suerte de fin de época y que no le teme a abrir varios frentes de conflictos al mismo tiempo.

Cococcioni y Mascheroni con el pleno de la Corte.
Maximiliano Pullaro junto a los seis integrantes de la Corte Suprema de Santa Fe y el procurador Jorge Barraguirre.

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